Un halo de congoja envuelve a los hijos del empresario Manuel Rodríguez Cruzado (75), quien fue secuestrado el pasado 24 de junio en la puerta de su negocio, en Trujillo. Desde entonces no tienen noticias sobre su paradero ni sobre su estado de salud.
Eran las 7.00 a.m. de aquel día cuando el adulto mayor fue interceptado por unos delincuentes -que vestían indumentaria policial- en su lavadero de carros que regentaba en la urbanización Los Portales.
Lo subieron a una camioneta roja bajo amenazas de muerte y cinco días después llamaron a sus familiares para exigir el pago de 1′800.000 soles a cambio de su libertad. Posteriormente se enfrascaron en una negociación que no tuvo éxito y, desde hace un mes, han perdido todo contacto con los delincuentes.
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Para la Policía, la banda criminal “Los Pulpos Nueva Generación” está detrás de este rapto que mantiene en zozobra a La Libertad, en el norte peruano. “Lo queremos vivo o muerto, pero queremos saber qué pasó”, dijo Jhon Rodríguez Espejo, exalcalde de la provincia de Julcán e hijo de la víctima.
El exburgomaestre contó a Cuarto Poder que la banda secuestró previamente a otras tres personas en la región. Dos de ellas fueron liberadas y una perdió la vida. “¿Qué está haciendo la Justicia para capturarlos?”, cuestionó.
Impunidad
Johnson Cruz Torres es el cabecilla de esta organización dedicada al secuestro y extorsión. Según el general Augusto Ríos, jefe de la Tercera Macro Región La Libertad, él había falsificado una partida de defunción inscrita en Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (Reniec) para librarse de la persecución policial.
“Tiene una condena por cadena perpetua y por su paradero se otorga una recompensa de 75.000 soles”, dijo Ríos. Las amenazas de la agrupación delictiva iban en aumento junto con las solicitudes de dinero. En uno de los mensajes, Cruz Torres amenazó con mutilar al empresario o “desaparecerlo esa misma noche”.
Sin embargo, en el transcurso planteó a un intermediario para rebajar el monto hasta 1′000.000 soles. La familia contó que ese nexo fue el abogado Walter Leiva Ascencio, conocido en Trujillo por ser defensa legal de delincuentes, según Cuarto Poder.
Una de las hijas logró hablar con el empresario el pasado 4 de septiembre. Reconoció su voz y con esa confirmación, accedieron a desembolsar 120.000 soles. Jhon Rodríguez aseguró que entregó el dinero en el propio despacho del abogado Leiva.
Le pidió que lo cuente y después se contactaron con los delincuentes, quienes les solicitaron que se retiren. Finalmente el letrado los llamó para decirles que en dos horas iban a soltar a su padre, quien sufre de diabetes, hipertensión y gastritis.
“Pero esperamos dos horas, luego una hora más, nos juntamos toda la familia hasta las siete de la mañana del otro día y los delincuentes nunca llamaron para informar de la liberación”, declaró Rodríguez hijo.
Leiva Ascencio, al ser consultado sobre el tema, negó las acusaciones y señaló que desconoce todo. Asimismo, pidió el nombre de la persona que lo culpa. Desde ese día, la comunicación con los delincuentes terminó para la familia Rodríguez.
“Uno de los más perversos”
“El impacto que producen estos delitos es cada vez más horroroso para nuestra sociedad. Johnson Cruz Torres es uno de los hombres más perversos que existe en nuestra ciudad. A la fecha, no se ha podido rescatar al empresario”, dijo William Rabanal, fiscal provincial de Trujillo, una ciudad donde varios negocios están marcados con diseños colocados por los extorsionadores.
Hasta 2019 se denunciaban más de 5.000 intentos de extorsión cada año, pero la cifra cayó a la mitad con la pandemia, según la Fiscalía.
“El 2022, de enero a mayo, ya estamos contando con un aproximado de 2.000 denuncias. Como que la tendencia vuelve al mismo nivel de lo que era antes o probablemente puede superar el límite”, explicó el fiscal Jonas Padilla Morán a la AFP.
De momento, los hijos de Manuel Rodríguez realizan vigilias y se aferran a uno de sus retratos, pese a que las posibilidades de encontrarlo con vida son lejanas.
Lamentable final
Tras varios días de labores, la Policía Nacional del Perú logró dar con el paradero con los integrantes de la organización dedicada al secuestro. Luego de interrogatorios, los implicados en la desaparición de Manuel Rodríguez revelaron que habían asesinado al adulto mayor que llevaba más de cinco meses secuestrado. Estos brindaron la información necesaria para dar con los restos de la víctima, el cual fue hallado en una zona baldía del distrito de Moche en La Libertad.
Las autoridades encontraron sus restos en la playa Las Delicias y se percataron de que fue enterrado de cabeza y totalmente maniatado. Tenía un trapo en la boca por lo que se presume que habría muerto asfixiado. El delincuente que dio la ubicación contó que fue contratado por la banda para cuidar al anciano.
Los familiares de la víctima reclaman justicia. “Pedimos al Poder Judicial, al Ministerio Público, que le caiga todo el peso de la ley a esos delincuentes y no vamos a descansar hasta ver que estos señores cumplan realmente su condena que corresponde” manifestó antes de retirarse del lugar de donde hallaron el cuerpo Manuel Rodríguez, su padre.
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