Intervenidos en yate del Callao eran sicarios y tiraron armas al mar antes de ser sorprendidos por la Policía

Un día después de la intervención de 19 ciudadanos de nacionalidad venezolana durante una fiesta altamar por Halloween, la Policía Nacional del Perú (PNP) ha revelado detalles del operativo liderado por buzos y efectivos de salvataje. Ocurrió en el Callao y desintegró parte de la banda ‘Puros hermanos sicarios’, que incluso había diseñado su propio logo.

De acuerdo con un informe de ATV Noticias, la intervención inició cuando dos de los implicados arrojaron un paquete al mar. Entonces, los efectivos se dirigieron a la embarcación y hallaron droga, además de un arma de fuego de propiedad de un vigilante asesinado en Lince hace dos meses. La pistola estaba abastecida con 14 municiones y 8 adicionales.

Los 12 hombres y 7 mujeres realizaban una fiesta dentro de un yate cerca de la Plaza Miguel Grau, en el muelle del Callao. Otro grupo de agentes halló un vehículo Toyota estacionado en la plaza, el cual habría sido alquilado por uno de los sujetos.

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Según el Departamento de Investigación Criminal (Depincri) del Callao, los miembros de ‘Puros hermanos sicarios’ se dedicaban al sicariato y tenían en su propiedad joyas y relojes opulentos, así como diferentes tipos de drogas. Al momento de la detención, también arrojaron cinco celulares al mar, que luego fueron recuperados por los buzos para efectuar investigaciones.

Sobre el caso, el jefe de la Región Policial Callao, general Jorge Castillo Vargas, comentó a RPP que dicha pistola incautada es de la propiedad de Frank Alvarado Altamirano, un vigilante que perdió la vida en una balacera en el distrito de Lince, el pasado 16 de septiembre.

En ese sentido, indicó al medio que uno de los ciudadanos extranjeros ya había sido detenido en Punta Negra el 12 de enero de 2020. Esto cuando se detuvo a 114 ciudadanos de nacionalidad venezolana y otros cuatro de nacionalidad colombiana en el ‘Hotel Rojo’, donde además se incautó un gran número de armas de fuego y droga.

Por otro lado, la Policía Nacional detalló que 10 de los intervenidos tendrían una situación migratoria irregular. Sumado a ello, sus edades se encuentran en un intervalo entre los 22 y 29 años. Asimismo, destacaron que serían parte de una banda criminal que se dedica a la trata de personas, sicariato y cobro de cupos, en base a sus antecedentes.

Cabe resaltar que, si bien ninguna de las mujeres que se encontraba en el lugar tiene antecedentes, tampoco se descartó que pudieran estar implicadas en una red de trata de personas.

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