El surf ha dado muchas alegrías a los peruanos y recientemente fue aceptado como deporte en los Juegos Olímpicos Tokio 2020, sumando su primera participación. En París 2024 será la segunda y ha logrado mantenerser para Los Ángeles 2028, donde seguramente también habrán peruanos luchando por una medalla. Ahora, antes de los Juegos Olímpicos, el surf solo se competía con el mundial, organizado por el ISA. El primer torneo se realizó en el Perú y el primer campeón fue un peruano: Felipe Pomar. Aunque según la web oficial, es el segundo campeón mundial.
El Toro de Punta Rocas y su título
Felipe Pomar nació en Perú en 1943 y recién a los 14 años supo lo que era una tabla de surf. Sus padres fueron Felipe Pomar Tenaud y Carmela Rospigliosi Quimper. Inició estudios escolares en el Markham College y luego fue enviado al Church College of Hawái, donde pasa el mayor tiempo de su vida. Se inició en el mundo de la tabla en 1958, cuando conoció a Pitty Block, y este le hizo conocer el Club Waikiki en Miraflores, el cual fue fundado por Carlos Dogny Larco.
En la década del 50 el surf se pupularizó en muchas partes del mundo y ya existían referentes, quienes buscaban competir y saber quién era el mejor. Así, en 1964 se fundó el International Surfing Federation (ISF), actualmente el International Surfing Association (ISA), y el presidente fue un peruano: Eduardo Arenas.
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Ese mismo año se organizó un campeonato extraoficial y, según el ISA, el primer campeón de la historia fue un australiano, Midget Farrelly, como aparece en su página web oficial. Ahora, Felipe desmiente esto: “Lo que ganó Farrelly fue un campeonato extraoficial celebrado en 1964″, expresó.
En Indonesia, país del cual se enamoró, con un amigo compraron un terreno y montaron Malole Surf House, un resort para los amantes de la vida saludable, tranquilidad y surf con buen clima, comida y de, por supuesto, las buenas olas.
Miguel Huarcaya, doctor en historia y antropología del Centro de Investigación de la Universidad del Pacífico, de Perú, lo corrobora: “No tenía estatus oficial (ISA), no existían las reglas de lo que se iba a evaluar y no había un proceso de selección nacional, así que participaban solo los que tenían plata”, dijo en entrevista con BBC.
Recién en 1965 se realizó un campeonato oficial con competidos de países como Alemania, Francia, Estados Unidos, entre otros. El torneo se realizó en la playa de Punta Rocas, Perú, y Felipe Pomar fue el mejor de la competencia, logrando llevarse el primer lugar.
“El día del campeonato habían olas muy grandes, tanto que los vecinos decían que nunca habían visto un mar así. Los contendientes de Hawái tenían práctica con ese tipo de olas, pero no los de California (Estados Unidos), Australia, Francia... Así que eso me dio ventaja”, comentó en entrevista con BBC.
Felipe quiere vivir muchísimos años y en una entrevista con Perú21 respondió lo siguiente.: “Estudio y leo los nuevos descubrimientos referentes a la salud y he conocido a media docena de personas que estaban surfeando hasta los 90 y he estudiado sus vidas; sé qué cosas hicieron; entonces, tomando lo mejor de la gente que ha tenido éxito y tomando los últimos descubrimientos, me parece lógico poder llegar un poco más de donde han llegado algunas personas. Si llego a los 98, quedaré bien; ahora, quisiera hacer lo posible por llegar a los 100″
La vez que dominó un tsumani
El 3 de octubre de 1974, Perú sufrió un terremoto de 7,4 grados en la escala de Richter que causó más de 200 muertes y 3.500 heridos. Ese mismo día, Felipe Pomar surfeó un tsunami, pero mantuvo la historia en secreto durante 10 años por respeto a las víctimas. La historia la vivió junto a su amigo Pitty Block en Punta Hermosa. Ambos se encontraban en la calle durante el terremeto que, después de 90 segundos se detuvo. Allí se les ocurrió la idea de entrar al agua a surfear la ola más grande de la historia
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Empezaron a nadar con sus tablas, pero no contaron con que la fuerza de la naturaleza los arrastraría. Se alejaron cerca de 2 kilómetros y encontraron un mar caótico e impredecible. La única manera que encontraron de salir fue cruzar la bahía nadando en paralelo a la playa. Y fue entonces cuando llegó una ola de tsunami (dos pisos aproximadamente). En una entrevista asegura que pensó que quizás era la última de su vida. Al estar cerca a la orilla y ya a salvo, vio un barco golpearse contra las rocas. Ambos decidieron guardar el secreto por lo descabellado que fue.
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