En la avenida Óscar R. Benavides (ex Av. Colonial) en el Callao, se encuentra el Cementerio Camposanto Baquíjano y Carrillo, un lugar donde están enterrados más de 120 mil personas, en su mayoría ‘chalacos’, pero lo más llamativo son sus elegantes y caros mausoleos, los cuales reciben homenajes hasta las fechas por ser nicho de personas importantes de la provincia y del Perú.
Se dice que la gente del Callao, en los primeros años de la República de Lima, enterraban a sus familiares o amigos en huacas cercanas, particularmente en una que se situaba cerca al popular barrio de Chacaritas. Estos se situaban cerca a los antiguos pantanos de esta provincia constitucional y varias terminana llenas de agua y se convertían en potenciales puntos de infección, por lo que existía un gran problema por solucionar.
La epidemia de la fiebre amarilla fue la gota que revalsó el vaso y el motivo principal de una decisión histórico: construir uno de los cementerios más modernos en uno de los caminos a Lima. Con Gregorio Hurtado como director de la Beneficencia del Callao, en 1958 se proyectó que se tomaría un potrero que era propiedad de Ignacia Ramírez de Arellano para construir el cementerio.
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La construcción inició el 24 de octubre de 1859 y, con la presencia del presidente del Perú, el mariscal Ramón Castillo, la obra fue inaugurada el 12 de diciembre de 1861: nacía el Cementerio General de Baquíjano. En su primer año fueron enterrados 12 mil cadáveres, que en su gran mayoría eran víctimas de la fiebre amarilla.
El nombre del cementerio es en honor a José Baquíjano y Carrillo (13 de febrero de 1751, Lima - 24 de enero de 1817, Sevilla), un ilustre abogado de la Real Audiencia de Lima, conocido por su discurso: “Homenaje o elogio al Virrey de Jáuregui”: una crítica al virrey por las reformas e impuestos que oprimían a criollos e indios. Por dicho discurso recibió severas sanciones, quedando fuera de todo cargo y administración colonial. En 1790 fundó la Sociedad Académica Amantes delPaís y llegó a ser su primer presidente. Se caracterizó por su inmensa generosidad con los jóvenes brillantes y sin recursos económicos. Fue un ferviente defensor de criollos e indios.
Qué encontramos en el Baquíjano
Aquí se encuentran enterrados grandes personalidades chalacas y nacionales, entre ellas el coronel Manuel Cipriano Dulanto, quien falleció el 17 de marzo de 1867. Fue prócer de la Independencia, combatiente de Ayacucho, alcalde del Callao (1857), senador y prefecto del Callao, y gran benefactor de la ciudad de nuestro primer puerto.
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También están los peruanos que nos defendieron y cayeron en la Guerra del Pacífico con un mausoleo hecho de mármol. Además podemos encontrar La Cruz Mayor, que sobresale por su altura en los campos santos y tiene un significado especial en el Día de los Muertos (1 de noviembre), pues allí llegan personas a rezar, colocar velas y flores, y colocar placas a sus familiares y amigos fallecidos en cementerios de lugares distintos o lejanos.
Asimismo, casi como un lugar de pregrinación, está el concurrido mausoleo de Sarita Colonia y la tumba de los Héroes del Cenepa. Por otro lado, también se encuentran los restos de la primera guitarra del Perú Óscar Avilés, entre otros personajes.
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