Un romance que nació en Internet. Han pasado 15 años desde que una familia peruana vivió una tragedia cuando se descubrió el asesinato de su hija. Antes de la existencia de las aplicaciones de citas, como Tinder o Bumble, algunas personas usaban salas de chats para conocerse. Jana Claudia Gómez no imaginó que en una conversación conocería a su asesino. La estudiante de Administración era la mayor de tres hermanos. Pasaba su tiempo libre distrayéndose en sitios online.
Es así como llegó a una plataforma para conversar con personas de distintas partes del mundo por medio de mensajes instantáneos. En una de sus conexiones en 2006 conoció al estadounidense William Trickett Smith II. Este se presentó como vicepresidente de una compañía en Pensilvania, teniendo una vida acomodada, sin carencias. Con el paso de las semanas decidieron iniciar una relación a distancia. Ella lo invitó a que visitara Perú para conocerse y a que conviva con su familia por unos días.
Recibió un sí como respuesta. Para agosto del mismo año, el extranjero hizo un primer viaje para estar cerca a la mujer que decía querer. La madre lo recibió y aceptó, mientras que su padre, un agente de la PNP, le confesó que ese vínculo no le parecía adecuado, pero lo respetó.
William tenía los recursos para poder hacer viajes constantes para estar con Jana, por lo que la distancia no se convirtió en un problema. Antes de cumplir un año como pareja, decidieron contraer matrimonio el primero de marzo del 2007, en Trujillo, casándose por la vía civil. Su felicidad se notaba en el rostro de la joven. A la ceremonia solo asistieron algunos familiares, sin amigos ni la familia de Trickett Smith.
Una vida de casados en Perú
El extranjero tenía planeado dejar todo lo que tenía en Estados Unidos para iniciar desde cero en Perú. Esto conllevó a que permaneciera más tiempo en el territorio, tiempo en el que salió a la luz su otro rostro, uno celoso, controlador y violento. A sus 24 años se vio forzada a abandonar su carrera universitaria porque su esposo no quería que se relacionara con otras personas. Se encerraba en su habitación y el aislamiento consumió su vida.
Desaparecida
En los primeros días de julio de 2007, Jana Claudia se comunicó con su madre para avisarle que dejaría Trujillo por unos días. Viajaría a Lima para encontrarse con su esposo, recoger su DNI con el apellido de casa y partir con dirección a Cusco. Esta fue la última vez que la escuchó. Al pasar los días, no había noticias de ninguno de los dos. El padre les depositó dinero, pensando que algo ocurrió y que quizás podrían necesitarlo.
El 11 del mismo mes, los padre se llevaron una inesperada sorpresa cuando William los llamó supuestamente desde Estados Unidos, indicándoles que no podía comunicarse con su esposa. Este hecho les pareció extraño. Negó estar en el país y la historia solo se llenaba de dudas. Esperaron que regresara, pero no ocurrió. 15 días más tarde presentaron una denuncia por desaparición.
El terremoto en Pisco reveló un asesinato
Con una actitud sospechosa, el estadounidense se apartó de la búsqueda de su pareja. Avisó a sus suegros que regresaría a su país sin dar mayor explicación. El sismo del 15 de agosto del 2007 impidió que abordara el avión. Horas más tarde, efectivos de la PNP hallaron una maleta en la playa Las Cascadas, Barranco. Lo que vieron en su interior los dejó sin aliento.
“Una mujer entre 20 y 30 años con un tatuaje de mariposa en la nuca”, fueron las características que lograron rescatar de un cuerpo en descomposición que fue acomodado dentro de la valija. Rápidamente los medios de comunicación expusieron la historias, llegando a la familia en Trujillo.
La mamá de Jana reconoció ese tatuaje, el cual le pareció similar al que tenía su hija. Gracias a las pruebas de ADN se confirmó que se trataba de la ciudadana peruana y más de seis posibles causas de muerte. Al llegar a Lima, acudió a las autoridades, donde reconoció el cadáver, además de precisar que esa maleta le pertenecía a su yerno. Con el registro migratorio se reveló una mentira. William Trickett Smith II nunca dejó el Perú y estuvo en un hotel los días antes de encontrarse el cuerpo, por lo que se convirtió en el principal sospechoso del crimen.
El crimen ocurrió el 8 de agosto, en el hotel San Remo. Aseguró que Jana inició una discusión cuando se enteró que tenía que realizar unos trámites por un hijo que tenía. Empujones y golpes acabaron con el cuerpo de la peruana tendido en el suelo. Él se marchó de la habitación. Cuando regresó, la encontró sin vida, según su versión a Día D. Añadió que arrojó el cuerpo al mar porque ella amaba ese lugar.
Desenmascarando al feminicida
Al abrir una investigación recaudaron datos sobre el esposo. No era de una familia acomodada y a sus 26 años tenía un amplio historial delictivo vinculado al tráfico de drogas. Incluso, pasó algunos meses en prisión. Una pieza clave en la historia fue Mónica Cecilia Muñóz, con quien también mantuvo una relación cibernética estando en el país. Ella habló con la Policía, indicando que, por hacerle un favor, se encargó de cancelar la línea de celular de Jana Claudia.
Confesó que en uno de sus encuentros, que coinciden con la fecha del feminicidio, él le pidió que acuda con el a hacer un negocio y que lo apoye como su traductora. El destino era la playa. William llevaba una maleta y arrastrándola se subieron a un bote para ir a un espacio alejado de la orilla. Usó una piedra para amarrarla a la valija y la lanzó al mar. Cuando su acompañante le preguntó porqué hizo eso, sostuvo que se trataba de un ritual para la suerte, donde arrojaba documentos y elementos viejos.
Detenido y deportado
Fue detenido el 24 de agosto del 2007 en Estados Unidos. El juez Joseph H. Kleinfelter lo sentenció a seis años de prisión por eludir a la policía que lo detuvo con droga en el 2004, además de no cumplir con su libertad condicional. El 12 de agosto del 2010 lo trajeron a Perú para ser juzgado.
En el 2019, tras un largo proceso judicial, fue sentenciado a 31 años de prisión. La Primera Sala Penal para Reos en Cárcel dispuso a que pague 60,000 soles de reparación civil a favor de los deudos. Actualmente se encuentra en el penal Miguel Castro Castro, donde estará recluido hasta el 7 de junio del 2041, fecha en la que cumplirá su condena por asesinar a su esposa.
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