Haydeé Cáceres está en los ojos del mundo por su protagónico en la película ‘El Corazón de la Luna’ de Aldo Salvini, la misma que ha ganado los premios de Mejor Película y Mejor Actriz en el Boston Science Fiction Film Festival. Sin embargo, el más importante reconocimiento internacional es la prenominación a los premios Oscar, en la categoría ‘Mejor largometraje internacional’, logro que la artista de gran trayectoria asume con mucha humildad.
La primera actriz nacional, con 54 años de carrera y un sinnúmero de personajes y experiencias en su memoria, conversó con Infobae, donde reveló su sentir sobre el momento que vive hoy en día tras ser parte de este proyecto, sus años en las tablas, sus sueños y su esperanza de que los actores sean valorados.
Señora Haydeé, a puertas de estrenar ‘El Corazón de la Luna’, ¿cómo recuerda su convocatoria?
Cuando me convocó Aldo (Salvini), yo lo recibí con mucho cariño y sin dudar, porque yo sé cuál es el trabajo de Aldo, es un capo. Yo ya tuve oportunidad de trabajar con él y dije: ‘ya.’ Nos reunimos, yo di mi punto de vista y él me dijo: ‘exacto Haydeé, eso es lo que quiero’ y empezamos a trabajar, sobre todo la personalidad de esta mujer, porque sin lenguaje, sin decir una palabra, solamente con acciones físicas y sonidos tenía que mostrar todo ese mundo caótico de abandono, de tristeza, la indiferencia que hay.
¿Fue muy complicado la realización de su personaje, ‘M’?
Es un personaje muy complejo, pero también muy conmovedor, porque tienes que demostrar todo tu mundo a través de las acciones físicas y del sonido. Ha sido un reto, pero hemos salido del paso. Yo le puse todo mi corazón, toda mi vida, todo mi amor en el personaje. Es un personaje real, vemos cuántas señoras están pidiendo limosnas, de 90 o hasta de 100 años, limpiando carros, eso es real, vemos en todo momento, día a día están ahí.
Este jueves 27 de octubre se estrena en el Perú, imagino que con las emociones a flor de piel...
Sí, tenemos una gran expectativa, confiamos en que el público la irá a ver. Esto es un triunfo del cine peruano, y nosotros tenemos que hacer que trascienda todo nuestro trabajo, todo el talento artístico que hay.
Con 54 años de trayectoria, ¿cómo la hace sentir estos reconocimientos internacionales?
Sobre todo, que te den valor en otro sitio y no en tu propio país. Tengo 54 años de vida artística, a veces me he sentido con buenos trabajos que he realizado y así no estoy en una terna. Acá hay que reconocer al verdadero talento, pero eso no me interesa, por último, porque yo no trabajo para premios, yo trabajo porque es mi vocación, es mi profesión y quiero que el público reconozca eso y le demos lo mejor. Eso es lo importante.
¿Cómo siente que la ha tratado el Perú?
No voy a decir que aquí no se me ha reconocido, he tenido reconocimiento del Ministerio de Cultura, del Congreso de la República, de casi todas las municipalidades, de clubes, de universidades. En mi casa ya no sé dónde poner tantas cosas (risas), estoy muy agradecida. Pero esto es otra cosa, esto es nivel mundial y lo que me da gusto es que nuestro trabajo trascienda, que el cine pase fronteras, para que seamos conocidos no solo por la gastronomía, sino también por el arte y la cultura.
¿Es difícil ser un artista respetado y reconocido en el Perú?
Ahora los escándalos son lo primero, tú eres conocido por los escándalos, pero no por el trabajo que realizas y eso está mal. Se debe reconocer por tu trabajo, por todo lo que haces. Es difícil pero hermoso a la vez, si tú lo sabes guiar bien, mantienes una línea con respeto, disciplina, responsabilidad, amor al teatro, con ética. Eso es lo que debe ser un artista, un actor, un maestro. Un actor no puede ser deficiente. Los actores podemos hacer de ingenieros, de maestros, de padres, de arquitectos, de doctores de todo. Qué lindo.
Luego de varias producciones en las que ha participado, ¿siente que ha evolucionado el cine?
Sí ha evolucionado, pero necesitamos mucho apoyo del Gobierno. Porque ahora hay estos concursos casi cerrados, pero yo creo que deben dar más oportunidades y sobre todo, la platita para hacer estas producciones. Sin plata no se hace absolutamente nada, no solo un premio a determinado proyecto, sino varios premios. Hay gente muy talentosa de cine que quiere hacer cosas, por eso tienen que recibir un apoyo.
Y también el apoyo del público en las salas…
Por supuesto. La pandemia nos atrasó bastante, en todo sentido. Antes de la pandemia había proyectos y todos han querido hacerlo después, y se han juntado. Por ejemplo, yo tenía varias producciones, pero no he podido estar en todo. Acabo de filmar ‘Viejas amigas’, es una película que va a dar mucho de qué hablar, es la versión femenina de ‘Viejos amigos’.
En ese sentido, ¿cómo ve la participación de las mujeres en el cine?
No soy feminista, pero hay que darle más oportunidad a las mujeres, porque los protagonistas de las películas suelen ser hombres, son más varones que mujeres. En las producciones brasileras, señoras de 90 años siguen trabajando. En las novelas turcas, todos los personajes casi son mayores, pero acá no, solo quieren a los jóvenes, no puede ser, porque hay tantas actrices y actores de edad que necesitan trabajar. No puede ser que a las personas de 60 o 70 años se les impida, que no se los llame porque están viejos.
En su haber tiene un sinfín de personajes, ¿cuáles son los retos que asume cuando los hace suyos?
A mí me gustan todos los personajes, de todos los géneros. Hay unos mejores que otros en cuanto a riesgo, a retos. Siempre menciono ‘La vida es sueño’, donde hice de ‘Segismundo’, un personaje masculino, todo un trabajo corporal, gestual, de todo. La gente pensaba que era hombre, eso es lo bonito, cambiar, que no sea lo mismo. Hay que mostrar otras facetas del actor, por eso hay que prepararse bien.
¿Siempre anhelo ser la actriz que es hoy?
Me hace acordar a lo que me dijo una amiga de promoción de secundaria cuando nos vimos hace poco. Yo, en el colegio, era muy bromista y mi salón siempre salíamos ganadoras como reinas y todo era arte. Nosotros representábamos lo que veíamos en la televisión, yo era la que comandaba todo (risas). Una amiga me dice: ‘Haydeé yo me acuerdo que tú decías: vas a ver cuándo yo esté en el teatro, el público me va a aplaudir’. Yo no me acuerdo, pero como es la vida, aquí estoy.
También te das tiempo para el teatro, se encuentra presentando la obra ‘Mary Richmond, tú y los otros’..
El teatro, cine y televisión, todos tienen su encanto y son distintas técnicas, pero mi formación es teatral porque hay más tiempo de ensayos, tiempos para estudiar el personaje, para componer. La televisión es rápida, a veces el mismo día y tienes que aprenderlo.
¿El teatro es su segundo hogar?
Mi segundo hogar por supuesto, hasta el primero creo (risas), porque es mi vida, es mi vocación es lo que la vida me ha dado, Dios me presentó y eso yo desde pequeña sabía lo que iba a hacer. Si volvería nacer, sería actriz.
¿Qué cree que le falta cumplir?
Todavía me falta. Tengo mis sueños son varios, que yo sé que lo voy a hacer. Nunca es tarde, como siempre digo, cuando me quede sin memoria, ahí Haydee Cáceres ya fue, pero mientras tanto tengo que seguir estudiando, tengo que seguir luchando. Quiero que el actor sea valorado, que se valore nuestro trabajo, que seamos respetados. Si nosotros mismos no nos ayudamos, no nos respetamos, no nos valoramos estamos fritos, y eso es lo que el público tiene que entender bien.
Hay mucho trabajo detrás del actor…
Así es, no es solamente subir al escenario, decir tu parte y ya eres famoso, no. El teatro te da calidad. La fama se requiere de muchas cosas, no solamente de salir en televisión, la fama, es estudio, es preparación, es responsabilidad, es respeto, es disciplina, esa es la fama. ¿Famoso porque sale en televisión? No frieguen pues.
Está dejando un gran legado, ¿así desea que la recuerden?
Me gustaría que me recuerden como una mujer que luchó, una obrera del teatro, quiero que los jóvenes sepan que si tienen talento, hay que prepararse. Hay que estudiar, hay que viajar, ver otras realidades y venir a enseñar en tu Perú. Creo mucho en la juventud, quiero que me recuerden así, pero todavía eso no, dentro de 100 años. (risas). Eso es lo que quiero, que nuestra vocación sea respetada y valorada.
Haydée Cáceres en ‘Mary Richmond, tú y los otros’
Haydeé Cáceres da detalles sobre su personaje y la puesta en escena, la cual esta basada en la pionera estadounidense del trabajo social Mary Richmond. La obra ‘Mary Richmond, tú y los otros’ se presenta hasta el martes 1 de noviembre con dos funciones a la semana, lunes y martes a las 20:00 horas.
¿Cuál es su personaje en esta nueva historia?
Mi personaje es la abuela de Mary. Después de perder a sus padres cuando tenía 7 años, la niña se quedó al cuidado de su tía y su abuela. Mary es una niña muy hábil desde chiquita. Mi personaje se adelantó a su tiempo en el que machismo predominaba, los hombres solo podían trabajar y la mujer no. Si trabajaba, le pagaban una miseria.
En la casa de Mary se hablaba de esta realidad, de la explotación, sobre todo de la mujer y de los niños. La pequeña se fue formando desde chiquita, escuchando las charlas que había en su casa, cuando se reunían los mayores. Eso es lo que fue la abuela para ella, un referente en su vida, en su educación, en su preparación en su formación. A ella la formaron en su casa y cuando fue al colegio llegó con ideas avanzadas, fue la pionera del trabajo social.
¿Te identificas con tu personaje?
Sí, yo me identifico mucho con la abuela, porque yo quiero ver a mis nietos crecer. Siempre les digo vuelen, váyanse, viajen, estudien. Se tienen que formar bien, estudiar, trabajos técnicos. Inculcarles el trabajo.
¿Qué mensaje deja la obra?
Son muchos mensajes, sobre todo de la mujer luchadora, la mujer valiente, la mujer que se enfrentó a miles de obstáculos.
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