La NASA ha seleccionado un vehículo de exploración espacial diseñado en la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI) como una de las quince mejores propuestas del mundo. El rover fue trabajado por el grupo Tharsis y participará en el Human Exploration Rover Challenge (HERC 2023), una competencia mundial que involucra a estudiantes de ingeniería en la construcción de vehículos que pueden ser usados por los astronautas en misiones de exploración en la Luna o Marte.
Tharsis, un grupo interdisciplinario conformado principalmente por 80 estudiantes de diversas facultades de la UNI, fue uno de los dos equipos nacionales seleccionados que representará al Perú en la sede de NASA, en Alabama (Estados Unidos), donde compiten más de 60 universidades e instituciones educativas del mundo.
El equipo con el mayor número de puntos acumulados en cada categoría será el ganador. La particularidad del proyecto Tharsis es que cuenta con más del 25% de mujeres en sus filas.
Angel Flores Zorrilla, estudiante de Ingeniería Mecánica de décimo ciclo y líder del equipo Tharsis, comentó a Andina que en la primera etapa del certamen, presentada a inicios de septiembre, se hicieron simulaciones virtuales para aprovechar el ahorro de costos y luego pasaron a la etapa física que corresponde a la manufactura.
“Teníamos que demostrar nuestra capacidad de poder desarrollar un diseño confiable y también a su vez la capacidad de tener los conocimientos básicos para elaborarlo en el aspecto de manufactura, conocimientos de herramientas, máquinas a nivel industrial como semiindustrial”, dijo.
Víctor Fuertes Saboya, estudiante de décimo ciclo de la carrera de Ingeniería Mecánica y responsable del área mecánica del proyecto, refirió que en el área de diseño pedían los criterios de investigación.
“No sabemos qué tipo de terrenos se pueden encontrar en Marte, puede ser muy arenosa, acuosa, lisa o muy pedregosa, entonces la rueda tenía que resistir todo ese recorrido o aguantar todo eso para que pueda seguir funcionando y mantener el menor mantenimiento posible”, explicó.
La UNI ya ha participado en esta competencia organizada por la NASA en las ediciones 2019 y 2020, en los que resultó ganadora en las categorías de Telemetría y Electrónica y Diseño y Fabricación de ruedas, respectivamente.
En esta reciente edición, a diferencia de la convocatoria previa, la NASA hizo una preselección inicial debido a que ahora hay mayor participación de países a nivel global. La agencia espacial también exige un respaldo institucional de la misma universidad o instituto. Otra diferencia es que en esta edición la NASA se enfocó en la seguridad de los pilotos y en los planes de contingencia.
Preparación
Luego de la fase de diseño continúa la de construcción, programada para finales de noviembre, que requiere de un informe detallado de cada parte del vehículo, con las descripciones del material y las medidas definitivas a fin de que sea concluido a finales de enero. Después pasa una etapa de validación con pruebas, y finalmente, se avanza a la competencia central a realizarse a fines de abril del 2023.
El estudiante Ángel Flores recordó que la NASA busca promover y difundir ciencia, tecnología e ingeniería en los colegios de nivel primaria y secundaria con el fin de conseguir ganar la categoría STEAM y Social Media.
Por ello, el futuro ingeniero exhorta a los docentes de centros educativos a los inviten a charlas de robótica y conversatorios sobre el proyecto Tharsis. Además, el público puede seguir los avances del equipo a través de sus cuentas de redes sociales.
El recorrido de la competencia es aproximadamente media milla que incluye un campo simulado de escombros de asteroides, rocas, surcos de erosión, grietas y un antiguo lecho de un arroyo. Los requisitos de peso y tiempo del desafío fomentan la compacidad, el peso ligero, el alto rendimiento y la eficiencia del rover.
Como parte de la competencia, las entradas de los rover se prueban para garantizar que encajen en un área de almacenamiento del módulo de aterrizaje, de un máximo de 5 pies de largo por 5 pies de alto por 5 pies de volumen. Al igual que en la misión de superficie del Apolo 14, los equipos deben tomar decisiones en tiempo real sobre qué objetivos de la misión intentar y cuáles dejar atrás, todo impulsado por un suministro limitado de oxígeno virtual de ocho minutos, como en la misión Apolo 15.
Por primera vez, otra universidad peruana, además de la UNI, participará en el concurso. Se trata del Grupo Ares, conformado por alumnos de Ingeniería, Comunicación y Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Piura.
SEGUIR LEYENDO