Ante el riesgo de que el Perú siga cayendo en su calificación crediticia, tal como ha advertido la agencia internacional Fitch Ratings, el Instituto Peruano de Economía (IPE) indicó que el país minero está perdiendo su liderazgo de crecimiento en América Latina.
Años atrás el Perú gozaba de una posición favorable entre las principales economías de la región; sin embargo, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha rebajado sus proyecciones de crecimiento del país para el 2022 y 2023 en los últimos seis años.
“Esta situación sucede ante el desaprovechamiento de los vientos externos favorables, en un contexto local de mayores conflictos sociales, persistente precariedad laboral y alta incertidumbre política”, señaló el IPE.
Cabe anotar que el FMI proyectó en su informe de octubre que el Producto Bruto Interno (PBI) del Perú tan solo crecerá 2.7% en el 2022, menor al 2.8% proyectado en julio pasado y por debajo de las estimaciones de abril, previsto en 3%.
Cabe precisar que el Perú ha sido la única economía de la región a la que el FMI le rebajó sus proyecciones para el 2022 y 2023 en los últimos seis meses.
Retroceso
Según el IPE, el PBI desestacionalizado, indicador que elimina los factores temporales que influyen sobre la producción cada año –como la Semana Santa o Navidad– muestra que, en los últimos tres meses hasta agosto del 2022, el PBI del Perú se ubicó 2,6% por encima del nivel prepandemia; sin embargo, muy por debajo del promedio de Colombia, Chile, México y Brasil (4,3%).
“Teniendo como punto de comparación el trimestre anterior al inicio de la pandemia, el Perú registra un mejor desempeño que el resto de los países de la región en los rubros vinculados a la inversión (construcción y manufactura), y un menor dinamismo de las actividades relacionadas al consumo (comercio y servicios), así como un mayor retroceso del sector minero”, dijo el IPE en una publicación para El Comercio.
Baja capacidad adquisitiva
De acuerdo a la Cepal y la OIT, en el 2021 los salarios reales urbanos en el Perú fueron 10,5% inferiores a los del 2019, caída mayor al promedio registrado por Brasil, Colombia y México (0,2%). De esta manera, se refleja que los peruanos están perdiendo su capacidad adquisitiva.
“Si bien el consumo ha explicado buena parte del crecimiento del país durante el 2022, su rezago frente a otros países estaría explicado por una débil recuperación de la capacidad adquisitiva de los hogares”, señaló IPE.
Por otra parte, debido a la mayor conflictividad social, el PBI minero peruano se sitúa 9,3% por debajo del nivel prepandemia, una contracción que supera a las de Chile (-5,4%) y México (-1,7%), también países mineros.
Escenario internacional
América Latina enfrentará un escenario global menos favorable en lo que resta del 2022 y el 2023 ante las persistentes presiones inflacionarias, la desaceleración en el crecimiento de sus principales socios comerciales, la caída en los precios de las materias primas y condiciones de financiamiento más restrictivas.
Desde junio del presente año, las cotizaciones internacionales de los metales industriales y combustibles acumulan una caída promedio de 22,8%. El menor apetito por riesgo de los mercados se ha traducido también en una depreciación de las monedas de la mayoría de las economías de la región.
En este contexto, los costos de financiamiento se han incrementado rápidamente: la tasa de la deuda soberana en el Perú pasó de 6,0% a fines del año pasado a 8,4% en octubre último, niveles no vistos desde la crisis financiera global del 2008.
Los riesgos para América Latina trascienden al 2023. Las proyecciones del FMI para el mediano plazo anticipan un avance inferior al promedio de las últimas dos décadas.
Economía peruana resiliente
A pesar de la caída de los precios de las materias primas, el sol se ha mantenido como una de las monedas más estables en la región. La solidez se refleja en sus niveles de reservas internacionales como porcentaje del PBI, uno de los más altos entre los mercados emergentes.
Ante el escenario adverso internacional, el Perú dejaría de liderar el crecimiento de la región. En ese sentido, IPE dijo que revertir este panorama requiere condiciones que permitan atraer más inversiones y reformas que atiendan las cicatrices que dejó la pandemia.
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