El misterio de la Quinta Heeren y la muerte del japonés Seiguma Kitsutani

En el año 1880, en el Cercado de Lima, en la zona de Barrios Altos, en la ciudad de Lima, se construyeron un conjunto de casonas al estilo europeo los cuales fueron nombrados como la Quinta Heeren. El alemán Oskar Augusto Heeren fue el diseñador de esta famosa residencia, quien adquirió más de 40 mil metros cuadrados del jirón Junín para construir todo. Este fue considerado en su momento como uno de los condominios más lujosos de la zona. Sin embargo, años más tarde fue el lugar que albergó un misterio en su interior y en la siguiente nota te detallamos qué pasó.

El 24 de febrero de 1928, la Quinta Heeren albergó un suceso que llamó la atención de la población y estaría relacionado con un empresario internacional que se quedó a vivir en Lima por un largo tiempo. Seiguma Kitsutani, de nacionalidad japonesa y quien había llegado en 1901 al Perú para vivir en el condominio desde 1915, se suicidó. Esto fue noticia para muchos diarios de la época.

Este personaje, un hombre de negocios de la industria textil, fue uno de los principales promotores para que Japón pueda donar el monumento a Manco Cápac, el cual se encuentra ahora en el distrito de La Victoria. Sin embargo, sus ganas de salir adelante a base de emprendimientos no dieron frutos y, al parecer, fue ese el motivo principal por el cual decidió quitarse la vida.

La prensa investigó y fue a la quinta para preguntar a los allegados qué había pasado. La población se encargó de darle un toque misterioso al caso y, por supuesto, al domicilio. Los argumentos de las personas nunca fueron lo suficientemente contundentes para saber por qué y cómo lo hizo. Desde ese trágico momento, el espíritu del japonés sigue paseándose por la casa donde vivió, no dejando dormir bien a quien la habita, siendo este el fantasma más famoso de la antigua quinta.

Actualmente, el lugar se encuentra deshabitado, pero abierto al público, ya que las personas pueden visitar y contemplar las viviendas. En estos recorridos también se acostumbra realizar presentaciones artísticas.

La popular casona fue construida entre los años 1880 y 1890. El primero en liderar las actividades de construcción fue Manuel Pardo, nieto de Oscar Heeren. Más adelante, en 1940, se edificaron nuevas viviendas en los terrenos próximos al jirón Maynas.

En 1996 la familia Pardo inició una serie de actos legales de desalojo y diez años más tarde se produce la desocupación. Desde entonces, no habita allí ninguna familia. Ahora es espacio de arte y cultura. En los últimos años, el establecimiento se ha convertido en sede de diferentes actividades artísticas y culturales organizadas a fin de revalorar la importancia de este espacio en la historia del Perú.

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