El trágico asesinato de un español en el Hotel El Comercio, hoy tercer piso del famoso Bar Cordano

Con un supuesto botín de joyas, dos españoles llegaron a Lima para hospedarse en el Hotel El Comercio. Solo uno salió vivo y terminó fugándose a Panamá, pero a los días fue encontrado.

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En este cruce de calles, se encontraba el Hotel El Comercio.
En este cruce de calles, se encontraba el Hotel El Comercio.

Si queremos relajarnos y pasar un buen rato, el Bar Cordano es uno de los más reconocidos en el Centro de Lima. Ubicado al frente del Palacio de Gobierno y cerca a la exestación Desamparados, hoy por hoy Casa de la Literatura, suele ser muy concurrido por gente de la zona y turistas que pasean por las calles de la capital. En el tercer piso de este famoso y legendario lugar, hace muchos años se encontraba en Hotel El Comercio, ubicación exacta de un trágio asesinato.

La muerte en la habitación 89

Transcurría el 24 de junio de 1930, cuando en Lima se dio uno de los crímenes más sanguinarios de la época. La noticia remeció y fue motivo de largas conversaciones sobre los hechos por muchos años. Hasta el momento, algunas personas relatan el grave delito.

Dos españoles, Genaro Ortiz y Marcelino Domínguez se hospedaron en la habitación 89 del Hotel El Comercio, uno de los más concurridos en esos años. Ambos llegaban desde Bolivia con un supuesto botín de joyas robadas. Ya instalados en la habitación, los compatriotas tuvieron una discusión, al parecer, por la repartición del botín. Sin embargo, no pasó a más hasta que llegó la noche.

Así lucía el hospedaje en la década de 1930.
Así lucía el hospedaje en la década de 1930.

Mientras Dominguez descansaba tras un agitado día, Ortiz salió a buscar un martillo y un serrucho por las calles aledañas. Consiguió lo que necesitaba y. al regresar al cuarto, golpeó despiadadamente a su compañero con martillazos incesantes, lo que culminaría en un macabro asesinato. Lo siguiente fue descuartizar el cuerpo con el serrucho y colocar las partes en dos maletas.

Con una mente fría y calculadora, propia de una película de suspenso, el asesino dejó ambas maletas en otro hospedaje que se encontraba al frente del teatro Municipal para luego partir al Callao. Días más tarde, sin que aún se sepan de los hechos, Ortiz se fugó a Panamá.

El martillo fue uno de los materiales que usó para matar a su compatriota.
El martillo fue uno de los materiales que usó para matar a su compatriota.

Los restos fueron encontrados días más tarde y las investigaciones culminaron con el asesino apresado en el país centroaméricano. Con los hechos contados por la Policiía Nacional del Perú, la ciudad entera se paralizó, jamás había sucedido un crimen de esta magnitud y grado de violencia en Perú y rápidamente se convirtió en la historia de interés de los limeños que seguían cada actualización de la noticia con gran fascinación y horror.

El Hotel Comercio, luego del asesinato, tuvo que cambiar la numeración de las habitaciones porque ningún huésped quería quedarse en la habitación 89. Además, en las calles se decía que el lugar estaba cargado de la energía del horrendo acto, por lo que el hotel decayó en clientela estrepitosamente.

Finalmente, el hospedaje cerró sus puertas en la década de 1950. Actualmente ese tercer piso está desocupado y si caminas por esa calle aún lo puedes ver como se dejó: oscuro, vacío y lleno de misterio. En el primer piso se siguen disfrutando de buenas tardes y noches en el Bar Cordano.

El célebre Cordano es el bar más antiguo y uno de los más tradicionales que aún abre sus puertas en Lima.
El célebre Cordano es el bar más antiguo y uno de los más tradicionales que aún abre sus puertas en Lima.

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