Un día más en la vida de una joven trabajadora terminó con su muerte. Era el 28 de noviembre del 2020 y los peruanos aún intentábamos acostumbrarnos a convivir con el coronavirus tras el anuncio de la pandemia. En este contexto, se da a conocer el caso de Judith Machaca, una estudiante de Ingeniería Ambiental de solo 20 años. Para apoyar en la economía de su hogar, consiguió un trabajo como vendedora de celulares en una tienda. Ese fue el último escenario donde se le vio con vida por última vez.
¿Dónde está Judith?
Al caer la noche, ella esperaba que llegue su hora de salida para retornar a casa. A las 8:30 p.m. marcó su retiro, despidiéndose y abandonando el local, ubicado en Tacna. La ruta que tomaba era directa, regresar a su vivienda. El recorrido que hizo la llevó por la calle 2 de mayo, cerca al hospital Hipólito Unanue. Desde este punto, no se supo más de ella.
Con el paso de las horas, y no ver algún tipo de mensaje o llamada que indicara algún tipo de retraso, sus padres, Gabino Machaca y Susana Cauna, no podían contener la preocupación. Lo primero que decidieron hacer es poner una denuncia por desaparición en la comisaría 24 de junio de Gregorio Abarracín.
Sin temor a un contagio por COVID-19, recorrían las calles y hablaban con personas para saber si la habían visto. Para el mes de diciembre, la PNP calificó como “complejo” el caso, solicitando la colaboración de la Unidad Canina de Lima, especializada en la búsqueda de cadáveres.
El propósito de sumar estos refuerzos era para analizar a detalle con quiénes se comunicó por última vez y registrar la vivienda de la pareja de la estudiante, manejando las hipótesis de un presunto secuestro.
La teoría que manejaban los policías sobre involucrar a un enamorado causó sorpresa en los padres, asegurando que ellos no tenían bajo su conocimiento que Judith tuviera una relación amorosa. Para sumar a la investigación, ellos hicieron entrega de la casa de celular que usaba la estudiante. Con ayuda de un geolocalizador se logró ubicar dónde estaba ese dispositivo.
Más dudas se apoderaban del caso
Para el 18 de diciembre, el móvil se halló en la vivienda de Diana Apaza (23), identificada como esposa del policía en actividad Santiago Cristian Paco Mamani. ¿Por qué ella tenía este objeto? Al ser detenida por los agentes, le pidieron que de su testimonio y explique la razón. Ella señaló que fue un regalo de su pareja.
Un policía al asecho
El suboficial reveló que vio a la joven en la noche de su desaparición. Añadió que la recogió con su camioneta. Según su relato, ellos se conocían. Mencionó que tuvieron una discusión, la cual culminó en el óvalo Callao, cuando ella bajó y que por un descuido, olvidó su celular en el vehículo. Aunque resaltó que su encuentro fue en su medio de transporte, los efectivos encontraron pertenencias de la desaparecida en la vivienda que compartía con su esposa.
El sistema de justicia dictó nueve meses de prisión preventiva contra Apaza, por los presuntos delitos de secuestro, homicidio calificado y receptación. El policía obtuvo 18 meses de prisión preventiva, pero al no tener suficientes indicios, el pedido lo declararon infundado, siendo investigado en libertad.
El pozo
Una llamada telefónica les dio señales de donde estaría su hija. En esa comunicación indicaron que vieron algo sospechoso en una propiedad perteneciente a la familia de Paco Mamani. El informante sostuvo que dos personas intentaban sellar un pozo, pero, ¿por qué lo harían?
Para el mes de enero del 2021, esta información movilizó a los policías hacia la zona señalada. Semanas más tarde, y ya en el mes de febrero, se emitió una orden de allanamiento y descerraje para excavar el lugar. En los primeros trabajos se encontró cabello humano y un bolso con el DNI de la estudiante. En este punto, se dictó una orden de captura contra el suboficial, pero este ya se encontraba como no habido.
Tras reconocer que se trataban los restos de Judith se sumó otra interrogante. En el pozo se encontraba el cadáver de otra mujer, aparentemente una adolescente de 14 años.
Una red de trata de personas
Desde la clandestinidad, Santiago Paco publicó unos videos en las redes sociales, acusando a varios policías de estar involucrados en ese crimen y otros. Este pidió perdón por lo que había cometido, precisando que revelaría nombres y de qué manera actuaron en estos eventos devastadores. Bajo esta declaración, se detuvo a Jhon Choque Valdez de la PNP, quien quedó en libertad pese a estar investigado por los feminicidios.
Para noviembre del 2021 se logró la captura de Santiago Paco, quien se escondió en Bolivia por 11 meses. El pedido de los padres fue certero, que se retomen las investigaciones para descubrir a los implicados, asegurando que él no actuó solo y que requirió ayuda para enterrar los cuerpos en un pozo a más de 80 metros de profundidad.
La pareja y padres del policía fueron los únicos reconocidos en el caso como presuntos cómplices y autores de los asesinatos. Hasta la fecha no se ha obtenido mayor registro del motivo que llegó a arrebatarle la vida a Judith y a una menor de edad en Tacna.
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