Abel Ortiz, de ayudante de cocina en el Callao a dueño de restaurantes en Hong Kong

En el lugar comercial más importante de Hong Kong hay un restaurante que prepara comida peruana y cada vez es más reconocida por su exquisito sabor. Sin embargo, este no fue el primero que puso el chef Abel Ortiz Álvarez, sino que respalda la gran acogida que ha tenido su sazón en Asia. Empezó como ayudante de cocina en sangucherías y juguerías en el Callao, pero hoy destaca lejos del Perú y esta es su historia.

En su niñez acompañaba a su madre a La Parada para hacer las compras de verduras que luego venderían en el primer puerto. Ya con 18 años, viviendo en Comas, empezó a estudiar gastronomía y a trabajar con su papá, Abencio Ortiz Espinoza. Su padre es un experimentado chef que en esos años cocinaba para los oficiales de la Marina de Guerra en el Callao y allí ayudaba Abel. Ambos forjaron indirectamente su pasión por el arte culinario

“Salía de mi casa a las cinco de la mañana y regresaba a la una o dos de la madrugada. Fue una etapa muy complicada, pero mi motivación siempre fue ser un buen cocinero”, afirmó al evocar aquellas épocas cuando vivía en Comas.

“Mis inicios en la cocina (en el Callao) me motivan mucho, me enorgullecen y recuerdan que los sueños se pueden cumplir”, comentó a Andina el chef ejecutivo de tres restaurantes latinos en Hong Kong y propietario de “ChullChick”. Además, manifestó quiénes fueron sus referentes: “is más grandes referentes en la gastronomía peruana han sido Gastón Acurio, Virgilio Martinez, Pía León, Jaime Pesaque e, indudablemente, mi papá”.

La exposición de sus comidas, en especial el pollo a la brasa, ha sido tan grande que Abel Ortiz participó el año pasado en un evento para posicionar a Hong Kong como un destino para las exportaciones del café peruano. Sin embargo, nada fue fácil al inicio, él cuenta que llegó en el 2013 a Corea del Sur y por supuesto, la primera dificultad fue el idioma. Ahora se defiende con el cantonés y habla ingles fluido.

Su primer local está abierto desde hace cuatro años. No es tan grande, pero recibe entre 60 y 100 clientes diarios. “Hemos estandarizado toda la receta y ese es uno de nuestros puntos diferenciales. Nuestra sazón nunca cambia, y en Hong Kong es muy común que los restaurantes varíen su sabor. Nos hemos demorado meses tratando de encontrar la mejor consistencia en cada plato, y producto de este esfuerzo, hemos logrado ser reconocidos y tener gran acogida”, señaló Abel.

“Siempre esperé que llegara esa oportunidad. Por eso estuve puliendo mis recetas, tratando de estandarizarlas, debía tener toda esta información para cuando se me presentara el momento”, comentó el chef, que también fue afectado por la pandemia del COVID-19, pero con esfuerzo pudo seguir adelante.

Antes de lanzar su restaurante peruano “ChullsChick”, en Soho, el centro gastronómico de Hong Kong, estudió a los comensales asiáticos para entender sus gustos. Además, su esposa, hongkonesa, ha sido pieza clave en ese proceso.

Su plato estrella es el pollo a la brasa, pero el ceviche, los tamales, la causa de pescado y la sabrosa chicha morada también tienen gran demanda. “Nuestra idea desde el día uno fue promover la gastronomía peruana, sabemos que es un camino muy largo”, remarca Abel Ortiz, que el 2018 logró formar parte de la Marca Perú, con lo que se convirtió en el único chef de nuestro país en Asia con tal distinción. El año pasado, se le confirió el mismo reconocimiento.

“Busco que la gente sepa lo que es Perú y no sólo por la comida, sino por las maravillosas cosas que tenemos por ofrecer culturalmente”, finalizó Abel, quien tiene muchos sueños por cumplir aún.

SEGUIR LEYENDO