Fitch Ratings rebajó perspectiva de Perú a negativa y advierte que si persiste crisis “podría socavar su trayectoria macro y fiscal”

La calificadora de riesgo redujo la perspectiva de calificación del Perú de ‘BBB estable’ a ‘negativa’ y queda al borde de perder su grado de inversión.

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Fitch revisó a la baja
Fitch revisó a la baja su pronóstico de crecimiento del PBI real del Perú para el 2022, pasando del 2.5% al 2.3%.

La imparable crisis política sigue debilitando al Perú. Este jueves, la calificadora internacional de riesgo Fitch Ratings rebajó la perspectiva de Perú de ‘estable’ a ‘negativa’, advirtiendo que su calificación ‘BBB’ podría seguir a la baja, lo cual podría debilitar su grado de inversión.

En ese sentido, la agencia calificadora sustentó que el deterioro en la estabilidad política y la efectividad del gobierno ha aumentado los riesgos a la baja para las calificaciones del país.

Además, Fitch dijo que espera que el debilitamiento de las instituciones de gobierno político de Perú sea difícil de revertir antes de fines del 2024 y agregó que “un gobierno más débil plantea mayores riesgos a la baja para la inversión y el crecimiento económico” de lo que la agencia había esperado a principios de este año.

“Las perspectivas económicas y de inversión debilitadas de Perú, si se mantienen durante 2023-2024, podrían socavar su trayectoria macro y fiscal en comparación con sus pares ‘BBB’”, agregó Fitch.

Inestabilidad política

La calificadora también argumentó que la alta rotación del gabinete de ministros y dos intentos fallidos de vacancia por parte del Congreso de la República han sostenido el ‘tumulto político’ que agrava la situación del país.

Cabe recordar que la semana pasada, la fiscal de la Nación del Perú presentó una demanda constitucional contra el presidente Pedro Castillo por ‘indicios de una organización criminal’ en su gobierno. Castillo, que ya enfrenta cinco investigaciones penales, calificó la denuncia como un ‘golpe de Estado’.

“Múltiples investigaciones de corrupción que involucran directamente al presidente o afiliados cercanos, así como la frecuente rotación de cargos ministeriales, han socavado la eficacia del gobierno”, sostuvo Fitch Ratings.

La agencia calificadora agregó que, si bien los legisladores de la oposición en el Perú bloquearon las propuestas más radicales del Ejecutivo, incluida una nueva redacción de la Constitución, los dos poderes “quedaron atrapados en un punto muerto incómodo” y no espera que esta parálisis política termine antes del 2024.

Asimismo, Fitch dijo que la inversión privada ha caído, se ha materializado un pasivo fiscal y la implementación de políticas se ha desacelerado como resultado de la volatilidad política peruana.

Fallas del gobierno en cuestión corporativa

Fitch Rating también hizo mención a las fallas del gobierno en cuestión corporativa, luego del deficiente manejo de la entidad estatal Petroperú, ya que con recursos propios ha tenido que financiar sus pasivos para no caer en una situación de default.

“La pérdida del auditor financiero de Petroperú impidió la publicación de sus estados financieros de 2021 a principios de este año, la empresa requirió un respaldo de liquidez de US$ 750 millones (mayo) y una inyección de capital de US$ 1.000 millones (octubre) por parte del gobierno, y el directorio de la empresa estatal fue posteriormente reestructurado”, dijo la calificadora.

Débil crecimiento

En cuanto a las perspectivas de la actividad productiva del país, Fitch revisó a la baja su pronóstico de crecimiento del PBI real para el 2022, pasando del 2.5% al 2.3%.

“La inestabilidad política está pesando sobre las perspectivas de crecimiento económico ya moderadas de Perú, con los conflictos sociales interrumpiendo la producción minera y la alta rotación de gabinetes ralentizando la inversión pública este año. La inversión minera se ha moderado y la confianza empresarial está apagada”, dijo Fitch.

Fitch advirtió que la inversión
Fitch advirtió que la inversión minera se ha moderado en el país y la confianza empresarial está apagada.

Perspectiva

Ante esta situación, Fitch pronostica un crecimiento promedio de 2% entre el 2023 y el 2024 (por debajo del promedio ‘BBB’ de 2.8%). Esto debido a una demanda global más débil reducirá las exportaciones de cobre y la inversión privada.

Mientras que el nombramiento de nuevos gobiernos regionales después de las elecciones también reducirá la inversión pública (de la cual son responsables del 40% -60%) en el 2023.

Déficit fiscal

En cuanto al déficit fiscal, Fitch espera que se reduzca al 1,9% en el 2022 desde el 2,5% en el 2021; pero los ingresos inesperados del cobre y la ejecución insuficiente de la inversión pública están reduciendo el déficit por debajo del objetivo presupuestario del 2,5 % del PBI.

“El gobierno ha respondido a la inversión decreciente con incentivos fiscales estratégicos y planes de competitividad económica, pero evaluamos que tendrán un impacto limitado en las perspectivas del PBI para 2023 en medio del clima político interno y las incertidumbres globales”, acotó.

Fitch Ratings
Fitch Ratings

Calificación

La agencia afirmó que, las calificaciones de ‘BBB’ de Perú, en moneda extranjera a largo plazo, están respaldadas por su deuda pública moderada, su posición acreedora externa neta y su historial de políticas macroeconómicas y marcos fiscales sólidos.

Sin embargo, resaltó que algunos factores que podrían conducir a la acción de revisar la calificación de Perú a la baja, en cuestión estructural, implica un mayor deterioro de las condiciones políticas o indicadores de gobernabilidad, por ejemplo, como resultado de una prolongada incertidumbre política, de mayores movilizaciones sociales o de revisiones constitucionales que socavan el marco político y económico.

En cuanto al entorno macro, Fitch dijo que se podría revisar a la baja si se da un bajo rendimiento del crecimiento económico sostenido en relación con los niveles históricos o debilitamiento del marco de políticas.

En relación a las finanzas públicas, la calificadora dijo que un aumento sostenido de la deuda del gobierno, por ejemplo, debido a una relajación sustancial de la política fiscal o una fuerte caída del precio del cobre, también impactaría negativamente a la calificación.

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