En un país de donde la mayoría de personas habla español, todavía hay algunos que todavía conservan la tradición de practicar el ancestral y dulce quechua. Ello no solo se circunscribe a las zonas andinas del Perú ni al mero círculo intelectual. En pleno siglo XXI, esta lengua sigue más viva que nunca y a pocos busca conquistar el mundo.
Si antes era la lengua oficial de los incas, ahora es una artista que a través de su música está llevando la lengua original de estas tierras a niveles globales.
Hablamos de Renata Flores, quien es una cantante que desde hace varios años se sigue ganando un lugar en el mainstream musical interpretando famosas canciones de diferentes ritmos, lo particular en su caso es que lo hace en quechua.
Esto ha llamado la atención de muchos aficionados a los ritmos modernos que no solo han quedado encandilados con su voz, sino también con la facilidad que tiene para transmitir esa dulzura que tiene una lengua como el quechua.
Sus inicios
Todo comenzó como jugando en su natal Huamanga, Ayacucho. Ahí mientras escuchaba su música favorita, imaginaba ser una cantante de gran fama internacional. A la vez que traducía los temas de pop, rock, hip-hop, rap y trap a su idioma.
El mismo que aún no dominaba, pues a pesar que sus abuelos y padres eran quechua hablantes, ella todavía era reticente a aprenderlo del todo.
De repente, su vida dio un giro de 180° cuando publicó un video en la plataforma de YouTube de su versión del tema de Michael Jackson ‘The way you make me feel’. El mismo que ya lleva más de dos millones de reproducciones. Y eso que ya era medianamente conocida por haber participado del programa ‘La Voz Kids’.
Esa no fue la única canción que versionó al quechua, pues luego le siguieron verdaderos clásicos del rock como ‘The house of the rising sun’ (The Animals) o ‘Roxanne’ (The Police), hasta temas más actuales tales como ‘Fallin’’ (Alicia Keys) o ‘New Rules’ (Dua Lipa). Ni los surcoreanos de BTS se ‘salvaron’ del talento de la ayacuchana que hizo ‘Butter’.
“Desde que empecé a cantar siento que me he liberado, pero también que se está liberando una generación”, señaló en Andina hace poco. Ese sentimiento es el mismo que muchos compatriotas tienen al ver que su lengua, tantas veces despreciada por los mismos peruanos, ahora renace como el ave fénix para alcanzar alturas nunca antes alcanzadas.
Encuentro con sus raíces
Pero ese andar hasta encontrar su verdadero camino no fue fácil. Hubo un autoexamen que tuvo que hacerse para poder entender de donde venía y hacia donde quería ir.
En el proceso, recordó que desde muy niña solía ir con sus padres y en excursiones escolares al complejo arqueológico de Vilcashuamán. Justo ese lugar, y por alguna extraña razón que solo los apus entenderían, harían que la joven Renata abra los ojos solo para percatarse que era parte de algo más grande que ella misma. De una cultura que parecía ir cayendo en el olvido de la gente y había que rescatar.
“Se convirtió en mi lugar favorito, y a pesar de que a veces sentía tristeza al ver la pobreza de los alrededores, era como un cuento de hadas para mí imaginar al inca sentado con su coya sobre el ushnu (pirámide), observando todo Vilcashuamán”, cuenta.
Así fue como halló el sendero que andaba buscando y recuperó el orgullo que si bien no lo tenía perdido, si estaba escondido en lo más recóndito de su ser a la espera de salir con la frente en alto. Y lo hizo al compás de la melodiosa voz de Renata, la misma que espera seguir convenciendo a otros jóvenes, como ella, que no hay razón sentir vergüenza de sus raíces ni de su lengua materna.
“Hay mucha gente que todavía cree que la cultura quechua es símbolo de pobreza e ignorancia, pero los tiempos ya cambiaron, ahora hay jóvenes interesados en su pasado. Tenemos mucha historia por descubrir todavía”, agrega.
Temas propios
Pero si alguien creía que la carrera de Renata Flores se estaba forjando sobre puro cover, pues se equivoca. Tan solo en el 2018 lanzó dos temas que lograron cierta notoriedad y fueron reconocidos a nivel internacional.
El primero de ellos “Qawachkanchik chay Killallata” (Mirando la misma luna)”. Esta canción fue grabada en el Complejo Arqueológico Wari, en Ayacucho. Fue lanzado en el mes de marzo por el Día Internacional de la Mujer.
Cuando llegó setiembre del mismo año, fue el turno de “Tijeras”, un tema de temática feminista que fue reconocida como una de las diez mejores canciones de ese 2018 por la revista especializada PlayGround.
No para
Solo una pandemia de los niveles que hemos vivido en el último tiempo fue capaz de hacer que alguien como Renata se tome una pausa. Aunque no por eso dejó de crear.
Así es como en el 2021, lanza su primera producción llamada ‘Isqun’ (Nueve) que reúne a las canciones que ya había publicado en sus redes sociales así como también nuevas creaciones.
Y desde entonces no ha dejado de crear pues ya no conoce, ni quiere conocer, otra manera de hacer llegar su voz y sus sentimientos. Tanto así que ya anuncia lo que será su segunda producción la misma que llevará como nombre ‘Pachamama’.
Con tan solo 21 años, Renata ya ha logrado mucho más que cualquiera de nosotros a la misma edad y todavía tiene el mundo por delante.
Su último logro ha sido que la revista Forbes Perú la ha nombrado como una de las mujeres más influyentes de este país. ¿La razón? Pues impulsar la música pop en quechua en el Perú y a nivel mundial.
Quien sabe, a lo mejor estamos viendo el nacimiento del próximo fenómeno musical que deje atrás el K-pop para darle paso al Q-pop.
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