La arquitectura de antaño dando paso a la Lima moderna. El centro de la ciudad se ha convertido en uno de los escenarios más llamativos para los empresarios e inversionistas que buscan un espacio para ofrecer sus productos y/o servicios. El comercio formal no se ha visto afectado por la aparición de los informales que toman las calles, quienes se suman a la oferta y demanda de diversos rubros.
En este espacio histórico, donde podemos encontrar el primer gran mercado de la ciudad, también se aprecia los restos de un legado arquitectónico que no ha sido preservado por el valor que representa en la historia de nuestro país.
Entre los casos más relevantes se encuentra la casa donde vivió Ricardo Palma, la cual ha sido remodelada para abrir stands de ropa. Bajo este mismo planteamiento de generar más espacios de comercio, se encuentra el hogar que habitó José Hipólito Unanue y Pavón, un destacado médico y político, además de ser el fundador de la escuela de medicina de San Fernando, hoy conocida como la facultad de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
La casa de Hipólito Unanue
Llegando a la cuadra siete de jirón Huallaga hallaremos la conocida galería El Dorado, donde los visitantes pueden ver de cerca diferentes tipos de productos al por mayor o precio individual. Desde tortas, piñatas, hasta elementos para llevar una clase de arte, todo esto ofrecen dentro de lo que fue la casa del médico Hipólito Unanue.
Su ubicación exacta está en lo que años atrás se llamó calle del Lechugal, presuntamente por encontrarse en ella algún sembradío de lechugas o un local de vente de esa verdura.
Esta galería se encuentra divida en pisos y stands. Antes de recibir a los vendedores, este fue el epicentro donde se reunían ilustres personajes que formaron parte de la Sociedad de Amantes del País, quienes a su vez eran editores del célebre bisemanario Mercurio Peruano. Por las tertulias que se tenían allí, recibió el apelativo de “La Casa de los Sabios”.
Apenas se estableció el gobierno virreinal, para el año 1790 se constituyó la Sociedad de Amantes del País, la cual tenía la protección y patrocinio del virrey. Fue integrada por cuatro miembros: José Baquijano y Carrillo, Hipólito Unanue, Jacinto Calero y José María Egaña. Con ellos se planteó exponer por escrito la realidad de la ciudad y cómo difundir los avances culturales, médicos y todo aquello que les permita fomentar una empresa cultural colectiva.
La casa del médico también se convirtió en un centro de debate y opinión, al que acudieron los generales José de San Martín y Simón Bolívar. Como muchos de las zonas de valor histórico en la ciudad, de este inmueble solo queda la fachada, que lleva algunos diseños de la época.
Para orientar a los visitantes, y aunque no se pueda ver a simple vista, se encuentra una placa sostenida en uno de los ingresos de la galería El Dorado, un reconocimiento emitido por la ciudad. En ella se puede leer el siguiente inscrito: “La ciudadela de Lima a Hipólito Unanue. epitome del hombre sabio, miembro de “la orden del sol” y de la sociedad de amantes del país”.
Claro está que, se ha aprovechado cada rincón de la construcción, no solo por la parte interna, también en el exterior, donde las puertas y paredes se emplean para colocar objetos que son ofrecidos a los ciudadanos de a pie.
Seguir leyendo