La alimentación es algo que muchos de nosotros damos por sentado todos los días. Casi en automático tanto en casa como fuera de ella, siempre que nos dé hambre vamos a hallar la manera de saciarla.
Sin embargo, aunque todavía parezca increíble a estas alturas del siglo XXI, todavía hay personas que tienen muy complicado el hecho de poder llevarse si quiera un bocado a la boca. Esta dura situación hace que los perjudicados pongan en riesgo su salud que los puede llevar a la malnutrición.
Es por esa principal razón que todos los 16 de octubre se celebra el Día Mundial de la Alimentación, para combatir y darle fin a tan terrible problema.
Dónde comenzó todo
El origen de esta celebración se remonta hasta el 16 de octubre de 1945. Ese lejano día, representantes de 42 naciones se reunieron en la ciudad canadiense de Quebec para crear Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés).
El fin de este grupo era, y es, acabar con el hambre y la malnutrición a nivel mundial. De igual manera, gestionar de la mejor manera posible todo el sistema alimentario del mundo.
En ese sentido, es desde 1979 que se toma este día y se le nombra como el Día Mundial de la alimentación.
Desde entonces, y en más de 150 países del planeta. Se organizan actividades para recordar el día, lo que lo convierte en una de las actividades más celebradas del calendario de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
La idea principal de todos estos eventos es tomar conciencia y tomar acciones concretas para beneficiar a todos aquellos seres humanos que sufren el hambre. También para recordar la urgencia de garantizar la seguridad de que no le falte alimento ni dietas nutritivas a nadie.
¡Qué nadie se quede atrás!
A pesar que ya estamos en el 2022, todavía hay muchos retos que cumplir a cumplir. En estos hay que incluir los efectos de la pandemia que golpeó al planeta desde el 2020, las guerras, el cambio climático, el alza de precios varios productos y las diferentes tensiones entre varios países. Son estas las principales causas que afectan la seguridad alimentaria mundial.
A pesar que, felizmente, expertos señalan que el planeta tiene suficiente comida para alimentar a toda su población, la dificultad radica en el acceso y disponibilidad.
Es por eso que para este 2022, la FAO acompañó el día con la frase “No dejar a nadie atrás”.
Para ayudar a que la idea se propague por todo el orbe, la campaña tiene una canción compuesta por diversos estudiantes de países como Cuba, Egipto, Irlanda, Italia y Ruanda.
Todos ellos se reunieron para dar a conocer que es lo que una persona común y silvestre, como usted y yo, puede hacer para ayudar para que nadie más muera de hambre.
¿Y en el Perú?
En nuestro país hay varias instituciones que están aportando su granito de arena para luchar contra este problema.
Una de ellas es el Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Concytec), que desde hace un tiempo ayuda a diferentes universidades y centros de investigación que dan una mano para que la gente pueda tener una sana alimentación.
Uno esos casos es el que se da en la Universidad Nacional del Altiplano de Puno (UNA-Puno). En esta casa de estudios se ha elaborado el ‘cañihuarroz’, que se trata de un alimento rico en propiedades nutricionales como alternativa para combatir la desnutrición, según la Concytec.
Por otro lado, la Universidad Nacional del Callao, ha elaborado un suplemento en polvo con carne deshidratada y molida a base de carne de caracol.
“El insumo es procesado desde su recepción en crudo, posteriormente acondicionado para ser deshidratado y molido para finalmente obtener un producto en polvo de fácil disolución que mezclado con otros insumos darán un sabor agradable de bajo costo y altamente nutritivo, desarrollado por primera vez en el Perú”, sostuvo el ingeniero Jorge López, investigador principal del proyecto.
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