Los peruanos tenemos a nuestro alcance una gran cantidad de recursos para conocer aquellos eventos importantes que marcaron la historia del país. Desde la literaturas hasta la música, estas manifestaciones mantienen viva lo que fue la Lima de antaño. Bajo este contexto, es sorprendente ver en Internet cómo luces aquellos locales favoritos de los ciudadanos. Los antes y después dejan al descubierto que hay pocos dedicados a su conservación.
Uno de los casos más recientes es lo que ocurrió con la casa donde nació Ricardo Palma, convertido en una galería para la venta de ropa. Siguiendo la misma línea, otro escenario que ha llamado la atención de los cibernautas es cómo luce el bar La Catedral, conocido por ser uno de los destinos a los que acudía frecuentemente el escritor Mario Vargas Llosa.
De su literatura se destaca la obra “Conversación en La Catedral”, una suerte de memoria de los efectos negativos que dejó la dictadura del militar del general Manuel A. Odría reflejada en una comunión del mundo ficticio y el real.
En 1969 se publicó por primera vez la novela, siendo conocida como una de sus grandes producciones, junto a “La ciudad y los perros”, entre otros. De este escrito nació la célebre frase “¿En qué momento se jodió el Perú?”, dicho por su protagonista, el periodista Santiago Zavala, o ‘Zavalita’ del diario La Crónica, donde conoció al Novel de Literatura.
El bar La Catedral
Ubicado en la avenida Alfonso Ugarte 206, cerca a la Plaza 2 de Mayo, se encuentra los restos de lo que fue La Catedral. Actualmente su fallada está en ruinas y pintado con grafitis. Gracias a las imágenes y videos registrados por los usuarios de a pie, sus paredes son usadas como urinarios y puntos para arrojar basura orgánica y desmonte.
En el año 2013, uno de sus propietarios conversó con El Comercio y expresó que por muchos años el local estuvo abandonado. Señala que uno de los factores de su cierre definitivo pudo ser la inseguridad que se vive en esa zona, la cual calificó como bastante peligrosa.
El deteriorado inmueble fue adquirido en liquidación, teniendo un costo de 88.750 dólares. Al conocer lo que representa, los que tienen posesión del mismo, aseguran que podrían venderlo por varios millones de dólares, dando como idea que sea usado para abrir una galería que lleve el nombre de La Catedral.
El bar, que se inauguró en la década de los 50, dejó de funcionar y quedó en el olvido. Parte de la propiedad se usó como almacén, cochera y se pensó remodelar para que sea usado como un establecimiento de conciertos.
Ignorando el valor histórico que este espacio tiene, el empresario precisó que, si se hubiera cuidado, se pudo convertir en un destino turístico de Lima, o en todo caso, que se apoye para conservarlo y que siga funcionando el bar.
Desde hace algunos años se colocó un cartel de “se vende”, el cual no ha sido retirado, por lo que se estima que este siga esperando el interés de algún comprador o inversionista que busque aperturar un nuevo negocio.
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