La salud mental de los peruanos es un tema que se viene discutiendo ampliamente durante los últimos meses, aunque con pocas medidas que reflejen una especial atención a la problemática. Para la psicoterapeuta de la clínica Ricardo Palma, Carmen Bravo de Rueda, los rezagos de la pandemia de la covid-19 junto a los efectos de la crisis política en el Perú generarían un fuerte impacto en el comportamiento y salud de los ciudadanos.
Si bien no todos los peruanos muestran especial interés por el acontecer político, la especialista señala que “no hay quien no sepa que los precios suben, el trabajo escasea y el dinero no alcanza como antes. De una u otra manera, la población percibe que las cosas no están yendo bien”. Es así que Bravo de Rueda asegura que durante los últimos meses se ha visto un aumento de casos de ansiedad y depresión.
Tan solo el año pasado, el gobierno reveló que fueron más de 300 mil los casos de depresión atendidos. Las autoridades recomendaron no posponer la búsqueda de ayuda; sin embargo, resulta complicado para la ciudadanía acceder a los servicios de salud mental ya sea por falta de ingresos o falta de especialistas en los centro de salud. En la actualidad solo se cuenta con 208 centros de salud mental comunitaria; es decir uno para cada 158 mil ciudadanos.
Al complicado escenario se le suma el problema de la inseguridad ciudadana. “Esta provoca temor y ansiedad capaz de paralizar a una persona”, afirma la doctora Bravo de Rueda. Al igual que el gobierno, la especialista recomienda pedir ayuda recordando la frase de Michelle Obama quien aseguró que “pedir ayuda no es un signo de debilidad, sino de fortaleza”. Para aquellos con difícil acceso a servicios de salud mental existen otras alternativas.
“A veces en las iglesias hay comunidades de apoyo. Si bien no existe una ayuda profesional que vaya a atenderlos a todos, ofrecen actividades que pueden reforzar la autoestima y la resiliencia. No solo se encuentran grupos con los cuales compartir, sino que se promueve el movimiento a través de diversas actividades. Esto trae vida y salud”, señaló la especialista a este medio. Esta aseguro que las crisis no son necesariamente males. “uno puede salir airosos y fortificado si cuenta con las herramientas necesarias”, agregó.
Apuesta por el radicalismo
Además del comportamiento de los ciudadanos en las calles, los resultados de la más reciente elección también puede entenderse como una muestra de los efectos generados por la crisis política. La victoria de opciones más radicales es entendida por Bravo de Rueda como una muestra de la sociedad influenciable que somos. “La educación que hemos recibido nos ha acostumbrado a obedecer, seguir instrucciones y a no pensar por uno mismo”.
“Los grupos radicales son los que más adeptos ganan porque proponen soluciones que a la larga seguro no llevarán a cabo y se les hace caso porque no hemos recibido la educación para discernir entre la verdad y la mentira. Somos una población que se deja convencer muy rápido porque no tenemos los parámetros educativos necesarios para formular preguntas ni salidas a la situación”, agregó la especialista consultada.
SEGUIR LEYENDO