No son pocas las veces que se da cuenta de robo a quienes minutos antes han retirado fuertes sumas de dinero de los bancos. Resulta sospechoso que los delincuentes den precisamente con estos ciudadanos que acaban de hacer retiros importantes. Ante ello, la Fiscalía inició investigaciones que dio con diversos funcionarios bancarios que estarían implicados en estos actos participando como informantes.
La División de Estadística y Monitoreo del Ministerio Público junto con la Policía Nacional del Perú han dado con un total de 64 funcionarios implicados en los robos. La función de estos habría sido alertar a los delincuentes de las características de aquellos usuarios que acababan de hacer retiros de fuertes sumas de dinero, ya sea a través de las ventanillas o plataformas de los bancos.
La entidad mencionada señala que el 70% de denuncias se han registrado en la ciudad de Lima, siendo seguida por Áncash, Arequipa y Cusco. Esta data tiene en cuenta los casos reportados entre noviembre del 2021 hasta la fecha. La Fiscalía sostiene la tesis de que los delitos debieron ser cometidos junto con los funcionarios ya que hacía falta el acceso a información confidencial para dar con los usuarios afectados.
La Fiscalía Especializada en Ciberdelincuencia también participa de las investigaciones. Esta oficina ha atendido diversos casos como el de una mujer de 70 años que fue víctima de un fraude cibernético. Su cuenta de ahorro perdió más de US$ 700 mil luego de que los delincuentes suplantaran su identidad. Las autoridades sospechan de los trabajadores del banco al necesitarse información interna para realizar dichos movimientos.
Alerta a usuarios
Los robos también ha sido registrado en los cajeros automáticos, según una publicación del diario Ojo. Este medio señala que hasta lo que va del 2022, se han dado cuenta de 245 casos. Las autoridades se han percatado que en el caso de estos puestos de retiro de dinero se emplean diversas modalidades de robo llegando a ser cuatro las más usadas por los delincuentes
El llamado ‘cambiazo’ se trata de un intercambio veloz de la tarjeta de la víctima por otra. Usualmente responde a una distracción provocada por el delincuente luego de que el usuario ha ingresado la clave necesaria para las diversas operaciones permitidas en el cajero automático.
La ‘regleta’ consiste en la colocación de una regla de metal o plástico en la ranura por donde se retira el dinero a fin de que no pueda ser entregada a su verdadero dueño. Asimismo, la clonación de tarjetas consiste en la instalación de dispositivo en el cajero para así obtener información encriptada y confidencial de los usuarios. Asimismo, se logra poner una microcámara para obtener la clave del dueño de la tarjeta.
El ‘lazo libanés” es también conocido como tarjeta atascada. Los delincuentes se encargan de manipular el cajero con la finalidad de que este se atasque. La víctima intenta recuperar su tarjeta, pero no lo logra. Cuando desiste de sus intentos por recuperarla es cuando los criminales se acercan a la máquina para obtener la tarjeta.
SEGUIR LEYENDO