El color morado es característico en Perú durante el mes de octubre, al que también se le conoce como el mes morado. Arreglos florales, accesorios, túnicas y postres con dicho color comienzan a aparecer con mucha más frecuencia.
Pero ¿por qué este color tiene un mayor protagonismo en octubre? Según una leyenda, estaría vinculado a la fe, pues es en este mes en el que se realiza una de las más grandes procesiones de América.
El color morado forma parte de la devoción católica desde hace varios años. El significado que se le otorga es la penitencia, discreción y el dolor, debido a que se le da una connotación de preparación espiritual, arrepentimiento y reconciliación.
Este proceso para los católicos dura 40 días y se inicia el miércoles de Ceniza y termina antes de la Misa del Señor durante el jueves santo.
Asimismo, el uso del color morado se puede dar en Cuaresma y Adviento, y misas de difuntos.
La túnica o hábito morado es uno de los artículos que representa todo lo mencionado, junto con los detentes, y su uso se da con mayor frecuencia en el mes de octubre, pues es en ese tiempo que la imagen del Señor de los Milagros recorre las calles de Lima, una costumbre que se realiza desde que sucedió el desastroso terremoto en 1687 en Lima.
La historia llena de devoción tiene como protagonista a la Antonia Lucía Maldonado Verdugo (1646-1709) que fue fundadora del Instituto Nazareno. Se trata de una religiosa ecuatoriana.
Ella, antes de entregar su vida a la religión, contrajo matrimonio con Don Alonso Quintanilla, en el año 1676, tal como lo indica el portal ‘Perú Católico’; sin embargo, el matrimonio se dio por decisión de sus padres, y no por elección propia. Su esposo, la gran devoción que ella tenía, motivo por el cual, decidieron mantener la castidad.
Con el pasar de los años, Don Alonso falleció de una extraña enfermedad, dejando viuda a Antonia Lucía Maldonado. Ella llevó el luto utilizando ropa de color morado.
Pasó el tiempo y en 1681 fundó el beatario de Nazarenas en el Callao, ella fue la madre superiora y adoptó el nombre de Madre Antonia Lucía del Espíritu Santo. El color morado era el color oficial de los hábitos de las Madres Nazarenas. Transcurrió un tiempo y apertura un nuevo beatario esta vez en Monserrate.
Para ese entonces la historia del Cristo Moreno, ya era conocida. Muchos sabían que su imagen pintada en una pared no había sufrido mayores daños a pesar del gran terremoto que destruyó Lima.
Entre los lugares afectados por el terremoto estaban los beatarios de la Madre Antonia. Un fiel creyente, de nombre Sebastían de Antuñano no dudó en realizar una donación a las Nazarenas, esto incluyó un terreno en Pachacamilla y ahí estaba pintada la imagen del Señor de los Milagros.
El también conocido Cristo de Pachacamilla fue custodiado por las Nazarenas desde 1702. La Madre Antonia fue quien encabezó la lista de las fieles guardianas y el color morado que ella solía usar granó mucha más notoriedad.
El emblemático color, no solo está presente en la ropa de los fieles creyentes de la imagen, sino también en la gastronomía peruana. Durante estos meses el turrón se vuelve el protagonista de los postres en los hogares peruanos, pero no es el único.
La mazamorra es otro de los postres con mayor notoriedad en octubre. Su color, sabor y temperatura es perfecto para la temporada de peregrinación y adoración al Cristo de Pachacamilla.
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