Eric y Sabine, padres de Natacha de Crombrugghe —la turista belga fallecida en el Colca—, entregaron los 15 mil dólares que habían ofrecido como recompensa a los tres pescadores que hallaron los restos óseos de su hija en el río Colca (Arequipa).
En abril, los progenitores de la abogada, que desapareció mientras hacía turismo en el país, agotaron todas las acciones de búsqueda y ofrecieron la recompensa para todo aquel que brinde información sobre la ubicación de su hija.
El último 21 de setiembre, en el cauce del afluente de la jurisdicción de Choco (Castilla), tres hermanos pescadores encontraron los restos óseos que finalmente fueron atribuidos a Natacha, tras análisis un examen de ADN a sus padres.
Hasta el momento aún no se precisa la causa de la muerte de la turista. Sabine y Eric de Crombrugghe anunciaron que “el cuerpo encontrado en el Colca es el de Natacha”.
“Acabamos de recibir los resultados de las pruebas de ADN, es efectivamente nuestra hija. La policía sigue investigando si Natacha cayó al río por accidente mientras practicaba senderismo en el Cañón del Colca el 24 de enero, o si fue un homicidio”, indicaron en un comunicado.
Carlos Alberto Tello Ayllón, coordinador de la Unidad de Biología Molecular y Genética, se encargó del proceso y pudo determinar, mediante la homologación de las muestras obtenidas con el fémur encontrado, el parentesco biológico e identidad de la ciudadana belga.
La turista había dejado una mochila en su habitación de hotel en el pueblo de Cabanaconde, el 24 de enero, antes de ir a visitar el cañón de Colca, un popular destino turístico de la sierra peruana. Desde entonces, se desconocía su paradero.
La desaparición
Este caso es similar al del italiano Alberto Fedele, de 30 años, quien estuvo desaparecido durante casi 80 días hasta que su cadáver fue hallado en septiembre por una patrulla de alta montaña en la ladera de un nevado, en la región andina de Cusco.
Fedele desapareció mientras hacía senderismo y la policía peruana presume que murió accidentalmente por un “desbarrancamiento”.
La joven belga, graduada en derecho en la Universidad Católica de Lovaina y quien trabajaba hasta hacía un tiempo para una compañía de seguros, según su perfil de LinkedIn, se comunicó por última vez con sus padres en Bruselas el 23 de enero. Luego se desactivó su GPS y su celular se apagó.
De Crombrugghe compartía regularmente en las redes sociales fotos y comentarios de su viaje a Perú, pero dejó súbitamente de hacerlo. Su última publicación en Facebook es del 20 de enero.
Posteriormente, se dirigió a Cabanaconde, pueblo próximo al Cañón del río Colca, a 4.000 metros sobre el nivel del mar. En los últimos cinco años se registraron otros dos casos de turistas extranjeras -una española y una estadounidense- que desaparecieron sin dejar rastro en Cusco.
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