Era 1995 y se anunciaba por todo lo alto la compra de una aeronave de modelo Boeing 737-528. El expresidente Alberto Fujimori era quien realizaba la adquisición de uno de los transportes que generaría debates desde su llegada al país hasta la actualidad.
El comúnmente llamado avión presidencial ha recibido diversos apelativos y esto ha variado según los presidentes que iba teniendo el Perú. “Narcoavión” y “avión parrandero” fueron algunos de los nombres con los que las personas asociaron a dicho transporte aéreo, pero ¿por qué sucedía esto? La respuesta está vinculada a las acciones que se iban descubriendo en cada presidente peruano que lo utilizaba.
Con una capacidad de 61 pasajeros, el Boeing 737-528 en un inicio fue calificado como uno de los transportes presidenciales más austeros, en comparación a otros países; sin embargo, cuenta con accesorios de lujo, tales como acabado en madera caoba, cuero color marrón y grifería de oro.
El avión presidencial iniciaba sus primeros vuelos en Perú con Alberto Fujimori, reuniones de carácter político y la visita a pueblos a los que el estado no había llegado antes eran los usos más conocidos para la aeronave.
Una incesante búsqueda de cargamentos de droga llevó al personal de la policía a investigar los transportes aéreos de la Fuerza Aérea del Perú (FAP). Hallaron alrededor de 170 kilos de cocaína de alta pureza en la bodega número 3 del avión presidencial. El destino era Rusia. Esta intervención se realizó horas antes de que el avión despegue debido a un vuelo programado y clasificado como “secreto”, en el que supuestamente se iban a llevar motores y equipos de guerra para el mantenimiento de Rusia.
Las investigaciones acabaron simplemente en la culpabilidad de los técnicos, oficiales y suboficiales involucrados, mas no se llegó a investigar quiénes serían los altos mandos que habrían dado la facilidad y la orden de trasladar droga en nada menos que en el avión presidencial.
Desde allí en adelante, se le conoció como el “narcoavión”. Tiempo después, el excapo del narcotráfico, Demetrio Chávez Peñaherrera, alias “Vaticano”, reveló que Vladimiro Montesinos, la mano derecha, amigo y asesor de Fujimori, era el nexo con el Estado para llevar a cabo el envío de la droga al extranjero.
Luego del mandato del séptimo presidente más corrupto del mundo, según la ONG Transparencia Internacional, el avión presidencial trasladó a Valentín Paniagua, Alejandro Toledo y en ocasiones a Alan García Pérez.
Es así que el “narcoavión” pasa a ser el “avión parrandero” y esto sucedió durante el gobierno de Alejandro Toledo, pero ¿qué fue lo que pasó?
Durante una comitiva presidencial en España, exactamente en la ruta de Málaga a Madrid, el exfuncionario de la embajada peruana, Manuel Cacho Sousa, abordó el avión presidencial en estado etílico.
Se conoció que varios funcionarios de la Cancillería peruana abordaron el vehículo en estado de ebriedad. Uno de los funcionarios vociferó “del bus parrandero al “avión parrandero”, una vez que llegó al terminal aéreo.
El fallecido expresidente Alan García, manifestó que vendería el avión presidencial en varias oportunidades, debido a que era un símbolo de lujuria por todo lo que Fujimori y Toledo habían permitido dentro. Tras la frustrada subasta en el 2007, García decidió usar el avión para ir a Estados Unidos y reunirse con Barack Obama.
Durante el gobierno de Ollanta Humala, su esposa, Nadine Heredia, generó controversias, debido al uso de la nave, para viajar a Brasil por una invitación que recibió de la presidenta de dicho país. Sin embargo, el canciller de aquel entonces, Rafael Roncagliolo sostuvo que era un viaje político, pues estaba encabezado por la ministra de Inclusión Social de ese período.
Pasaron los años y una vez más, un nuevo anuncio de venta del avión remeció las noticias locales e internacionales.
El actual presidente del Perú, elegido en junio del 2021, manifestó en reiteradas ocasiones que pondrá el avión presidencial a la venta; sin embargo, finalmente, el transporte se mantuvo en el país.
Al poco tiempo, un nuevo escándalo tendría como escenario principal la aeronave.
Se tratarían de los pasajeros fantasma que, según investigaciones, indicarían que allegados de Castillo y prófugos de la justicia, habrían empleado el Boeing para trasladarse.
Ese sería el caso del pasajero “Lay Vásquez Castillo”, “Marco Apayca Cuya”, “Milagros” y “Sra. Malpartida”.
En el caso del primer nombre, según diversas versiones se atribuye a su sobrino Fray Vásquez, quien habría realizado el viaje cuando estaba prófugo de la justicia.
Por otro lado, el segundo nombre no correspondería al DNI que figura en el registro. Lo dígitos del documento brindado, mostrarían el nombre de Yenifer Paredes.
Los dos últimos nombres no cuentan con ningún registro adicional, ni DNI.
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