Para nadie es un secreto que nuestras abuelas suelen ser una de las figuras importantes de nuestras vidas. Pero no solo es por el amor que nos regalan incondicionalmente, sino también porque son capaces de contarnos una y mil historias relacionadas a su vida misma o a leyendas que fueron aprendiendo con el transcurrir de los años. Aunque algunas pueden ser realmente escalofriantes.
Tal como solía contar una tierna abuelita a sus nietos en la zona de Ninabamba, Santa Cruz (Cajamarca).
Uno de los consejos que esta mujer le solía dar a sus nietos era que tomarán mucha agua antes de ir a dormir, caso contrario sus cabezas podrían convertirse en el mocmo. Curiosos como cualquier niño, los pequeños preguntaron que era un mocmo.
La anciana prosiguió con su relato. Una noche cualquiera, un ruido la había despertado a la mitad de la noche. Cómo si alguien tomara agua de un perol que estaba en el suelo, tal como hacen los perros.
Al acercarse a la cocina, y gracias a la luz de la luna, pudo ver como un objeto redondo que parecía tener cabello iba rebotando hasta ganar la salida de la casa. En un principio no tuvo miedo, pues pensó qué la figura se parecía a la de su comadre.
A la mañana siguiente, contó lo sucedido a sus familiares. Y fueron a ver a la mencionada comadre. Obviamente, está tenía la cabeza bien puesta sobre el cuello.
Uno de sus hijos intentó convencerla que solo había sido un mal sueño, pero ella sabía perfectamente lo que había visto.
Pega la vuelta
Sabiendo que era muy probable que la figura regrese, optó por esperarla esa madrugada. Cosa que, efectivamente, sucedió pero no le habló ni la tocó. Recién sería en la tercera noche, cuando el hijo mayor de la mujer también decidió esperar a esta figura.
Así ocurrió, el Mocmo entró rebotando a la casa, fue a la cocina y bebió un poco de agua. Cuando ya estaba de salida, el sujeto logró agarrarla por el pelo y le marcó la cara con carbón antes que se le escapara de las manos para perderse en la oscuridad.
Al enterarse la abuela de lo que su primogénito había hecho con el mocmo gritó espantada.
A la mañana siguiente, fueron a buscar a la comadre a su casa una vez más. Solo que esta vez la hallaron recostada en su cama y sin cabeza. Está había sido arrancada con un solo corte liso, como de quién corta el jamón. Además, en su cama no se halló ni un solo rastro de sangre ni desgarros. La cabeza nunca fue hallada.
Entonces la mujer les recordó que cuando el mocmo es tocado por cualquier persona, entonces ya no es capaz de regresar a su cuerpo.
Y uno de los secretos para que tu cabeza no se vuelva el mocmo es tomar mucha agua antes de ir a dormir. Y tú ¿tomas agua antes de ir a la cama?
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