Con las medidas tomadas por el gobierno para la nueva normalidad en medio de la pandemia COVID-19, un importante número de negocios han vuelto a abrir sus puertas para recibir a los usuarios nacionales y extranjeros. Así como ellos, otro grupo de peruanos han vuelto a tomar las calles, pero para cometer actos delincuenciales.
Gracias a un trabajo de investigación por parte de las divisiones de la Policía Nacional del Perú, se logró identificar y capturar a una mujer que se convirtió en la pesadilla de los turistas en el Centro de Lima, al tener una agilidad especial para arrebatarles sus pertenencias sin levantar sospecha alguna.
La ‘Manos de seda’
La ciudadana responsable de cometer estos robos fue identificada como Blanca Reátegui de 58 años. De acuerdo a las declaraciones emitidas por los efectivos a Latina, ella tenía un público objetivo para seguir y actuar sin que se dieran cuenta.
Por su velocidad y discreción al realizar los movimientos, la mujer fue calificada como ‘Manos de seda’, un término que es usado en Latinoamérica para describir a aquellas personas que logran cometer un robo sin que sus víctimas lo sospechen.
¿Cómo operaba la ‘Manos de seda’?
Miembros de la PNP indicaron que su zona de acción era el Pasaje Santa Rosa del Centro de Lima, tomando varias horas del día para recorrer restaurantes, sobre todo aquellos que le permitían un rápido acceso y salida para sus fechorías.
Los objetos fáciles de alcanzar, como bolsos y mochilas, atraían su mirada. La mayoría de extranjeros que fueron sus víctimas colocaban estos elementos en el respaldar de los asientos, por lo que no veían si alguien los tomaban.
“Una vez que identificaban al blanco objetivo, la mujer se acercaba muy sutilmente para robar las carteras y extraía lo que había en el interior de estos. La División de Inteligencia de la Policía de Turismo con la Comisaría de Turismo de Lima Norte hacen el seguimiento porque ya habían denuncias”.
A Reátegui la describen como una mujer que se hacía pasar como una adulta mayor, tocaba los bolsos a tomar o fingía que algo se caía para quitarles sus pertenencias. Aunque en oportunidades operaba sola, también contaba con la colaboración de otras féminas -de su mismo rango de edad- para que sean sus “campanas”. Ellas formarían parte de “las elegantes del centro”.
Tras una serie de gestiones en conjunto por parte de las unidades de la Policía, y por la evidencia que dejaron las cámaras de seguridad, lograron detener a la ladrona, siendo ingresada al penal de Santa Mónica.
Recomendaciones para los turistas
Los agentes que informaron sobre este nuevo caso de inseguridad ciudadana brindaron algunas recomendaciones para que los visitantes no sufran la sustracción de sus objetos de valor. “Nunca coloquen su mochila o cartera en alguna silla de los restaurantes que frecuentan en el Centro Histórico”. Adicionalmente, detallaron que existe una aplicación para el celular, de nombre Tourist Police, que les permite reportar cualquier tipo de robo u otro hecho delictivo. Esta App se encuentra disponible en la play store y es de descarga gratuita.
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