‘Escuadrón de la muerte’, el grupo de aniquilamiento de la PNP que daba muerte a implicados en crímenes en el norte del Perú

Esta mañana, los medios de comunicación iniciaron su jornada anunciando la captura de un miembro del “escuadrón de la muerte” en la ciudad de Madrid, en España. Según información obtenida por la agencia de AFP, se trata de Luis Alberto Mío Morocho.

Este exintegrante de la organización ilegal conformada por oficiales y suboficiales de la PNP, estaba siendo buscado por nuestras autoridades y tras un exhaustivo operativo policial, los agentes del orden lograron su detención.

Como se recuerda, este grupo de aniquilamiento se formó en el año de 2012 y en un principio, tenía como función hallar y capturar a las cabecillas de las organizaciones más sanguinarias del Perú que se dedicaban al robo, extorsión, asesinatos y otros delitos. Sin embargo, con los años empezó a distorsionarse la función de estos agentes.

Según información de la carpeta fiscal que investigó a este grupo de aniquilamiento, el “escuadrón de la muerte” inició sus operaciones en el 2012, exactamente en la región de Piura y poco a poco se fueron ampliando en Trujillo, Chiclayo y en otras ciudades del norte del Perú. Incluso, se conoció que operaron en Lima y Chincha.

Esta organización, que era conformada por integrantes de la Policía Nacional del Perú, fue liderado por el ex comandante PNP Raúl Prado Ravines. Sin embargo, fue en el 2015 que encienden las alarmas contra esta agrupación al asesinar a unos ciudadanos que presuntamente eran delincuentes.

Para el fiscal Álvaro Rodas, quien toma las riendas de este caso en el 2016, concluye que el “escuadrón de la muerte” realizaba operativos falsos para así obtener ascensos, incentivos económicos, cambios de dependencias y otros.

El caso más resaltante se dio el 27 de febrero del 2015, cuando en la urbanización Los Bancarios, en la ciudad de Piura, un grupo de presuntos delincuentes fueron engañados para ir a dicho lugar, donde supuestamente cometerían un robo a un empresario que compraría una casa en esa zona.

En este operativo, participó un policía infiltrado para tenderles una trampa y asesinar a estos supuestos ladrones. Al desmantelar y acabar con los integrantes de esta presunta red de delincuentes, el objetivo era obtener reconocimientos de los altos mandos.

Así fue que murió Hugo Yajahuanca Tineo, Martín Alfredo Tello Monja, Gian Marco Fiestas Aquino y Raúl Rivas Rimaycuna.

“Luego del operativo policial, (los policías) manipulaban el escenario del crimen para aparentar un enfrentamiento (con los supuestos delincuentes)”, informó el tribunal en sus alegatos.

Según el fiscal Rodas, solo en Piura fueron 14 policías los implicados en la investigación por simulación de operativos y enfrentamientos para abatir a presuntos delincuentes.

Integrar a la policía de inteligencia les dio a esta agrupación la fachada perfecta para desplazarse por todo el país y trabajar de manera encubierta y así nadie sospecharía de lo que detrás maniobraba el “escuadrón de la muerte”.

Para el fiscal a cargo de esta investigación, todo se trataba del “modus operandi” de esta organización, ya que al interceptar, intervenir o detener no existía ningún mandato judicial para hacer veraz su trabajo dentro de la policía nacional, e incluso no brindaban información sobre las investigaciones, por ello la Fiscalía se tenía que encargar de estos casos desde cero.

El Cuarto Juzgado Penal de la Corte Superior Nacional sentenció en marzo de este año al ex comandante de la policía, Raúl Prado Ravines, sindicado de encabezar el “escuadrón de la muerte”. La sala dictó 35 años de cárcel para el líder de esta organización.

Prado obtuvo esta condena por el delito de homicidio calificado contra los ciudadanos Raúl Rivas Rimaycuna, Martín Tello Monja, Gian Fiestas Aquino y Hugo Yajahuanca Tineo, quienes fueron asesinados en la región de Piura en medio de un operativo falso orquestado por el grupo armado, tal como detallamos líneas arriba.

En la actualidad, Prado Ravines se encuentra prófugo de la justicia desde setiembre del 2019. El tribunal aclaró que la condena correrá desde que sea capturado y puesto ante las autoridades.

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