Trujillo, hermosa tierra conocida como ‘La Ciudad de la Eterna Primavera’, se ha convertido en el último tiempo en una de las zonas más peligrosas del país debido al incremento constante de la tasa de criminalidad.
El sicariato y las extorsiones se han convertido en el pan de cada día en suelo trujillano. Y los homicidios cada vez más dejan de sorprender a los habitantes que parecen haber acostumbrado, lamentablemente, a esta forma de vivir que más está cerca de la muerte.
De acuerdo con las autoridades locales, son dos las organizaciones criminales que han convertido todo Trujillo en zona de guerra para intentar ejercer el control total.
“Estas bandas son ‘Los Pulpos’, de la zona de El Porvenir, y Los Ochenta, que son de la parte de La Esperanza y de Florencia de Mora. Estas organizaciones criminales han tenido ‘contratos’ con comerciantes, transportistas. Les exigían el pago de cupos”, señaló el coronel Javier Méndez, jefe de la DIVINCRI de La Libertad, al programa Punto Final.
Es por eso que, para evitar que sigan haciendo de las suyas por toda la región, personal de la SUAT y policía salen a patrullar las zonas más ‘picantes’ de Trujillo para evitar sus fechorías.
Se camuflan
Pero como los delincuentes siempre encuentran nuevas formas de actuar al margen de la ley sin ser perseguidos o sin levantar sospechas, esta vez su osadía ha llegado a tal grado que algunos han comenzado a usar los chalecos de los propios miembros de la Policía Nacional para pasar desapercibidos a plena vista pública.
Tal como ocurrió hace unos días como cuando un grupo de uniformados entró a un restaurante en un supuesto operativo y ejecutó a sangre fría, sin importarles los demás comensales.
Pero ¿cómo hace cualquier mortal para conseguir ropa que solo debería ser exclusiva para los efectivos policiales?
Pues, ocurre que en Trujillo, como también en Lima, es bastante sencillo y económico conseguir un chaleco de la policía. Por unos soles más, se pueden conseguir otros distintivos características de las diferentes unidades que conforman el cuerpo policíaco. Lo único que se necesita saber es el número CIP (Control de Identidad Policial) de cualquier efectivo y entregarlo a al vendedor o vendedora para realizar la compra. Tan fácil como eso.
Más de un regla rota
Identificado el primer problema, las autoridades trujillanas intervinieron varios locales que se dedican a la comercialización de este tipo de prendas y se dieron con una ingrata sorpresa.
Los oficiales se dieron cuenta que estos locales ni siquiera tenían la autorización del departamento de logística de la PNP para vender o fabricar estas vestimentas exclusivas solo para personal policial.
“Nosotros hemos intentado sacar toda la documentación en regla, pero no hay esa oficina que nos dé esa autorización”, señaló uno de los vendedores a las cámaras de ‘Punto Final’.
Como se puede imaginar, esta situación se convierte en un grave caso de suplantación de funciones, pues los delincuentes aprovechan eta situación y se hacen pasar por autoridades para cometer sus faenas sin la oposición de nadie.
“Los logos de la Policía están patentados ante INDECOPI. Nadie lo puede comercializar si no hay una autorización del departamento de logística de la Policía Nacional del Perú (…) con esto el delincuente puede fácilmente mimetizarse para facilitar sus hechos delictivos”, sentenció el coronel Walter Calla, jefe de la Región Policial de La Libertad.
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