La actriz peruana Ebelin Ortiz nació y creció en Lince, al lado de su madre, tíos y abuelos. “Yo siento que es un barrio bien criollo, más allá del criollismo”, refiere. Desde pequeña, vio con admiración el trabajo de la poetisa y activista afroperuana Victoria Santa Cruz, a quien conoció de cerca gracias a su familia. Explica que fue la compositora y su poema ‘Me gritaron negra’ lo que sembró en ella el bichito de artista.
De hecho, tenía solo 6 años cuando comenzó su carrera como actriz en una serie infantil para el Pacto Andino a finales de los años 70. Y no ha parado desde entonces, logrando protagonizar diversos papeles en la pantalla chica; así como también incursionar en el teatro, cine y música. Incluso, trabajó como regidora de Lima Metropolitana hasta hace poco.
En entrevista con Infobae, Ebelin Ortiz nos habla sobre su carrera artística, sobre su paso por la TV peruana como mujer afroperuana; y también sobre Magnolia Merino, serie inspirada en Magaly Medina, que ha generado indignación en la última semana en medio de la disputa sin fin entre la ‘Urraca’ y Gisela Valcárcel.
¿Cómo fue que Victoria Santa Cruz llegó a influenciar en tu vida?
Mis tíos y mi mamá trabajaron con Victoria Santa Cruz. Su presencia física era imponente. El escucharla, el decir el poema, era para mí como una carimba. Yo recuerdo que era niña y mi mamá me dejaba en casa de unos primos suyos, estos tíos me subían a la mesa para que yo declamara ‘Me gritaron negra’. Mi familia también me ha incentivado ese lado artístico.
¿Te han llegado a gritar negra en algún momento?
Por supuesto, ya sea en el barrio, en el colegio, sobre todo en las zonas de juego. Uno empieza a recibir estos agravios, estos adjetivos negativos, a una edad muy temprana. El que hoy aquí en Barranco haya una pinta que diga que no quiere negros… es gracioso. Uno como adulto recién lo empieza a ver, pero en realidad estas prácticas vienen desde que somos niños y muchas veces son los mismos adultos quienes no saben resolver este problema.
Y ahora, ya en edad adulta, ¿cómo reaccionas cuando te gritan negra en la calle?
Le digo de qué se va a morir (risas). La verdad es que me detengo a aclarar cosas, hasta ahora lo hago. No me gritan ‘negra’, pero siempre hay alguna frase desafortunada sobre mi color de piel, sobre mi boca, a mi nariz, a mis ojos saltones.
En redes sociales, esos tipos de comentarios abundan…
Sí, y es peor aún porque lo dicen desde la clandestinidad. Yo tengo en Twitter a personas que dicen que yo no pienso porque publiqué algo después de las doce del día. O me adjetivizan con frases como ‘zambita’ y ‘negrita’. Esa es una forma de racismo, de discriminación, el no respetar la opinión, el desvalorizarla con un adjetivo.
¿Y qué haces en esos casos? ¿Bloquear o ignorar?
Depende de cuanto alcance tenga esta persona. Si veo que es un troll, no lo bloqueo ni le respondo, solo lo silencio.
Viendo en retrospectiva, ¿has soltado alguna vez un comentario discriminador?
Sí, hubo un episodio con Pold Gastelo. Yo había visto una obra donde él estaba, había hecho una escena increíble. Yo pensé ‘qué tal escena se metió este cholo’. Yo en ese mismo momento entendí que no tenía por qué adjetivizar. Lo único que tenía que decir era ‘qué tal escena se metió Paul’. ¿Por qué anteponer un tema racial? Esta situación me hizo entender que yo también podía ser racista y que tenía la oportunidad de hacer un cambio.
Lamentablemente, no muchos artistas afroperuanos consiguen los roles protagónicos pese al gran talento que tienen…
Ha habido dos actrices que han tenido protagónicas, una fue Tatiana Espinoza con una serie que hizo Michelle Gomez, que se llamó ‘Bolero’. Y la otra fue Zonaly Ruiz, que hacía de un personaje afro, el de Lucha Reyes, se llama ‘Regresa’. Más allá de eso no ha habido, creo que no hay productores osados para dar ese paso. Lo segundo es que tampoco hay muchos actores afro porque, demográficamente, no llegamos a dos cifras.
Estos papeles muchas veces están encasillados en estereotipos…
Sí, es necesario que los personajes que nos ofrezcan tengan otro oficio mayor a que sea vendedora, empleada doméstica, prostituta, o un personaje que sea de oficio menor. Hay muchísimos profesionales, intelectuales, más allá de deportistas, bailarines y cocineros. Se necesita una representación más importante.
Hace poco Bartola mencionó que los afroperuanos se ponen un “sticker” porque “se flagelan mucho”. ¿Qué piensas al respecto?
Mira, nadie puede negar el sentir de una persona agredida por racismo. Yo no puedo invalidar el sentir de ninguna persona que se sienta discriminada por lo que sea, por su apariencia física, religión, pensamiento político, mucho menos por su raza u orientación sexual. Ella puede decir que es peruana, está en todo su derecho, pero no puede decir que los afroperuanos sencillamente no tenemos más porque nosotros mismos nos minimizamos. No todos tienen las mismas oportunidades.
Vas más de 40 años de carrera artística, ¿qué enseñanzas te ha dejado la TV?
Es fantasía, es solo eso. Nos crea realidades que no son las verdaderas. El mundo de la TV es fantasía, tienes que tener mucho carácter para estar en él. Si eres una persona un tanto débil, te puede comer este monstruo. Pese a ello, me encanta, lo amo, he crecido frente a una cámara.
¿Alguna vez ‘te comió este monstruo’?
No lo permito, no. Creo que tiene que ver con la formación en casa. Cuando yo hacía TV, yo nunca me he creído la vida y por eso sigo manteniendome así a lo largo de estos 45 años en el showbusiness. Cuando me quería poner media altanera, mi mamá me sentaba y me decía ‘Ebelin, no estás haciendo nada especial. Eres una niña común y corriente, lo único es que tienes un talento y sales en TV’.
¿Extrañas la pantalla chica?
Claro que la extraño, pero no me muero por estar.
Hace poco, en Twitter, criticaste el hecho de que la televisión lucrara con la intimidad de la gente. Muchos los relacionaron con la disputa que hay entre Magaly Medina y Gisela Valcárcel…
Totalmente. Nadie tiene derecho a entrar a la intimidad de tu hogar. No es que vea el programa de Magaly, pero en las redes sociales se transmite, y lo último que vi es que enfocan adentro de la casa de alguien. Nos han hecho creer, eso es lo peor, que eso es importante. Y no es así. A mí no me tiene por qué importar qué hace mi vecino, si quiere salir desnudo es su casa. Yo no tengo por qué estar mirando, ni chusmeando lo que sucede en casa ajena, mucho menos exponerlo al escrutinio público.
Hoy en día, lo que más se ve en televisión son los casos de infidelidad…
No siempre hablamos de un infiel, sino son tres grupos afectados: quien cometió la infidelidad, con quien se cometió la infidelidad y para quién. Pero la gente lo pone como si fuera lo mejor. ¿A ti que te importa si le saca la vuelta? ¿Qué sabes tú si ella permite que él lo haga? ¿Por qué tengo que exponer mis emociones, mi vida, mis tratos, con el público?
Gisela Valcárcel también ha sido blanco de críticas. En ‘El Gran Show’, muchos participantes han sido ampayados por Magaly…
Tenemos a una conductora que sale en su programa el mayor infiel, todo el tiempo. Las dos hablan de la moral, sin embargo, una afecta la vida de las familias y la otra vanagloria un acto de infidelidad. ¿Queremos preservar la familia y las buenas costumbres, o qué?
Has participado en ‘El Artista del Año’ en el pasado. Si te ofrecen volver, ¿lo harías?
Le tengo aprecio a Gisela, por supuesto. Si me vuelve a llamar y tengo el tiempo, iría. Pero sí me parece que comete estas incongruencias, tú no puedes hablar de la familia y de ser pro-familia, cuando tienes como insumo a un infiel reconocido. No te pongas como abanderada de algo cuando en la práctica no lo haces, en ninguno de los dos casos porque Magaly hace exactamente lo mismo. Ella entra en la vida de otro, pero no quieren que entren en la suya.
Magaly Medina se defendió de Gisela recordando la serie ‘Magnolia Merino’, inspirada en ella misma. ¿Te arrepientes de haber protagonizado dicha producción?
No me arrepiento, en lo absoluto. Si me lo volvieran a ofrecer, lo haría porque para mí todo es una oportunidad. Todo. Además, si yo no lo hubiera aceptado, lo hubiera aceptado otra actriz porque esa serie se iba a hacer y estaba programada para hacerse mucho antes de que ella siquiera la juzgaran, de que siquiera empezara un juicio.
Fue por eso mismo que se te criticó mucho, porque la serie se emitió cuando Magaly Medina se encontraba tras las rejas…
Es muy fácil echarle la culpa al actor de por qué aceptó. Pero espérense un ratito, las cosas no funcionan así. Yo como actriz vi una oportunidad de hacer un personaje, que me parecía rico por sus características y lo hice y ya está. ¿Por qué mejor no le preguntan a Michelle Alexander por qué lo hizo? ¿Por qué no le preguntan al jefe de programación de esa época por qué la programó cuando estaba en la cárcel?
Entonces, el objetivo no era sacar la serie cuando ella estaba en prisión…
Magaly da una información que no es la real, siempre tiene una parte de mentira lo que dice. Sus seguidores sencillamente van a creer lo que está diciendo. Está haciendo exactamente lo mismo que su comadre, que dice que se victimiza y ella también lo hace. Y yo estoy en medio de una guerra de dos divas, cuando mi trabajo lo hago con la tranquilidad del mundo. No me meto con nadie, hago lo que a mí me gusta, soy feliz y duermo tranquila todos los días.
Sinceramente, ¿en qué te inspiraste para protagonizar el personaje de Magnolia Merino?
Me basé en el personaje que vende Magaly Medina en televisión. A las 9 de la noche nos ofrece hasta el día de hoy, porque su forma no cambió nunca, un personaje. Ese personaje es una periodista que es burlona, que agrede con sus comentarios, que expone a personas públicas; y el personaje de Magnolia Merino era eso. No estábamos hablando de su vida íntima, no hemos hablado de su hijo. Se creó una historia a partir de un personaje mostrado en TV. Si a ella no le gusta, probablemente es porque se ve reflejada. Ya ese es su problema. No es el problema ni del escritor, ni de la productora, mucho menos de la actriz que lo interpretó.
El dato
Ebelin Ortiz junto a UPC Cultural presentarán “Victoria a través de mí”, un homenaje dedicado a la compositora Victoria Santa Cruz, considerada como una de las principales estudiosas y difusoras del arte afroperuano. La puesta en escena se llevará a cabo el sábado 29 de octubre a las 7:00 p.m. en el Auditorio de la sede de UPC - San Miguel. Entradas con acceso libre en Joinnus.
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