En octubre se vuelve a vestir de morado con los recorridos del Señor de los Milagros por las calles de Lima. Aunque es una festividad que tiene origen en la capital, los fieles en diferentes partes del país y el mundo se encargan de organizar procesiones para mantener viva la fe hacia esa imagen sagrada que marca la identidad de los peruanos.
Entorno a esta celebración masiva en honor al ‘Cristo Moreno’, aparecen una serie de personajes convertidos en símbolos y representantes del fervor religioso. Entre ellos, los cargadores, sahumadoras, cantoras y demás miembros de la Hermandad.
Los creyentes aportan un gran valor a esta serie de conmemoraciones. En el décimo mes del año, las calles se visten de un solo color, al igual que las personas que elevan su creencia hacia el ‘Señor de los temblores’. Una de las prendas que se suele vestir es el denominado hábito morado, que existe en dos modelos diferentes, uno para hombres y otro para mujeres, con características que las definen.
La historia del hábito morado
El origen de esta prensa se le ha atribuido a una mujer ecuatoriana de nombre Antonia Maldonado. Esta ciudadana llegó de Guayaquil a nuestra ciudad para iniciar una nueva vida cuando su madre la obligó a casarse sin su consentimiento. Esta unión arreglada fue porque el hombre tenía mucho dinero. Aunque el amor no era correspondido, se convirtió en esposa de Alonso Quintanilla y luego se mudaron al Callao.
A su pareja le detectaron una enfermedad extraña y perdió la vida meses más tarde de ser diagnosticado. Ante esa pérdida, la viuda optó por dedicar sus días a servir a Dios.
Una aparición milagrosa
Cuenta la historia que una noche, doña Antonia se encontraba rezando y vio a Cristo con una túnica de color morado, llevando una soga en el cuello y una corona de espinas en la cabeza. De acuerdo al relato, escuchó una voz, la cual le indicó que esa vestimenta fue entregada para ser usada por otras almas. “Yo te doy mi traje con el que anduve por el mundo. Estímalo, porque a nadie le he entregado mi santa túnica”.
El inicio de una tradición
Con los años transcurridos, la mujer se convirtió en fundadora de un beaterio en el Puerto del Perú. A este lo llamó Colegio de Nazarenas, donde comenzó el uso del hábito morado, siguiendo el mandato que escuchó aquella noche. La popularidad de este traje causó que llegara hacia los mayordomos del monasterio del Señor de los Milagros, y a su vez, con los devotos.
El hábito del Señor de los Milagros
Existen dos versiones de esta prenda que llevan los peruanos en el mes de octubre. En el caso de los hombres, esta túnica tiene dos aberturas a la altura de los brazos, no lleva mangas sobre la que se coloca el capote, además de llevar un cordón en el área del cuello, que simboliza el cautiverio de Cristo en el Calvario.
Por otro lado, el hábito de las mujeres tiene una altura que va debajo de la rodilla, sí lleva mangas y el cordón no se ubica en el cuello, sino en la zona de la cintura. Otro detalle a exponer es el velo blanco que se colocan algunas damas, y que es característico de las sahumadoras y cantoras.
Otro elemento infaltable es el uso de un detente con la imagen del Señor de los Milagros, que se coloca a la altura del corazón.
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