Ejército peruano planeaba usar quechua y aymara para engañar a Chile ante una eventual guerra, señalan filtraciones

En los documentos filtrados por los hackers está el plan Fortaleza Sur-Sierra, el más extenso de la estrategia ante un conflicto armado entre Perú y Chile. Entre otras acciones, alude al uso de lenguas originarias para acciones de engaño.

Guardar
El plan de operaciones con
El plan de operaciones con más información expuesta en el hackeo es el Fortaleza Sur-Sierra, fechado en septiembre de 2019. Foto: AFP

El Ejército peruano planeaba usar dos lenguas originarias, el quechua y el aymara, para engañar a su par chileno ante una posible guerra en la frontera, según unos documentos filtrados por los hackers del grupo Guacamaya a los que accedió CIPER.

El medio de investigación chileno revisó más de 283.000 correos que el cibergrupo clandestino sustrajo al Ejército y al Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas de Perú, en los que se encontró una base de datos y cientos de archivos que revelan la estrategia ante un enfrentamiento armado.

De acuerdo con CIPER, el plan de operaciones con más información expuesta en el hackeo es el Fortaleza Sur-Sierra, fechado en septiembre de 2019: en 249 páginas detalla las maniobras defensivas a implementar por costa y sierra, así como acciones de sabotaje y tareas específicas a desarrollar por distintas brigadas militares.

El programa también refiere las prioridades del Ejército peruano en las primeras fases del eventual conflicto y una maniobra relacionada a las comunicaciones, que abarca un “plan de inteligencia, vigilancia y reconocimiento”, otro “plan de desarrollo de las operaciones” y un “plan de engaño”, apunta CIPER.

En este último, el Fortaleza Sur-Sierra plantea hacer uso de lenguas nativas para engañar al Ejército chileno, es decir, “saturar el espectro electromagnético con la transmisión de informaciones en castellano, quechua y aymara con el propósito de distraer”.

Fuentes del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas y el Ejército han confirmado a La República que conocían sobre los hackeos de Guacamaya. El diario señaló que aproximadamente 40% de documentos pertenecen al Comando Conjunto y el 60% es del Ejército.

El plan de operaciones con
El plan de operaciones con más información expuesta en el hackeo es el Fortaleza Sur-Sierra, fechado en septiembre de 2019. Foto: AFP

El Ministerio de Defensa aún no contesta a los requerimientos por este tema. En tanto, el Ejército peruano está verificando la información y se pronunciará cuando tengan todos los resultados.

Qué se sabe de Guacamaya

Los Guacamaya Leaks comprometen a la seguridad peruana y chilena porque expone cuáles son los planes en caso de guerra: se conoce cuántos tanques, aviones y submarinos con modelos específicos tiene Chile.

Guacamaya resumió su actividad en un comunicado: “Filtramos sistemas militares y policiales de México, Perú, El Salvador, Chile, Colombia y entregamos esto a quienes legítimamente hagan lo que puedan con estas informaciones”.

Según la BBC, el grupo ha atacado también a grandes corporaciones mineras que actúan en la región y acusa a los cuerpos de seguridad de ser “la garantía de la dominación del imperialismo norteamericano” y de “la presencia extractivista del norte global” en la “mal llamada América”, a la que el grupo se refiere como Abya Yala, un viejo topónimo indígena.

Para el grupo de activistas informáticos anónimos, militares y policías son las “fuerzas represivas” que aseguran que las grandes empresas puedan lleva a cabo la explotación de los recursos naturales y el deterioro de la naturaleza.

Días atrás, Guacamaya se infiltró en un servidor de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) de México y extrajo 6 terabytes de información interna y confidencial, casi el triple de información que la divulgada en los Pandora Papers durante 2021.

Esta información militar, recopilada a lo largo de la última década, contiene un nivel de detalle de las actividades operativas y de inteligencia de la milicia que nunca antes se había hecho público en México.

Los datos abundan sobre la salud del presidente Andrés Manuel López Obrador, sometido a un cateterismo en enero pasado por riesgo de infarto; de supuestas denuncias de acoso sexual en las Fuerzas Armadas mexicanas; y de espionaje a activistas o periodistas.

Hasta el momento, varios medios de comunicación han ido publicando información obtenida de los documentos filtrados, pero los expertos insisten en que en las próximas semanas e incluso meses será que se vaya conociendo la información al completo, dado el volumen.

SEGUIR LEYENDO

Guardar