Tráfico ilegal de animales en Iquitos: decomisan pieles y huesos valorizados en S/42, 120

Parte de la selva peruana ha sido detectada como una de las rutas que favorece el tráfico de fauna silvestre. Aunque se ha hecho un reconocimiento de estas vías de salida -por parte del gobierno y organizaciones privadas- aún se puede evidenciar el escenario que se vive y que permite los ingresos económicos a las comunidades que se encuentran alejadas.

Bajo este contexto, la Policía Nacional del Perú reportó por medio de su cuenta de Twitter una nueva acción en contra del tráfico y maltrato animal en el oriente peruano. En el operativo ejecutado el 5 de octubre por efectivos de la Dirección de Medio Ambiente se decomisaron especies de la fauna silvestre.

La acción de la PNP se realizó en la zona de comercio que se encuentra alrededor del popular mercado de Belén, conocido por ser un exótico centro de abastos, tanto en el interior del inmueble como en el exterior, el cual es tomado por los comerciantes de a pie con puestos no fijos.

En el reporte compartido por las autoridades se precisa que en la zona, ubicada en Loreto, se hallaron pieles y huesos de animales, conocidas prácticas del tráfico ilegal. Se detalló que el valor de la mercancía retenida ascendería a unos S/42,120.

El barrio de Belén es uno de los sectores que no ha podido apartarse de la pobreza. Gracias a los archivos que han dejado los recientes visitantes -como el youtuber mexicano Luisito Comunica- los habitantes no tienen acceso a los servicios básicos, como agua y desagüe. Sumado a ello, sus viviendas elaboradas de material noble se acercan a un colapso inminente.

Gran parte de estos pobladores se dedican a la pesca, tanto para el consumo y la venta. Otra de las actividades comunes es la de caza de especies, que debería tener como única finalidad la alimentación de quienes realizan la acción, aunque no se refleja en la realidad.

El creador de contenidos nacido en México visitó nuestro país a inicios del 2022 para recorrer gran parte de la selva peruana. Durante su viaje, convivió con familias que criaban animales salvajes que no deberían ser considerados domésticos, ni mucho menos para su comercio.

Recorrió los exteriores del mercado de Belén, donde registró la venta de comidas elaboradas con carne de lagarto, así como recibir ofertas para adquirir dientes y/o pieles, también aceites hechos con la grasa de especies.

Otros elementos que vio en su recorrido fue la venta expuesta de carne de mono, venado, tortuga, lagarto y boa; así como otros alimentos populares en la región, como el suri.

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