En el Perú, las variedades de papa están afrontando un alza de precios en lo que va del año 2022. Esto lo respalda el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Agrario (Midagri), cuyos datos revelan que este alimento ha subido hasta en 230,7%.
Por ejemplo, desde el 1 de enero hasta el 5 de octubre, la papa peruanita pasó de costar S/1,40 a S/4,63 por kilo en Lima Metropolitana. Asimismo, se han reportado incrementos significativos en la papa blanca, que pasó de S/1,08 a S/2,34 por kilo en los mismos meses; en tanto, la huamantanga pasó de S/1,38 a S/3,90.
Tomando en cuenta puntos de venta como bodegas o puesto de mercados, los precios pueden duplicarse. Así, la papa amarilla, cuya venta oscilaba hace poco entre los S/4 y S/7, en Breña, Lince y Pueblo Libre llega a S/8.
De ese modo, Perú 21 indica que dichos incrementos provienen del campo, por la subida del saco de papa y de la arroba (medida que equivale a 11,5 kg). En ese sentido, la Corporación Rural de la Papa, Freddy García, indicó al medio que en las parcelas y chacras, el saco de papa blanca de 100kg pasó de costar S/80 y S/150 a un promedio entre S/180 y S/250.
Alza de precios
Por otro lado, varios negocios gastronómicos temen que los consumidores reduzcan sus gastos por la inflación, ya que ello afectaría sus ventas, según Blanca Chávez, empresaria arequipeña y presidenta de la Asociación de Hoteles, Restaurantes y Afines (Ahora Perú).
“La situación está bastante incierta. No saben qué hacer: si subir el precio o no. Tienen miedo de que no vayan los clientes. He conversado con muchos (dueños de restaurantes) de las regiones y el temor es que si suben, no va a llegar gente, pero si no suben, van a estar perdiendo (…). Creo que se pueden incrementar (los precios) hasta un 20% y eso va a ser terrible para todos”, comentó a Perú21.
“Si sigue subiendo, y tampoco sabemos si se va a encarecer el pollo, estamos previendo que (el pollo a la brasa) puede subir entre un 20% y 30%. Esto nos va a afectar a todos. Esto se sentiría en 2023, probablemente hacia el segundo semestre”, agregó Chávez.
Otra preocupación que tienen los trabajadores de este rubro es el efecto negativo que podría tener sobre la canasta básica, pues la papa es un alimento con gran presencia en las familias peruanas. En regiones de la zona centro y sur, indicó que esta se encuentra en el 90% de las comidas o platos en promedio.
“El tubérculo es muy importante en las ollas de las personas. La papa amarilla está a más de S/5.00. El gobierno tiene que ver la forma de conseguir fertilizantes porque todo esto viene desde la cabeza. Al final (los agricultores) no van a sembrar si se sigue así y en 2023 vamos a tener una crisis”, advirtió Chávez al citado medio.
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