En el asentamiento Juan Sotomayor del Callao, donde la mayoría de familias vive en condiciones precarias, se erige una construcción imponente de cinco pisos, propiedad de Lucero Hoces Cahuana, alias ‘Doña Bella’.
En los últimos años, esta joven de 32 años había cambiado notoriamente su estilo de vida a costa del temor de sus vecinos. La Policía Nacional ya venía siguiendo sus pasos en una de las zonas más empobrecidas del distrito Mi Perú.
Aunque en sus plataformas sociales aparecía acostada entre billetes o junto con personajes de la farándula, era una de las mujeres más peligrosas del primer puerto pues, según una pesquisa policial, lideraba ‘Los Deformes de Ventanilla’, una organización criminal dedicada al tráfico de drogas, extorsión, estafa y tráfico de terrenos.
“Había instalado en su inmueble un transformador de luz gigante y proporcionaba [energía eléctrica] a todo el asentamiento Juan Sotomayor. Los pobladores pagaban 150 soles mensuales. Si multiplicamos ese monto por los mil moradores, da 150.000 al mes. Con ese dinero había construido un imperio”, describió el jefe de la División de Investigación Criminal del Callao, David Carranza.
Esa vivienda fue el hilo de la madeja que el equipo policial siguió para descubrir los ilícitos. Tras un megaoperativo, alias ‘Doña Bella’ fue capturada esta semana junto a otros presuntos integrantes de la banda, que funcionaba bajo la fachada de una asociación vecinal.
Otras de las modalidades de la banda eran contactar a potenciales compradores de terrenos para estafarlos, y después los extorsionaban.
Con un fuerte brazo armado, ‘Doña Bella’ había continuado las prácticas del padre de sus hijos, un dirigente sindical dedicado al tráfico de terrenos y cobro de cupos —alias el ‘Cholo Milton’— quien, en marzo pasado, fue acribillado por sicarios en medio de una guerra por el control de la zona.
Tras el crimen ocurrido en su propia casa, ella empezó a liderar la banda. Las fiestas, los viajes, la buena vida eran su debilidad. En uno de los clips difundidos por la Policía se la escucha decir “me voy de shopping”, mientras muestra y se acomoda entre billetes.
El camino a la captura
Fue una de sus víctimas quien la denunció por obligarla a firmar un documento en blanco para la compra de un terreno. Tras negarse, Lucero Hoces envió a incendiar las dos mototaxis que su familia usaban como fuente de ingreso, el detonante para que la Policía emprendiera un megaoperativo.
Dentro de su inmueble se hallaron seis sellos de la falsa asociación que se había adjudicado, dos laptops, seis celulares, dos cargas dinamita, 64 municiones, un chaleco antibalas y 1079 constancias de vivienda en blanco.
Tras su captura, ‘Doña Bella’ confirmó que su esposo cobraba los cupos, aunque dijo que apenas se había mudado a la zona. “Yo recién estoy viviendo acá. Yo no [cobro cupos] acá había gente. Acá habían otras personas”, replicó a los uniformados. De momento, la Policía viene investigando si la capturada tiene más vínculos en el primer puerto.
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