Inflación en el Perú descenderá en los próximos meses, pero a un ritmo lento

Las entidades del BBVA Research y Scotiabank coinciden que el índice de precios al consumidor seguirá bajando, pero BCR aumentaría nuevamente su tasa de interés.

Guardar
El BCR espera que el
El BCR espera que el descenso de la inflación sea visible recién entre marzo y julio de 2023.

A pesar que la inflación interrumpió temporalmente su trayectoria descendente en setiembre de este año, pasando de 8.4% a 8.5%, el Departamento de Estudios Económicos del Scotiabank, de cara al futuro, prevé que continúe su desaceleración, aunque a un ritmo lento, de igual manera coincide BBVA Research.

“La tendencia a la baja de la inflación se sustenta en el efecto de una mayor base estadística -que jugará a favor en lo que resta del año-. La segunda razón por la que anticipamos una inflación más baja es porque vemos un movimiento lateral de los precios de los granos, combustibles, costos portuarios y fertilizantes”, indicó Mario Guerrero, economista del Scotiabank.

De mantenerse esta situación, las presiones por el lado de los costos internacionales deberían moderarse en el futuro. El tipo de cambio esta vez contribuyó a presionar la inflación al alza, pues el sol peruano registró una depreciación promedio de 0.7%. Las menores presiones sobre los costos influyeron en el descenso de 10.3% a 9.2% en la trayectoria interanual de la inflación mayorista, el ritmo más bajo desde mayo 2021 (16 meses), según Scotiabank.

Por su parte, Yalina Crispin, economista de BBVA Research, estima que, en los próximos meses, la inflación seguirá bajando debido a la alta base de comparación interanual y a un desempeño más moderado de la actividad, pero quizás lo haga de manera más gradual.

Tasa de referencia del BCR

“En nuestro escenario base de proyección, anticipamos que la inflación se ubicará alrededor de 7,5% a fin de año y 3,5% a fin de 2023, retornando al rango meta a principios de 2024. En este contexto, no descartamos que el Banco Central de Reserva (BCR) eleve la tasa de referencia en 25 puntos básicos este mes. Futuros ajustes dependerían de los datos de inflación y expectativas que se registren en adelante”, sostuvo Crispin.

En tanto, Scotiabank pronostica que la inflación fue revisada de 7.4% a 7.8% para el 2022 y se mantiene en 4.0% para el 2023 según el informe Latam Weekly del 9 de setiembre. “Nuestra opinión es que en adelante el ritmo de desaceleración de la inflación sea lento. Es probable que la inflación de octubre sea similar o algo menor a la de hace un año (0.58%) -la base estadística volvería a jugar a favor- considerando que la inflación promedio de los últimos 20 años ha sido de 0.16% para los meses de octubre” dijo Guerrero.

Asimismo, el BCR también reajustó sus proyecciones. Elevó de 6.4% a 7.8% su proyección de inflación para este año, y de 2.5% a 3.0% su proyección para el 2023. Este ajuste podría influir en las expectativas de inflación a 12 meses, las cuales hasta el momento no muestran convicción en su descenso. Han pasado de un máximo de 5,35% en junio a 5.10% en su lectura de agosto. El BCR espera que el descenso de la inflación sea visible recién entre marzo y julio de 2023.

La clave en adelante será la velocidad en que se reduzcan las expectativas inflacionarias. En tanto esto suceda el BCR optaría por continuar realizando ajustes preventivos a la política monetaria, por lo que se espera una nueva alza de 25pbs en su tasa de interés, para llevarla a 7.0%, en su reunión de este jueves 6 de octubre, señaló el economista del Scotiabank.

En setiembre, la zanahoria, el
En setiembre, la zanahoria, el apio y la coliflor bajaron de precio, sin embargo, subieron la papa amarilla, huayro, blanca y el aceite vegetal.

Inflación de setiembre

El Índice de Precios al Consumidor de Lima Metropolitana (IPC) aumentó 0,52% en setiembre, ligeramente por encima de lo esperado por el consenso del mercado (Bloomberg: 0,45%). El rubro de alimentos y bebidas no alcohólicas registró un incremento significativo (1,34%; agosto: 1,71%) explicado principalmente por problemas de oferta en algunos productos asociado a los mayores costos de los fertilizantes (tubérculos) y al clima (productos marinos), de acuerdo al BBVA Research.

También contribuyeron al resultado del mes el componente de restaurantes y hoteles cuyos precios subieron 0,65% (agosto: 0,63%) en un entorno de mayores costos de insumos y el reajuste de la tarifa de agua potable (4,1% en setiembre).

Por otro lado, los precios de transportes se contrajeron nuevamente (-0,34%; agosto: -0,87%), principalmente por la reducción de precios de los combustibles para vehículos recogiendo así la menor cotización internacional del petróleo. En términos interanuales, la inflación aumentó ligeramente, ubicándose en 8,5% (septiembre: 8,4%).

Por otra parte, la inflación que excluye a los alimentos y la energía, una medida más tendencial del ritmo al que avanzan los precios, se ubicó en septiembre en 0,33%, mayor a lo observado el mes pasado (0,31%). El resultado se explica por el incremento en los precios de los rubros de salud (0,52%), restaurantes y hoteles (0,65%) y bienes y servicios diversos (0,53%), que en algunos casos podría estar eventualmente asociado a cierta generalización en el incremento de los precios a otros rubros de la canasta de consumo. En términos interanuales, la inflación que excluye alimentos y energía se elevó a 5,5% (agosto: 5,4%) reflejando una mayor persistencia en la inflación.

“Así, con el resultado de septiembre la tasa interanual de inflación vuelve a dar señales de persistencia y un retorno algo más lento al rango meta del BCR. A esto se suma que los precios de insumos alimentarios como el trigo y el maíz han rebotado ligeramente en septiembre, aunque se mantienen por debajo de los niveles registrados hace tres meses. Estos nuevos choques, junto a los de origen doméstico, han retardado el traspaso de los menores precios al consumidor final (con excepción, quizás, de los combustibles) y en consecuencia la inflación también cede lentamente”, según BBVA Research.

SEGUIR LEYENDO

Guardar