Las elecciones municipales en Perú se llevaron a cabo el 2 de octubre a pesar de los incidentes que suscitaron en las primeras horas del día. El horario para que los votantes emitan su preferencia en las ánforas inició a las 7:00 a.m., pero no todos pudieron votar, debido a la inasistencia de los miembros de mesa.
A pesar de la falta de los integrantes de mesa, miles de personas pusieron el hombro para continuar con esta actividad nacional, entre los casos más destacados están el de dos ancianos de aproximadamente 70 años y el de un joven con discapacidad visual.
Miembros de mesa ausentes
El 22 de julio la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) habilitó una página para que todos los peruanos consulten si les tocaba ser miembro de mesa. Asimismo, se puso a disposición de los usuarios un formulario denominado “Excusa para no ser miembro de mesa”, con el fin de que aquellos ciudadanos que habían sido elegidos para dirigir la mesa de votación, puedan poner en aviso su inasistencia a dicha labor. A pesar de todo ello, varias mesas no se instalaron hasta cerca de las 12:00 p.m.
Las cámaras de televisión grabaron cómo es que minutos antes de iniciar la apertura oficial del ingreso de los ciudadanos a los locales de votación, ya había personas haciendo cola, quienes en su mayoría eran adultos mayores.
Al ingresar, varios se toparon con una sorpresa y era que no podían votar hasta que los miembros de mesa llegasen. Pasaron varios minutos y horas y las mesas comenzaron a habilitarse, pero eso no sucedió con todas. Ante la prisa de las personas, algunos ciudadanos se ofrecieron como voluntarios para reemplazar a los integrantes de la mesa que habían incumplido con su deber cívico.
Los casos más resaltantes
En la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI) del distrito del Rímac, Luz Ortiz Barrera, una mujer de 71 años, no dudó en ser una voluntaria para miembro de mesa. A pesar de haber varias personas de menos edad en la cola, quienes además, se rehusaban a acatar dicha labor, Luz dejó de lado su avanzada edad y no dudó en colaborar.
“Ellos no me creían, no creían que yo a mi edad quisiera estar ahí. ‘¿Cuál es el problema?’, les digo”, mencionó Luz quien asumió como tercer miembro de mesa.
Otro caso similar fue el de Mario Arancibia Aguirre de 67 años en el mismo local de votación que Luz. A él se le designó la mesa del primer piso, pues se movilizaba con silla de ruedas y también pertenece al Consejo Nacional para la Integración de la Persona con Discapacidad (Conadis).
“Yo dije que yo me quedaba porque si ellos trabajaban que se vayan. Mira todo lo que estaban perdiendo. Nosotros no podemos juzgar cuales son sus necesidades, para mi ellos estaban dando un buen argumento. Imagínate le ponen multa y además le descuentan su sueldo”, manifestó.
En el distrito de Comas, exactamente en el colegio “Mi buen Jesús” un joven con discapacidad visual se ofreció como voluntario para ejercer como miembro de mesa ante la ausencia de los integrantes designados hace más de dos meses.
“Deberían haber venido. Tenía cosas que hacer, pero es lo que me tocó”, indicó el joven de baja visión a través de las cámaras de Latina.
Inmediatamente, los votantes que estaban en cola, recolectaron sumas de dinero para recompensar al joven, quien luego avisó a su familia sobre la decisión tomada.
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