Hoy se desarrollarán las Elecciones municipales y regionales en Perú. Más de 24 millones de ciudadanos acudirán a las urnas para escoger a sus nuevas autoridades para el periodo 2023-2026. Este proceso ha sido especial: en los últimos meses, la agenda mediática estuvo enfocada en la crisis política originada por la confrontación entre el Gobierno de Pedro Castillo y la oposición instalada en el Congreso de la República.
En efecto, al filo de septiembre, la campaña municipal y regional recién comenzó a calentarse. Especialmente en Lima, la capital peruana, que se ha convertido en una plaza clave para el contexto de polarización que se vive en el país sudamericano.
“La campaña municipal en Lima es bastante incipiente y tiene muy poco peso en el debate público”, nos dijo el analista político Jeffrey Radzinsky a Infobae en agosto pasado sobre qué iba a pasar con la actual carrera electoral. Y añadió: “Hay un repudio y rechazo a la clase política en su conjunto. Digamos, generan el hartazgo de una crisis larga y compleja que vivimos”.
Este panorama es compartido por el analista político José Alejandro Godoy, quien señala que “ha sido una campaña que a la gente no le ha interesado mucho por el nivel de desafectación política muy alto que hay e implica que, básicamente, su situación no cambiará de alguna manera con el relevo de autoridades”.
“El ciudadano de pie tiene muy poca expectativa de lo que puedan mostrar las nuevas autoridades frente a un determinado tipo de problema relacionado a su vida cotidiana. Hay, además, un desgaste de la crisis política que viene de hace varios años”, anotó el docente de la Pontificia Universidad Católica de Perú.
Godoy sostiene que otra característica de esta campaña municipal y regional es que la gente sabe quiénes son los candidatos y no necesariamente tienen un alto grado de afección. “En general, el ciudadano busca alguien que se acerque lo más posible a sus ideas, pero no necesariamente resulta el que le genere las mayores expectativas. Dentro de lo que hay, escoge. No es que la oferta le permita escoger mejor”, añadió.
En ese panorama, el especialista en Ciencias Políticas agrega que no ha existido margen para la aparición de un outsider dentro de la oferta política.
Perfiles
Pese al desinterés, ocho candidatos llegaron a la recta final en la alcaldía de Lima. Estos son Daniel Urresti (Podemos), Rafael López Aliaga (Renovación Popular), George Forsyth (Somos Perú), Omar Chehade (Alianza para el Progreso), Yuri Castro (Perú Libre), Gonzalo Alegría (Juntos por el Perú). María Elena Soto (Avanza País) y Elizabeth León (Frente por la Esperanza).
Durante la campaña, las encuestas siempre colocaron a Urresti, López Aliaga y Forsyth como los favoritos. Sobre cada uno, Godoy analiza cómo llevaron sus últimas apariciones públicas para captar el voto de los indecisos.
Daniel Belizario Urresti Elera fue general de brigada del Ejército peruano. Estudió una maestría en Ingeniería Electrónica con mención en Telemática de la Universidad Nacional Federico Villarreal. Su entrada a la arena política se dio en el gobierno del expresidente Ollanta Humala, quien lo designó como ministro del Interior el 13 de junio de 2014.
Durante su gestión de la mencionada cartera, Urresti logró capturar al excoronel de la policía, Benedicto Jiménez, y al empresario Rodolfo Orellana, quienes formaban parte de una red criminal que se dedicaba al tráfico de terrenos. También denunció a los miembros del Movadef que hacían apología al terrorismo a favor del genocida Abimael Guzmán.
Sin embargo, Urresti tuvo cuestionamientos cuando Martín Belaunde Lossio, amigo y exasesor del expresidente Humala y Nadine Heredia, escapó a Bolivia. Atacaba al expresidente Alan García y Keiko Fujimori en Twitter.
Finalmente, dejó de ser ministro del Interior en medio de denuncias de abuso policial durante una intervención Pichanaki, donde murió una joven y hubo más de 170 heridos. Tras su paso por el Ejecutivo, Urresti fue propuesto como la carta del nacionalismo para las elecciones generales de 2016. El expresidente Humala retiró, sin embargo, lo retiró de la contienda porque no superaba el 1% de las preferencias en las encuestas.
“[Daniel] Urresti no ha tenido una buena experiencia en debates. También ha mostrado esta actitud y respuesta tan destemplada ante una pregunta de la periodista Josefina Townsend por un caso [Hugo Bustíos] en el que está procesado y los problemas legales que tienen el dueño de su partido, el señor [José] Luna Gálvez, y su hijo. Además, un sector de electores ha percibido que el alcalde de Lima tiene competencias limitadas en cuanto a la lucha por la seguridad ciudadana. Entonces, cuando se agota ese eje, se le complica a Urresti que lo ha enarbolado durante su campaña”, indicó Godoy.
Rafael López Aliaga Cazorla es ingeniero y magister en administración por las Universidades de Piura y del Pacífico. Durante años se dedicó a la actividad privada. A mediados de la década del noventa fundó Peruval Corp SA y Ferrocarril Transandino S. A. Luego, entraría al rubro del turismo con la creación de la cadena Perú Belmond Hotels que tiene sucursales en Lima, Arequipa y Cusco.
Su ingreso a la política se dio en 2007 al convertirse en regidor por Solidaridad Nacional del entonces alcalde Luis Castañeda Lossio. Tras la aventura municipal, intentó sin éxito llegar al Congreso de la República en 2011. Volvería postular para ser parlamentario en las elecciones complementarias de 2020, pero tampoco logró un buen resultado.
López Aliaga recién tendría propio peso político cuando le cambio el nombre a Solidaridad Nacional por Renovación Popular. Con la renovada agrupación, el exregidor logró el tercer lugar de las elecciones del año pasado con 11.75 % de votos. A lo largo del pasado proceso fue cuestionado por lanzar sus críticas contra los medios de comunicación, el Jurado Nacional de Elecciones y porque sus empresas registraban deudas en la Sunat
Godoy opinó que Rafael López Aliaga ha buscado en su campaña no brindar ningún tipo de declaración que pueda ser utilizada en su contra.
“Esa era una cuestión que aparecía como uno de sus principales problemas. En sus entrevistas y el debate final, López Aliaga ha buscado mostrar una imagen más tranquila y nada confrontacional. En sectores acomodados de Lima ha surgido una tendencia que votar por él es una suerte de fuerza contra el gobierno de Pedro Castillo. ¿Puede convertirse en el líder de la oposición desde la municipalidad de Lima? Sí, creo que esta buscando eso con la ayuda de los sectores altos de Lima que lo ven como alguien con capacidad de gestión”, explicó.
Godoy indicó que si el candidato de Renovación Popular llega a la comuna metropolitana, será inevitable el constante choque con el Ejecutivo y se abrirá un nuevo frente de confrontación política en Perú.
En tanto, el tercero con más chances es George Forsyth, quien es conocido por su carrera deportiva en el club Alianza Lima y la selección peruana. Terminó la carrera de administración de empresas en la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC) el año pasado. En 2010 entró a la arena política al convertirse en regidor por la alianza Unidad Nacional en la Municipalidad de La Victoria. En 2014 llegó a ser alcalde interino por unos meses.
En las elecciones de 2018, Forsyth postuló a la alcaldía de La Victoria por Somos Perú. A pesar de que su mandato era por cuatro años, el exarquero dejó la comuna para lanzarse a la presidencia por Victoria Nacional. Sin embargo, no consiguió el resultado esperado: fue criticado por su falta de experiencia, quedó octavo con 5.66 % y propició que su partido pierda la inscripción ante el JNE.
Sobre él, el politólogo de la PUCP analizó que al exfutbolista se le percibe más experimentado a diferencia de la elección presidencial del año pasado. Además, resulta como una opción viable para el electorado que no desea elegir ni a Urresti y tampoco a López Aliaga.
“Su imagen ha cambiado, se controla en sus declaraciones, aparece más en la prensa y ha reconocido su error de haber abandonado la Municipalidad de La Victoria. Aparece como el menos malo frente a los dos que puntean las encuestas porque no genera tanta controversia”, añadió.
Denuncias como cancha
Más allá de los perfiles, las denuncias también estuvieron en el foco de atención en esta campaña municipal y regional de Perú. Una iniciativa ciudadana para revelar hechos cuestionables de los candidatos ha sido la Asociación Civil Kuskachay, cuyo director Eduardo Herrera habló con Infobae.
“Hicimos una gira que estuvo compuesta por doce regiones del Perú. Lo que hemos elaborado es una investigación con 19 bases de datos con los perfiles de los candidatos. En la página web de Kuskachay, en la sección fichados, están las deudas que tienen con el Estado, las infracciones de tránsito, deudas con la Sunat, la trayectoria política, las investigaciones penales, etcétera”, anotó.
Herrera señaló que han encontrado dos patrones muy comunes en la investigación nacional que realizó. “El primero es alto cambio de camiseta política. Lo segundo es la cantidad de candidatos que tienen investigaciones penales. En primer lugar esta Alianza para el Progreso, luego Somos Perú, el Frente de la Esperanza y Avanza País”, mencionó.
¿Y cuál es el hallazgo para la alcaldía de Lima? Según el informe Kuskachay Electoral: Lima y Callao, las ocho candidaturas a la comuna metropolitana suman 31 cargos judiciales, incluyendo acciones contra la ley, violencia y violencia familiar.
Si se toma en cuenta solo a Daniel Urresti, Rafael López Aliaga y George Forsyth, entre ellos hay 19 cargos judiciales registrados. El primero registra una sentencia por el delito de difamación agravada y es procesado por el asesinato del periodista Hugo Bustíos en 1988.
Por su parte, López Aliaga tiene haber cometido los presuntos delitos de violación de la libertad de trabajo, contra la fe pública, contra la función jurisdiccional, entre otros. Finalmente, George Forsyth cuenta con varios delitos como abuso de autoridad, robo simple, resistencia o desobediencia a la autoridad, concusión, encubrimiento y negociación incompatible, cohecho pasivo, apropiación ilícita, peculado, entre otros.
Frente a este panorama desolador de candidatos, el director de la Asociación Civil Kuskachay sostuvo que hay una responsabilidad de los partidos políticos en Perú que no tienen el más mínimo interés para colocar filtros a la hora de sus procesos internos y no tanto vienen por las normas legales que se desarrollan en el Congreso.
Finalmente, Herrera adelantó que se impulsará una Procuradoría Ciudadana que tendrá la tarea de vigilar las acciones de las autoridades que asumirán a partir del 1 de enero del 2023.
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