El tamal es parte de los desayunos mas tradicionales y sabrosos que tiene la mesa peruana, uno de los favoritos y preferidos. También se puede encontrar en las avenidas del típico desayuno carretillero. Sin embargo, este alimento también se puede consumir como plato de entrada en algunas ocasiones, donde se le acompaña son salsa criolla. Pero, ¿cuál es su origen?
Origen del Tamal y su nombre
El tamal es un alimento de origen mesoamericano entre los años 800 y 500 a.C. Aún es un tema que se disputa entre diversos países de América Latina, como Perú, Chile, Argentina, Bolivia y México. Sin embargo, diversos historiadores han señalado que el origen del tamal se dio en la zona centro de México, al ser la región de origen del maíz. El nombre nace del vocablo “tamalli”, que significa “envuelto” en náhuatl (idioma hablado por una población indígena mexicana).
Según redactó Fray Bernardino de Sahagún, se cree que fueron los mexicas quienes llevaron los tamales a otras partes del continente, al ser un alimento muy común para esa civilización. Pero no hay evidencia de esto y puede que el tamal haya sido llevado a los mexicanos en un intercambio cultural o ya haya existido en otras regiones. Lo cierto es que es uno de los platillos típicos más emblemáticos dentro de la gastronomía mexicana, pero no quiere decir que su origen sea de allí.
Origen del tamal peruano
Se ha encontrado evidencias de restos de tamal en diversas tumbas incas y preincas, por lo que asume que durante esos años, este potaje ya era conocido. Sin embargo, no existe evidencia clara de que haya sido preparado por los incas o haya sido parte de un trueque o intercambio cultural.
El antropólogo peruano Humberto Rodríguez Pastor afirma que tomó la apariencia actual en el Perú con la llegada de los españoles que vinieron con sus esclavos, originarios de la costa atlántica en el continente africano. En su obra “La vida en el entorno del tamal peruano”, destaca una variante en Lima como un legado-herencia afroperuano que le suma sazón al sabor de este elemento indígena y crea su propia variante.
El escritor Juan de Arona incluyó el término ‘’tamal’' dentro del ‘’Diccionario de Peruanismos’' a finales del siglo XIX, atribuyendo su origen al término a la voz mexicana ‘Tenamaxtlán’ y refiriéndose al ‘’tamal de Lima’' como una ‘’pasta, masa o bollo de harina de maíz aderezada con manteca de puerco, carne de los mismo, un poco de ají, almendras y otros ingredientes que lo hacen una golosina pesada’'.
Variedades del tamal peruano
Tamal cajamarquino: Harina de maíz, ají colorado amasados con caldo de gallina; se rellenan de carne de cerdo y se envuelven en hojas de maíz o plátano.
Tamal chinchano: Harina de maíz blanco molido en batán, ají panca y amarillo, relleno de papada y carne de cerdo además de huevo duro y aceitunas; se envuelve en hojas de plátano haciendo una forma cuadrada.
Tamal criollo: Se elaboran de una masa de mote con ají colorado; rellenos con carne de cerdo y envueltos en hojas de plátano.
Tamal de Supe: Harina de maíz, ají colorado, relleno de pollo, envuelto en hojas de plátano en forma rectangular. En la actualidad, el tamal de Supe es envasado en latas y exportado a Chile.
Tamal serrano: En base a mote de maíz blanco, manteca y sal; se rellena con carne de res y se envuelve con pancas (hojas que envuelven la mazorca de maíz).
Tamalitos verdes: Provienen de la región Piura; a la harina de maíz se le añade culantro y con esto adquiere su color y aroma característico; no llevan relleno; suelen ser acompañante del Seco de cabrito.
Tamal de quinua: Se prepara en base a quinoa en vez de maíz; lo conocen también como ‘tamalada’.
Tamales piuranos: Se elaboran sobre la base de harina de maíz blanco remojado durante varios días y lleva por relleno un preparado de cebollas, pimientos y cuero de cerdo. Su particularidad es que se coloca una capa de masa; una de relleno y otra de masa encima; se envuelve en hojas de plátano. (Información de Cocinero peruano).
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