La historia del suspiro a la limeña: cuál es su origen y cómo se prepara

Al igual que los numerosos platos típicos del Perú, los postres no se quedan atrás y hay muchos que dejan boquiabiertos a todo aquel que lo probó. Estos suelen ser el acompañarte perfecto del almuerzo o la cena y terminan dejando un exquisito sabor para finalizar la hora de los alimentos. Está la mazamorra morada, los picarones, el arroz con leche, el queso haledo, entre otros.

Sin embargo, uno que sobresale y hasta es tradición comerlo, además de su singular nombre, es el suspiro a la limeña. Este platillo suele encontrarse en diversas dulcerías del Perú, pero sobre todo en Lima. Tiene un singular sabor con especial dulzor y algunos suelen acompañarla con una taza de té helado o con una copa de pisco. El final es simplemente placentero. Ahora, este postre tiene una historia y aqui te la contamos.

Origen del postre y del nombre

Aunque la mayoría de sus ingredientes fueron traídos desde España durante la época colonial, el origen del suspiro a la limeña se remonta a inicios del siglo XIX. Entre los ingredientes destacan el manjar blanco, base principal para su elaboración, así como el merengue.

Pasó a llamarse “Suspiro a la limeña” gracias al escritor peruano José Gálvez Barrenechea, quien lo bautizó de esa forma, antes se le conocía como “Manjar real del Perú”. Su esposa, Amparo Ayarez, experta cocinera que ideó la receta. fue quien se lo preparó por primera vez. Entonces el romántico poeta, al probar el increíble postre, escribió un verso: “Un suave y dulce suspiro de una mujer”. De esta forma se encapsuló la esencia de tan rico postre, detalle que rinde homenaje a la mujer limeña.

Ingredientes

- 1/2 Lata (393 g) de leche condensada

- 2 Latas

- 6 Yemas de Huevo

- 3/4 Taza de Azúcar Blanca

- 1/4 Taza de Vino Oporto

- 3 Claras de Huevo

- 1 Cucharadita de Esencia de Vainilla

Preparación

No existe una única fórmula de preparación y es un postre sencillo de realizar. Para servirlo, usualmente se presenta en copas en donde va la crema de base y el merengue encima. Como detalle final, no puede faltar una pizca de canela molida polvoreada. La más popular es la siguiente:

Primero: poner leche evaporada y leche condensada en una olla y dejar que se caliente hasta obtener una textura de manjar.

Segundo: se retira la olla del fuego y se agregan yemas de huevo y extracto de vainilla.

Tercero: se regresa la olla al fuego para remover unos minutos y, finalmente, se retira esperando que enfríe.

El almíbar se prepara de forma muy sencilla. Solo es necesario mezclar el azúcar con vino oporto. Aparte, se baten claras de huevo y se combinan con la mezcla anterior hasta obtener una textura de merengue.

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