‘Misias pero viajeras’ se encuentran en el ojo de la tormenta por sus recientes declaraciones sobre el turismo en Lima que excluye a la zona norte y este de la capital del Perú. Sin embargo, hay mucho más atrás de estas dos jóvenes que han encontrado la fórmula de trabajar y viajar a la vez.
Fátima Sotomayor y Daniela Cabrera, son dos jóvenes que a los 25 años decidieron renunciar a sus trabajos y apostar por el mundo digital que, para aquella época era recién nuevo. Aunque no tenían un gran capital para invertir, no dudaron en tocar puertas para encontrar oportunidades y gente que les dé una mano.
Pero, además de no tener dinero para poder costear los viajes que grababan y que luego compartían en YouTube, tenían más conflictos internos que han revelado. Tal como se conoce, ambas comenzaron a vivir, trabajar y viajar juntas, por lo que aprender a trabajar en equipo fue todo un reto.
En una reciente entrevista a ‘Chiquiwilo’, las amigas y socias hablaron de lo complicado que ha sido aprender a llevarse bien y evitar los conflictos. En sus declaraciones, revelaron que incluso han tenido fuertes discusiones que se han dado en la calle.
“Sí hemos peleado, así con gritos en la calle y luego decíamos: ojalá no me hayan grabado”, confesó al inicio Daniela, riéndose al recordar estos momentos que vivió con su compañera.
Tras ello, el presentador del espacio les recalcó que es complicado trabajar en equipo, por lo que quiso conocer en qué momento es que ambas ven sus diferencias y aprenden a llevarse bien.
“Yo creo que fue más al inicio del proyecto (que discutíamos más), dónde el trabajo era un poco más complicado, porque el equilibrio entre lo que hacía una y hacia otra era más para una y menos para la otra. Dani identificó hace poco y yendo a terapia que tenía un tema personal”, señaló al inicio Fátima Sotomayor.
Decidieron llevar terapia
Fatima Sotomayor reveló que decidieron tomar terapia, pues el hecho de trabajar casi 24/7 juntas era una carga muy grande que tenían que saber sobrellevar. “A parte tiene que ve conmigo también. Ambas comenzamos a ir a terapia hace como 3 años y yo he mejorado muchas cosas que tenía. Temas de inseguridad, temas de mejora de comunicación y eso era lo que generaba un poco la discusión. Ahora que lo hemos desarrollado las discusiones son mínimas”, sentenció.
Por su parte, Daniela Cabrera agregó que, pese a que puedan tratar sus diferencias con profesionales, no habrá momentos en que dejen de discutir, sino que comenzaron a aprender a solucionarlo. “Es imposible dejar de discutir. Siempre vas a tener ideas diferentes, la cosa es como lo gestionas”, finalizó.
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