Visitar Arequipa es algo que todos deben hacer y probar el Queso Helado es parte de ese viaje al sur del Perú. Este postre es el emblema del departamento y su historia está relacionada con la llegada de los españoles. Además, su particular nombre causa rareza e incógnitas entre los turistas que año a año llegan a tierras peruanas y se deleitan con este platillo, el cual estaba hecho en sus primeros años solo para las familias de alta alcurnia.
Origen del Queso Helado
El origen de este tradicional y delicioso postre se remonta al siglo XVl, durante la llegada de los españoles al Perú, quienes trajeron consigo un cargamento de costumbres y sabores novedosos, con un aporte hispano de alimentos como el azúcar, huevos, especies, entre otros, ampliando así un nuevo perfil en la gastronomía arequipeña. Ingredientes como la leche y sus derivados, al no haber mamíferos domésticos durante la época de los incas, no existían en aquel tiempo. Con la venida de los europeos, en localidades arequipeñas como Pampacolca, Viraco y Chuquibamba, se inició una gran producción de leche y queso.
Según cuentan historiadores, el Queso helado fue preparado por primera vez en el Convento arequipeño de Santa Catalina (fundado en 1579), un lugar donde se reunió la más reputada cocina y repostería de toda la Ciudad Blanca, aunque su principal objetivo del monasterio era ser un lugar de oración para las innumerables religiosas. Las hermanas llegaron con una amplia cantidad de técnicas y conocimientos culinarios, elaborando las primeras recetas de diferentes platos y postres, entre ellos el helado, aperitivo que en esos años era un exclusivo de las familias con un nivel socioeconómico muy alto.
Las piadosas hermanas, al no poder acceder al hielo de forma sencilla, un insumo difícil de adquirir en esos años, recurrieron a los amables pobladores, personas que conocían muy bien las características geográficas de la región, quienes se ofrecieron a traer el preciado producto a cambio de la enseñanza de tan exquisito potaje.
“Entonces el ingenio arequipeño salió a flote, adoptando la técnica enseñada y agenciados con los materiales que había en la región, comenzaron con un barril de madera en el que colocaban hielo traído en recuas a lomo de mula desde el imponente volcán, al cual se le añadía salitre, sobre este se colocaba otra vasija en forma de cubo de hoja de lata o estaño, el cual se enfriaba al contacto con el hielo salado”, explica detalladamente La Herencia en su página web. De allí el nombre de este exquisito postre.
“Aparte se hacía hervir leche fresca de vaca con canela y clavo de olor, luego se enfriaba la leche, se le agregaba vainilla y azúcar para darle sabor y esta preparación se vertía en el cubo y se comenzaba a dar vuelta tras vuelta a puro punche, hasta que empezaba a cuajar en las paredes y fondo del cubo, se servía en plato y se usaba una espátula para cortar el producto ya congelado .Los pobladores arequipeños al ver cómo era servido el postre, como si fueran rodajitas de queso, comenzaron a llamarlo queso helado, debido a la gran similitud que había entre los dos, es así que nació tan extravagante nombre para tan delicioso postre, que hasta el día de hoy resulta de gran extrañeza para nuestros amigos visitantes”, destacan.
Cómo preparar el Queso Helado
Ingredientes
- Leche.
- Leche condensada.
- Leche de coco.
- Una pizca de chuño y canela.
- Vainilla.
- Coco rallado.
Materiales
- 2 recipientes circulares: uno pequeño y uno grande.
Preparación
Siguiendo la forma tradicional de su preparación, tenemos que utilizar un amplio recipiente de madera con hielo y sal. Allí se coloca otro recipiente de menor tamaño y de acero inoxidable, donde batiremos la mezcla con una cuchara de madera. Esta mezcla debe estar previamente hervida, de leche fresca con leche condensada, canela y chuño en polvo. El objetivo es llegar a tener, mediante la congelación, capas de leche cuajada que se desprendan en forma de trozos.
Adicional, durante la cocción puede agregarse coco rallado y vainilla, y para decorar, se puede añadir canela en polvo al gusto.
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