Pastel de choclo: el manjar que se come en Sudamérica, pero que encontró su sello en Perú

Este delicioso platillo tiene más de un siglo en nuestro país deleitando a los paladares más exigentes.

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(Recepedia)
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Si bien es cierto, la gastronomía en el Perú sigue dando que hablar en el mundo, todavía nos quedan muchos platillos por seguir descubriendo y que son sensación en cada rincón de nuestro país. Una de las características de nuestra amplia historia culinaria está referida a la sección de entradas y postres. Esto es algo que compartimos entre vecinos sudamericanos.

Un ejemplo de esta situación es el clásico pastel de choclo. Un postre o entrada -dependiendo si se prepara dulce o salado- que no solo suele engalanar los paladares peruanos, pues también lo podemos encontrar en otros lugares como Bolivia, Chile, Argentina, Venezuela, Ecuador, entre otros.

(Recetas gratis)
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En el caso peruano, los primeros indicios de la presencia del pastel es una receta publicada a principio del siglo XX. Es más, hasta el renombrado escritor Ricardo Palma no puede ceder a la tentación de nombrarla en uno de sus relatos, pues en su tradición “Agustinos y franciscanos”, menciona al pastel de choclo como parte de los banquetes para dar tregua a las discusiones.

De acuerdo con algunas crónicas de antaño, este postre se hacía siguiendo los pasos de sancochar, desgranar y moler el choclo.

Felizmente, este proceso se ha visto reducido gracias a la aparición de las licuadoras. Además, esta tecnología nos ayuda a lograr una textura más fina como producto final.

Así se prepara el pastel de choclo

Hay varias maneras de hacerlo, una de las más populares es el pastel de choclo salado. Sin embargo, en la presente nota haremos la versión dulce, que es la que más gusta a grandes y chicos.

Tabla informativa:

Tiempo de preparación: 50 minutos

Cantidad de comensales: 6 porciones

Ingredientes

500 g Choclo desgranado

200 g Harina sin preparar

150 ml Leche

80 g Mantequilla

50 ml Aceite

3 huevos

15 g Polvo de hornear

1 cda. Esencia de vainilla

¼ k Azúcar

20 g Anís

30 g Ajonjolí

(Recetas gratis)
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Preparación

· Lo primero es tostar el anís en una sartén, solo por algunos minutos. Luego lo retiras y lo reservas. También tuesta el ají por otros pocos minutos y, de igual manera, lo guardas hasta que llegue el momento de usarlo.

· Licúa todo el choclo desgranado y le agregas la leche. Lo reservas.

· En un recipiente vas a cernir la harina y el polvo para hornear. Lo reservas.

· En otro bol (mediano), pones las yemas, la mitad de la azúcar indicada y lo bates. No pares hasta blanquear las yemas.

· Después echas los 80 gramos de mantequilla derretida, puede ser a baño maría. También le agregas el aceite y sigues batiendo hasta que todo esté bien mezclado.

· Llegó el turno de agregar el choclo licuado a la mezcolanza. También la harina cernida con polvo de horno que habías reservado. No pares de batir hasta que se mezcle todo.

· Ahora viertes el anís, el ajonjolí y una cucharadita de esencia de vainilla. Sigue mezclando todo y lo reservas.

(Tunkimayo Café)
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· En otro recipiente pones las claras de huevo y bates con suavidad hasta que veas que comienza a levantar. Sigues batiendo, pero a la misma vez agregas la otra mitad del azúcar que se sobraba. Te tiene que quedar un punto pico suave.

· Por fin, ya es hora de combinar esta mezcla con la que tenías reservada.

· Con una paleta mueve de manera envolvente de abajo hacía arriba. Esto es para integrar todos los ingredientes. Lo reservas.

· Coger un pírex como molde. Lo engrasamos y enharinamos. Pon papel manteca en la base para desmoldar con facilidad más adelante.

· Echas la mezcla y lo metes al horno, que ya debe estar precalentado, a 180° por una hora.

· Una pasado el tiempo establecido, usa un cuchillo o un palito para que vayas pinchando. Si sale seco es sinónimo que ya está listo. Caso contrario lo dejas unos minutos más.

· ¡A comer!

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