Hoy por hoy el fútbol sin hinchas es absolutamente nada. Es más, vivir un partido por televisión sin el ambiental del partido es un funeral. Ellos son capaces de ganarte los partidos con su aliento. Sin embargo, antes ver a una persona alentando, gritando o cantando, era extraño Todo cambia en Montevideo, Uruguay, cuando un seguidor del fútbol decide vivir los partidos de forma distinta.
Prudencio Miguel Reyes nació un 20 de abril de 1882 y varios años después fue el encargado de cambiarlo todo. Él trabajaba como utilero en el Club Nacional de Montevideo y era el encargado de realizar todo tipo de labores en el club. Una de sus responsabilidades en el equipo era inflar (hinchar) los balones antes de cada compromiso. En esos años, la ‘redonda’ se inflaba a mano, ya que los compresores que hoy se usan no existían en aquellas épocas (principios del siglo XX).
Luego de cumplir con sus responsabilidades en la previa de los partidos, Miguel se movilizaba por los al rededores del campo de juego y, al ser un entusiasta seguidor del ‘tricolor’, rengaba con gran pasión con gritos y cánticos en los compromisos. Lanza gritos con su vozarrón y generaba un clima festivo nunca visto hasta entonces por el público.
Recordemos que, durante décadas, el fútbol rioplatense se practicaba con el clásico estilo formal de los deportes importados de Inglaterra como el rugby, el golf o el polo. Las personas que acudían a presenciar los encuentros mantenían una postura muy formal y en silencio, y ese fue el motivo por el que la actitud del utilero llamaba tan poderosamente la atención.
“¡Mira como anima el hincha!”, se empezaba a escuchar desde otras partes del estadio, refiriéndose al hinchador de pelotas del club Nacional, que acabó siendo parte del espectáculo. Según relata Coordenadas con Historia, Prudencio movía a toda la afición para animar a su equipo y su fama fue creciendo hasta aparecer en algunos titulares de prensa local: “Prudencio Miguel Reyes, el que entre semana hincha los balones y el fin de semana hincha al equipo”, se podía leer.
Poco tiempo después el término llegó hasta Argentina, país donde la pasión por el fútbol era tan grande ya en aquélla época que desde allí se contagió al resto del mundo y ha llegado hasta nuestros días. Así fue como la palabra “hincha” comenzó a ser aplicada a los aficionados más fogosos a la hora de animar a su equipo en cada partido.
Perú fue reconocido con la mejor hinchada del mundo
Durante el evento histórico e inolvidable para los peruanos, cuando clasificamos a Rusia 2018, los hinchas peruanos vivieron otro partido, al medirse con otros fanáticos que llegaron al país anfitrión. Tomando como referencia todos los reportajes que presentaron los medios de comunicación, se logró evidenciar que el territorio ruso se convirtió en una extensión de Perú. Las banderas, camisetas y cánticos llamaron la atención de los visitantes, muchos de ellos sorprendidos por el nivel de apoyo que transmitían.
El impacto que causó su presencia en el Mundial permitió que la afición ganará el premio The Best de la FIFA a la “Mejor hinchada” del mundo por la temporada 2017-2018.
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