En el Perú han existido figuras de gran impacto, logrando crear un hito en el país. Una de las figuras más emblemáticas es Antonio Raimondi, aunque su nacimiento no se dio en este país, con el pasar de los años tomó la decisión de tener la nacionalidad peruana.
Dedicó gran parte de su vida al estudio de la geografía del Perú y su historia, y uno de sus más grandes descubrimientos fue la Estela de Raimondi.
Historia de Antonio Raimondi
El 19 de setiembre de 1824, nace Giovanni Antonio Raimondi Dell’Acqua en la ciudad de Milán, Italia. Creció en el seno de una familia de clase media, su padre, Enrico Antonio Raimondi Mazza fue pastelero de profesión y su madre fue María Ágata Rebeca dell’Acqua Vismara, quienes tuvieron ocho hijos, siendo Antonio el penúltimo de todos.
Sobre su crecimiento y años de aprendizaje se sabe solo lo que él consignó en sus escritos. Se conoce que fue un autodidacta innato y que la mayoría de su conocimiento se debió a todo lo que leyó de grandes exploradores como Cristóbal Colón, Alexander von Humbolt, entre otros personajes más.
Fue en el jardín botánico de Milán que llevó cursos sobre la naturaleza y donde conoció más sobre el Perú, presagiando su viaje a este país.
“[…] Un día estando, como de costumbre, en el conservatorio del Jardín botánico de Milán, presencié por una rara casualidad el corte de un gigantesco Cactus peruvianus, el que, habiéndose levantado como un monstruoso candelabro hasta el techo del conservatorio, recorría una gran parte de este, sostenido por medio de cordeles. La mutilación de este patriarca de los cactus, que era una de las plantas de mi predilección, me produjo un vago pesar, como si hubiera sido un ser animado y sensible, y esa extraña circunstancia hizo nacer en mí la primera simpatía hacia el Perú, su patria, presagio sin duda de mi futuro viaje a este país”, se lee en un extracto del libro “El Perú” (1874).
Es así que el 28 de julio de 1850 con 26 años llega al puerto del Callao huyendo de la guerra por la independencia en Italia. Cuando llegó al Perú, el reconocido médico peruano Cayetano Heredia lo acogió en la Facultad de Medicina San Fernando, ubicada en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM). Raimondi ingresa al país en plena época del “boom del guano” y conoce a un Perú en plena recomposición.
Heredia le pidió a Raimondi que se encargue de los escritos de botánica, biología y minería en la ex Plaza Santa Ana, hoy conocida como Plaza Italia. Durante su estadía en el país, conoció a más doctores de origen italiano, quienes lo ayudaron en su adaptación en cuanto a cultura, costumbres y demás cosas.
Ramón Castilla, quien era el presidente del Perú en aquellos años tenía la idea de crear un mapa del Perú y la llegada y el interés de Raimondi por explorar las profundidades del país fueron perfectas, pues coincidían con los deseos del exmandatario. Es así que comenzó a financiar sus visitas al interior del país.
El inicio de su expedición en el Perú
Sus primeras incursiones iniciaron en Chancay, Huacho y Chilca en el año 1851. Luego siguió por Chanchamayo, las islas de Chincha y Tarapacá. También formó parte de la expedición que envió el Perú a sus reservas de guano para ver cuánto era lo que el país poseía.
La diversidad en riqueza, geografía y otros recursos más, fascinaron al investigador y en 1859 envió su primer informe de momias a Italia.
Luego, continúa con una gran expedición financiada por el gobierno La Libertad, Huánuco, Huallaga central y Áncash, siendo este último lugar uno de los que lo inmolarían dentro de la arqueología del Perú.
“En el pueblo vi otra gran piedra de granito, de casi dos metros de largo y setenta centímetros de ancho, primorosamente esculpida. Pareciéndome este dibujo de gran importancia y no teniendo a mi disposición una máquina fotográfica, hice una copia de tamaño natural y para no desviarme una sola línea del original tendí sobre la piedra unos pliegues de papel y seguí escrupulosamente con lápiz todos los contornos del relieve”, dice en una parte del texto.
Su indagación lo llevó a descubrir la Estela de Raimondi, una escultura pétrea de gran valor para la historia del país y el mundo.
Aceptó la cátedra de Química de la UNMSM, mientras ordenaba sus investigaciones. Todo iba bien para él, pero en junio de 1861 falleció Cayetano Heredia, el médico que lo ayudó en sus primeros años dentro de Perú. Raimondi siguió con sus enseñanzas y ya poseía un reconocimiento merecido en la sociedad limeña.
DATO: Durante sus viajes, el investigador e historiador transportó todos los implementos necesarios para realizar sus trabajos, además de un equipo de personas que lo apoyaban en ello, pero sufrió robos e inclusive se contagió de verruga en 1863.
Durante el 1864, casi pierde la vida en Carabaya al resbalar por un abismo, pero uno de sus acompañantes lo recogió del fondo del lugar a donde cayó.
En 1867, descubre una planta que los pobladores conocían como puya, la cual nunca había sido clasificada y la descubrió en Áncash, cerca a la provincia de Recuay.
El 2 de setiembre de 1869 se casó con Adela Loli Castañeda en la parroquia de San Sebastián de Huaraz. Fruto de ese matrimonio tuvieron tres hijos.
Recogió varios apuntes, siendo “El Perú” su libro más célebre editado en seis tomos entre los años 1875 y 1913. También tuvo injerencia fundamental en el mundo de la minería, creando la obra “Minerales del Perú” en 1878, donde explica los especímenes que recolectó a lo largo de sus viajes.
Su reconocimiento llegó a gran escala entre científicos y grandes personajes del mundo natural. Es por esa razón que su nombre fue utilizado para nombrar a varios recursos naturales, entre ellos, una planta única en el mundo y descubierta por él a la que se le añadió su apellido, pasando a ser la ‘Puya de Raimondi’.
Durante la Guerra del Pacífico, los gobiernos de Italia y Chile, le pidieron que este envíe sus colecciones botánicas, fuera de aceptar ello, mantuvo firme su posición de permanecer en el Perú, junto a toda su colección.
La colección de Raimondi fue una de las más grandes. Se encontraron 3.000 ejemplares de rocas y minerales, 20.000 mil plantas, 11.000 mil animales y más de 2.000 fósiles.
Con 62 años (1886), Antonio Raimondi yacía enfermo y es por ello que el gobierno de Andrés Avelino Cáceres le otorgó una subvención económica, pues se trataba de una celebridad en el campo científico, reconocido a nivel internacional.
Fueros sus seguidores y discípulos, incluidos médicos y botánicos, quienes se encargaron de esparcir el conocimiento e imagen de Raimondi.
En 1889, fue parte de la Comisión Consultiva de Límites del Ministerio de Relaciones Exteriores y fue en ese año que se imprimieron las primeras imágenes del mapa del Perú que fueron elaboradas por él.
El último suspiro de Antonio Raimondi fue el 26 de octubre de 1890 en la ciudad de San Pedro de Lloc, ubicado en el departamento de La Libertad.
DATO: Se le conoció como el Padre de la Geografía Moderna del Perú, pues fue el primero en crear mapas de los distintos departamentos que el país poseía y así defender los límites de esta nación.
En la actualidad sigue existiendo el debate sobre el origen de la frase “El Perú es un mendigo sentado en un banco de oro”, lema cuyo origen se le atribuyó a Raimondi, pero que según diversos historiadores, no fue así.
SEGUIR LEYENDO