Inchicapi: De la selva llega la mejor sopa de esas tierras

Por más que muchas personas sigan creyendo que el boom de la gastronomía peruana es un fenómeno que recién ha sido explotado este siglo XXI, lo cierto es que en el Perú se come bien y rico desde tiempo inmemoriales. Y en cada rincón de esta tierra del sol.

Y es que desde antes el Perú adopte ese nombre, incluso antes que los incas se convirtieran en dueños de gran parte del actual territorio nacional, los antiguos habitantes le sacaron todo el provecho posible a la tierra y de ahí sacaron los mejores ingredientes para preparar cuanto platillo se le ocurriera. Un gran ejemplo de esta situación es el famoso inchicapi.

Esta delicia es de origen prehispánico, algunos siglos antes de la llegada de los españoles y fue en la parte selvática del país en la que se cocinó por primera vez y desde ahí no paró hasta convertirse en uno de los platos bandera de la cocina nacional.

Cuenta la leyenda que el inchicapi, cuyo nombre viene del quechua inchic (maní) y api (mazamorra), nació más específicamente en las regiones de San Martin, Loreto y Ucayali. Y es debido a su exótico sabor, tan característico en la comida selvática, que con el paso del tiempo se ha extendido por todas partes de la geografía peruana.

En la actualidad, el inchicapi es un infaltable en toda fiesta o reunión familiar. Por su exquisito sabor y ancestrales raíces, su preparación suele llegar de la mano de alguien mayor como alguno de nuestros amados abuelos. Ocurre que, aunque este platillo no reviste mayor complejidad, si se requiere tener la experiencia necesaria a la hora de escoger los ingredientes.

Tiempo de preparación: 10 minutos

Tiempo de cocción: 90 minutos

Tiempo total: 100 minutos

Comensales: 4 personas

Ingredientes

4 presas de gallina

1 ½ litros de agua

200 gramos de maní tostado

1 cucharada de ajo

1 cebolla

2 ajíes dulces

100 gramos de harina de maíz

12 hojas de sacha culantro

Palillo o colorante alimenticio al gusto

Sal al gusto

Instrucciones

· El primer paso es preparar el caldo de gallina. Para esto, hierve la gallina en agua con un poco de sal. Lo dejas así por una hora. Con un tenedor vas pinchando las presas y cuando sientas que ya están suaves, las guardas aparte.

· Licúa el palillo, la sacha culantro, los ajos, los ajíes dulces, la cebolla y el maní tostado.

· Con el caldo caliente, si se enfría los calientas de nuevo, le agregas la harina de maíz disuelta previamente en un poco de agua. Agita bien.

· Ahora es el turno de añadir la mezcla licuada anteriormente. Para esto te puedes ayudar con un cucharón. Vas revolviendo de manera constante por unos diez minutos.

· Cuando veas que ya está lista le das su respectiva probada para confirmar. Si es necesario, lo rectificas.

· Lo sirves bien caliente. Acto seguido le agregas las presas de la gallina hervida previamente.

· Para darle más sabor, un perfecto acompañamiento es un huevo sancochado. También le puedes agregar una yuca sancochada. O ambas. Todo dependerá de tus comensales.

· Con la finalidad de darle más intensidad a tu sazón, le puedes agregar caldo de gallina en polvo.

· El huevo y la yuca no son los únicos acompañantes que le puedes agregar a este delicioso plato. Otros complementos que le caen perfecto podrían ser el ají charapita y el plátano verde cocido.

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