Elecciones 2022: Las barreras de las calles de Lima para personas con discapacidad

Otro de los retos de los próximos alcaldes de los distritos de Lima es hacer que se cumpla la ordenanza municipal en favor de las personas con movilidad reducida para crear una ciudad más accesible.

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Las rampas no han sido diseñadas de la misma manera en varios distritos de Lima. A la izquierda, una rampa intransitable en Villa El Salvador; a la derecha, una más adecuada en el Centro Histórico de la capital. (Infobae/MML)
Las rampas no han sido diseñadas de la misma manera en varios distritos de Lima. A la izquierda, una rampa intransitable en Villa El Salvador; a la derecha, una más adecuada en el Centro Histórico de la capital. (Infobae/MML)

Veredas invadidas, rampas pésimamente diseñadas y un transporte público excluyente son algunos de los obstáculos que Lima Metropolitana impone a las más de 200 mil personas con discapacidad para moverse o caminar que viven en esta ciudad, según datos del Censo Nacional 2017 del INEI. Muchos de ellos, como cualquier otro peruano, requieren movilizarse para trabajar, estudiar, atenderse o simplemente divertirse; sin embargo, no pueden ejercer libremente su ciudadanía y derechos, porque las autoridades locales no hacen cumplir las normas ya existentes para tener vías más accesibles.

“Ir a pasear sola o ir a hacer tus cosas es difícil. Hace unos años me compré una silla con motor pensando en que sería más fácil. Sin embargo, cuando vas por las calles, te chocas con una rampa mal hecha y no puedes avanzar sola. También puedes encontrar veredas obstaculizadas con los carros (...) y, a veces, una tiene que usar la pista y exponerse. Esto sucede en todas partes de Lima”, comenta Luz María Vílchez, una usuaria de silla de ruedas, quien para trasladarse de Ate Vitarte al Centro de Lima debe hacerlo en taxi, ya que el transporte público no se adecúa a ella.

Al respecto, Jorge Sánchez Herrera, director de Nómena Arquitectura, comenta que en cuanto a la accesibilidad de la ciudad, si bien existen normas de construcción para hacer vías peatonales más adecuadas para personas con movilidad reducida, estas no siempre se cumplen.

“Las municipalidades distritales siguen pensando que su rol es parchar la pista o rehacer lo que estaba hecho antes, cuando los espacios y las personas han cambiado. Deberían pensar en cómo será la vía en 15 años”, mencionó a Infobae.
Rampa en VES. El 16 octubre es el Día Nacional de la Persona con Discapacidad, para entonces, estos ciudadanos esperan tener autoridades electas que tengan un interés real por sus derechos. (Infobae)
Rampa en VES. El 16 octubre es el Día Nacional de la Persona con Discapacidad, para entonces, estos ciudadanos esperan tener autoridades electas que tengan un interés real por sus derechos. (Infobae)

Normas incumplidas

En 2020, la Municipalidad de Lima aprobó la Ordenanza Municipal N°2273 a favor de las personas con discapacidad cuya finalidad es fomentar la inclusión y accesibilidad universal en el diseño de gestión urbana de la capital.

Las normas están relacionadas a edificaciones (tanto en los ingresos como en el interior), espacios públicos (veredas y parques accesibles), herramientas de orientación a los usuarios y en los medios informativos digitales.

Por ejemplo, establece las medidas y características que deberían tener las rampas de las veredas o de ingreso al establecimiento con pendientes menores a 12%, descansos entre tramos de rampas con espacios libres de 1.50 m. de diámetro y señalización podotáctil que adviertan del cambio de nivel.

“En el caso de rampas ubicadas en parques, plazas, playas del litoral u otros lugares de concurrencia masiva, el ancho mínimo recomendable será 1.80 m (...) El ancho mínimo para las rampas en las veredas será de 1.50 m. Cuando la vereda sea demasiado angosta para permitir la implementación de una rampa, la vereda deberá bajar en todo su ancho al mismo nivel de la calzada”, señala el Artículo 29.

Rampas imposibles

La Ordenanza Municipal N°2273 debería ser aplicado en todos los demás distritos; sin embargo, la realidad está muy lejos de obedecer al papel, sobre todo en los distritos emergentes de la periferia capitalina, donde se ha avanzado mucho en la construcción de pistas y veredas, pero muy poco o nada en la accesibilidad de estas.

Un ejemplo de esta falta de adecuación es la rampa imposible ubicada en el Hospital San José de Villa El Salvador —cruce de las avenidas Los Ángeles con Revolución—. En un inicio, el final de esta rampa acababa en un desnivel con la pista de 45 centímetros. Tras una informe periodístico del noticiero Buenos Días Perú, la construcción fue modificada para eliminar el desnivel; sin embargo, solo se cambió el grado de inclinación y ahora es tan alto que ni siquiera alguien a pie puede transitarla sin exponerse a una caída.

A la izquierda la rampa del Hospital San José en Villa El Salvador en 2020. A la derecha, la misma rampa que fue modificada, pero continúa siendo intransitable.
A la izquierda la rampa del Hospital San José en Villa El Salvador en 2020. A la derecha, la misma rampa que fue modificada, pero continúa siendo intransitable.

Arturo Yep Abanto, decano del Colegios de Arquitectos, señaló al noticiero Buenos Días Perú que el diseño vial de las calles, en ocasiones, es encargado a personas que no están preparadas para el tema, el cual debería ser asumido por arquitectos especialistas en diseño urbano.

Transporte público excluyente

Ni los corredores complementarios de Lima ni los buses alimentadores del Metropolitano —al menos la mayoría— cuentan con vehículos que faciliten el transporte de pasajeros con silla de ruedas. Menos aún el resto de líneas que transitan por la capital que ahora ya no cuentan con cobrador, quien antes podía ayudar a subir a las personas con movilidad reducida a los buses.

“Hay algunas veredas que no tiene rampas y hay otras con mucha pendiente que no puedo subir y tengo que pedir ayuda”, menciona Adán Becerra, otro usuario de silla de ruedas que prefiere trasladarse en el Metro de Lima, donde sí encuentra rampas adecuadas, ascensores y personal de la Línea 1 dispuesto a ayudarlo.

Adán menciona que, tras la realización de los Juegos Panamericanos Lima 2019, se han hecho algunas mejoras en las veredas cercanas a los recintos deportivos de Villa María y Villa El Salvador, pero no en el resto de calles.

“He visto en videos que, en Japón, el bus se inclina hacia la vereda y uno tranquilamente puede bajar y subir. En Canadá y Chile se pueden ver buses con plataformas que bajan y te elevan. Aquí no he visto nada así”, comenta y espera que las próximas autoridades puedan implementar estas tecnologías en los buses que transitan en Lima.

Por su parte, Luz María Vílchez desearía que los siguientes alcaldes sean más empáticos y contraten a profesionales que diseñen y construyan adecuadamente las vías accesibles, y que se fiscalice si se cumple o no la norma.

“A veces te encuentras con rampas que parecen pistas de patinaje, terribles. La accesibilidad no solo es para personas con discapacidad, ahora es universal, porque esa rampa bien hecha la puede utilizar una persona adulta, una mujer embarazada o una mamá con su niño en un coche. Esto pasa por que las municipalidades hacen por hacer las cosas, sin criterio, sin empatía y sin respetar las normas técnicas”, dice.

Solo 3 candidatos a la alcaldía de Lima firmaron compromiso a favor de personas con discapacidad. (Latina)

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