A cinco horas de Lima se encuentra uno de los destinos turísticos favoritos de los peruanos y extranjeros. Durante todo el año, Ica recibe a los visitantes con su cálido clima y expone las tradiciones que aún se conservan en cada calle que parecen estar detenidas en el tiempo.
Su extensión permitió el desarrollo del turismo, ofreciendo diversas actividades, desde deportes de aventura, recorridos históricos hasta degustaciones de la gastronomía local.
Uno de los lugares que está en el itinerario de todo viajero es llegar a la Laguna de Huacachina, un oasis que asombra a todos por su ubicación, y que ha dado paso a ecosistemas, donde las aves han encontrado su hogar y los peces se sumergen teniendo como principal vista a las dunas.
Este escenario iqueño también es el origen de una leyenda que refleja el romanticismo y la tragedia de dos amados que fueron separados por la muerte. El relato intenta explicar el origen de la laguna en medio de una zona desértica.
Un amor imposible retratado por la Huacachina
Un matrimonio feliz se había formado al sur del Perú. Ella, una doncella de nombre Huacay China -también conocida como Huacca China- y él un joven guerrero que solo valoraba cada minuto con su amada antes de ser reclutado para defender al país ante una posible guerra. Estos dos enamorados detenían el tiempo para dejarse llevar por su amor.
Lamentablemente, un día, este hombre de valor es llamado para formar parte de una cuadrilla. Aunque por su mente pasó el escapar, sabía que su destino era cumplir con su palabra.
La palabra Huacachina tiene su origen en el quechua. Su significado ha sido interpretado al español como “mujer que llora”.
Se despidieron con un abrazo eterno, sin imaginar que sería la última vez que se verían. Durante la batalla, el soldado perdió la vida, causando una pena inconsolable en su esposa. La soledad, y consumida por la tristeza, se apartó de todos y lloró en un campo que fue testigo de su amor. Ella lloró día tras día. Estas lágrimas se acumularon y formaron una pequeña laguna.
Fuera de sí, solo quería entender porqué no pudo ser feliz. Mientras pensaba en su esposo, un hombre que pasaba cerca al lugar y se detuvo para mirarla atentamente. La reacción terminó por aterrarla, buscando refugio dentro de la laguna. Permaneció sumergida por varias horas hasta que el sujeto se aleje.
El origen de la sirena de la Huacachina
Cuando la calma volvió a apoderarse de su cuerpo, sintió que algo había cambiado en ella. Al intentar volver a la orilla vio que sus piernas se transformaron en una especie de aleta, tomando la forma de una bella sirena.}
La leyenda indica que ese charco de lágrimas se convirtió en la laguna que hidrata ese sector de Ica. Si te preguntas qué pasó con Huacay China, se cree que ella aparece cada luna llena para llorar por ese amor destruido por la guerra.
La sirena y los solteros en la Huacachina
Una creencia popular que se asocia a este lugar turístico es que los hombres solteros no deben nadar solos en la laguna, ya que pueden ser seducidos por la sirena y arrastrados hasta el área más profunda y corran el riesgo de ahogarse.
Pese a que muchos peruanos, y extranjeros, eligen este espacio para pasar su luna de miel, los locales explican que es probable que las peleas acompañen su viaje, siendo uno de los objetivos de aquella doncella, para que otros sufran lo que ella vivió.
¿Dónde queda la Laguna de la Huacachina?
Si estás planeando ir al sur de Lima, lo primero que debes hacer es llegar a Ica, por medio del transporte público o en tu vehículo particular. Luego, busca la ruta que te dirija hacia Huacachina, tramo que puede tomar una duración de 15 o 20 minutos aproximadamente.
Al llegar, encontrarás varios restaurantes, paseos recreativos, cambiadores para ingresar a la laguna y servicios turísticos que te animan a hacer sandboarding o deportes de aventura, como vivir una experiencia única abordo de los tubulares que recorren las dunas.
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