César Landa: Perfil y hoja de vida del nuevo ministro de Relaciones Exteriores

El canciller reemplaza a Miguel Rodríguez Mackay tras solo permanecer cinco semanas en el cargo.

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César Landa había renunciado a
César Landa había renunciado a su cargo a inicios de agosto de este año.

El presidente Pedro Castillo ha decidido realizar cambios en dos ministerios del gabinete Aníbal Torres. Tan solo cinco semanas después de su juramentación, el canciller Miguel Rodríguez es retirado del cargo para permitir el retorno de César Landa al Ministerio de Relaciones Exteriores. En febrero de este año, Landa ingresó a la Cancillería de la mano del actual titular de la presidencia del Consejo de Ministros.

Landa es abogado por la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) y doctor en Derecho por la Universidad Alcalá de Henares de España. Ha realizado estudios de Postdoctorado en la Universidad de Bayreuth y en el Max-Planck-Institut de Heidelberg en Alemania. Además, ha sido Decano de la Facultad de Derecho en la PUCP entre 2012–2014 y fue catedrático de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

Su paso por el Estado registra su cargo como viceministro de Justicia en el 2004. En aquel mismo año fue elegido magistrado del Tribunal Constitucional, entidad que presidió desde el 2006 hasta el 2008. Además, ha sido juez ad hoc en la Corte Interamericana de Derechos Humanos entre 2003 y el 2014. En febrero del 2022 fue designado por Pedro Castillo como Canciller, puesto que ocupó por poco más de seis meses.

El paso de Landa por el Ministerio de Relaciones Exteriores es recordado por su postura en contra de la decisión del Tribunal Constitucional sobre el indulto a Alberto Fujimori. Desde Cancillería se señaló que se respetaría lo que señalara la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Esta institución optó por mantener al condenado exmandatario en prisión.

“Por resolución de la Corte IDH, Perú debe abstenerse de implementar la sentencia del Tribunal Constitucional del 17 de marzo del 2022 que dispuso ‘restituir’ los efectos del indulto del 24 de diciembre del 2017 concedido a Alberto Fujimori, pues no cumplió con lo ordenado por la Corte IDH”, señaló a través de Twitter el Canciller.

Su renuncia al cargo, aunque sorpresiva, fue sigilosa y sin mayores cuestionamientos. “Dejo la Cancillería con la confianza de haber buscado resguardar la institucionalidad democrática y asegurar el posicionamiento internacional del Perú. Me voy reconfortado de haber servido nuevamente a mi país”, dijo a través de sus redes sociales. En su reemplazo fue designado Miguel Rodríguez Mackay.

Presidente cuestionado

Pedro Castillo es el primer mandatario de la historia peruana en ser investigado durante su mandato. Sobre los procesos en contra del jefe de Estado y su familia, Landa indicó que  la corrupción debe investigarse “venga de donde venga”, en concordancia con el Estado de Derecho y los tratados internacionales que el Perú integra.

“La lucha contra la corrupción en el Perú es fundamental para fortalecer el Estado de Derecho. Y en atención a los compromisos internacionales del país en esta materia, se debe investigar la corrupción, venga de donde venga, conforme al debido proceso y la igualdad ante la ley”, escribió en sus redes sociales.

Llamado al Congreso

Landa no dudó en hacer público su cuestionamiento al Parlamento cuando esté optó por rechazar que Lima sea la sede de la 52 Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), por la petición de inclusión de un “baño neutro”. Algunos parlamentarios conservadores se mostraron en contra del encuentro pues esta práctica era considerada por ello como parte de la “ideología de género”.

César Landa, canciller de la
César Landa, canciller de la República. | Foto: Agencia Andina

“Invoco al Congreso de Perú a reconsiderar el voto de ayer, que impide realizar la Asamblea General de la OEA en Lima. Esto perjudica gravemente la imagen internacional del Perú”, señaló Landa en un mensaje publicado en Twitter. El canciller dijo que la OEA pide “facilidades únicamente para esta Asamblea”, que no generan “obligaciones internacionales a futuro”.

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