Quienes llegan al Centro de Lima son recibidos por el corazón de la capital que resguarda a los peruanos que se ubicaron en lo extenso de su territorio para salir adelante. Recorrer sus principales avenidas nos convierte en testigos de la herencia arquitectónica que recibimos, además de cómo se han ido modificando para encajar en los cambios de la sociedad y sus habitantes.
A pie o en bus, es una experiencia única visitar una la arteria más famosa que conecta la zona central de la capital. Con el tiempo se le denominó avenida Abancay, aunque en sus primeros años de fundación recibió otro título, el cual identifica a uno de los escritores más famosas del Perú, que retrató el criollismo y a sus protagonistas.
Un nuevo nombre
Antes de que buses y camiones recorrieran este escenario, durante la primera mitad del siglo XIX, se le entregó el nombre de jirón Abancay, siguiendo las pauta de la nomenclatura urbana en Lima que buscó señalar a cada calle con un nombre que haga referencia a un departamento o provincia. Con el gobierno del presidente Odría, el terreno se extendió, por lo que se decidió convertirlo en una avenida.
Esta iba a llevar el nombre de Ricardo Palma, para rendirle un homenaje al hombre que reconstruyó la biblioteca que se encontraba en la zona tras el saqueo de los Chilenos en el año 1881. Dicho pedido no fue aceptado.
A diferencia de otras vías de acceso, esta no tenía salida a un río, ya que se encontraba bloqueada por una de las paredes que conformaban el convento de San Francisco. Para dar paso al ordenamiento de la ciudad, se decidió dividir la casa de los monjes, causando la destrucción de algunos claustros.
Con los derrumbes y nuevas construcciones se generaron confusiones en relación a cuál era la primera cuadra. Una de ellas coincidía con el puente reconocido con el nombre del autor de las “Tradiciones Peruanas”. Como hecho anecdótico, este espacio es importante para los hinchas de Universitario de Deportes.
Un 7 de agosto de 1924 se fundó el club crema bajo el título de “Federación Universitaria de Fútbol” en la calle Juan de La Coba 106, o parte del inicio de la Av. Abancay.
Sucedió en esta avenida
Entre los hechos que permitieron la popularidad de esta conexión de Lima se encuentra la fundación del Congreso de la República, en un antiguo recinto que le perteneció a la Universidad Mayor de San Marcos durante el periodo virreinal. Sin girar el mapa, podemos encontrar un monumento dedicado a Simón Bolívar, la cual se encuentra en una plaza que lleva su nombre y fue uno de los espacios donde anunció la independencia del Perú.
Otro relato que pocos saben sobre este lugar turístico es la calle del Compás de la Concepción (cuadra 3 de la Av. Abancay), ahí se encontraba el monasterio que llevó su nombre, pero que fue expropiado para la construcción del Mercado Central de Lima.
En la lista de espacios históricos podemos mencionar la Casa Salinas, una de las más imponentes que se apreciaban en la avenida, pero que con los años fue derrumbada y en la actualidad da vida a espacios para el comercio formal. Recorriendo la zona podemos hallar la Biblioteca Nacional del Perú, fundada el 17 de septiembre de 1822, en el local donde funcionaba la librería de los jesuitas.
La BNP logró tener una colección de 11 mil libros que se vio afectada durante la Guerra del Pacífico al ser tomada por un escuadrón chileno.
Similar a un museo abierto es lo que se convirtió la fachada de lo que hoy es el Ministerio Público, el cual luce en sus paredes unos frisos que representan las actividades económicas más populares del país. El arte expuesto es obra del escultor Artemio Ocaña.
“Triciclo Perú”
Una de las canciones más representativas del rock nacional fue interpretada por Hernán Condori, conocido en la escena musical como ‘Cachuca’. Este se inspiró en una de las avenidas más frecuentadas, convertida en cuna del comercio y del “recurseo”, para componer una de las piezas que marcaría la carrera de Los Mojarras y se usaría como himno de muchos peruanos.
Se cuenta que saliendo del bar Queirolo, uno de los establecimientos más populares en Jr. Quilca, este caminó por la avenida Abancay durante la madrugada, siendo testigo de cómo se iban agrupando los ómnibus y ambulantes que tomaban las calles para vender sus productos a bajo precio, y si no los tenían a la mano, de una forma u otra los conseguían. Lo que hizo el rockero fue usar su grabadora para registrar ese entorno que lo dejó maravillado, siendo la inspiración suficiente para crear “Triciclo Perú”.
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