Los retos de la inseguridad ciudadana en el Perú: se roban o se pierden siete mil teléfonos al día

En conversación con Nicolás Zevallos Trigoso, exviceministro de Seguridad Pública, reveló estas cifras. Asimismo, Hugo Marín Romero, exdirector de Diseño y Evaluación de Políticas Públicas de Seguridad Ciudadana, exhortó a los funcionarios públicos a contratar a un personal preparado en este rubro.

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Los retos de la inseguridad
Los retos de la inseguridad ciudadana en el Perú: se roban o se pierden siete mil teléfonos al día. Foto: Agencia Andina.

La inseguridad ciudadana es una de las problemáticas que debe ser atendida lo más antes posible. El actual Gobierno tiene diferentes desafíos por realizar y que estos sean evaluados para que se obtenga resultados firmes. En sus 13 meses de mandato, el presidente de la República, Pedro Castillo, realizó cambios de los titulares de las carteras ministeriales y también en los altos mandos de la Policía Nacional del Perú, pero solo conlleva a permanecer en un escenario de incertidumbre.

Según las cifras del Instituto Nacional de Estadísticas e Informática (INEI), correspondiente desde enero hasta junio, se registró que el 25,3% de los habitantes mayores de 15 años fueron víctimas de un hecho delictivo, en las ciudades de más de 20 mil residentes. A diferencia del año pasado, existe un aumento del 5,6%.

Con este panorama desolador, Hugo Marín Romero, exdirector de Diseño y Evaluación de Políticas Públicas de Seguridad Ciudadana de la Dirección General de Seguridad Ciudadana del Ministerio del Interior, y Nicolás Zevallos Trigoso, exviceministro de Seguridad Pública del Ministerio del Interior y exjefe de Gabinete del Despacho Ministerial, conversaron con Infobae para evaluar los retos de esta problemática.

“Se calcula que al día se roban o se pierden siete mil teléfonos al año. Y cuando hablamos de estas cifras, nos referimos a siete mil instrumentos de trabajo de esta misma cantidad de personas. No solo pensemos en que se perdió el teléfono que puede ser de cualquier gama: baja, media o alta sino que para esa persona le representa una herramienta de estudio, trabajo o contacto”, explica Zevallos.

Asimismo, manifiesta que el robo de celular no solo significa una pérdida material, sino también una oportunidad laboral. Además, al ser víctima de este delito, se tiene el riesgo de que accedan y retiren dinero de las aplicaciones bancarias que se encuentra afiliado al teléfono.

Desde otra perspectiva, Marín Romero indica que es importante que las autoridades estén preparadas para asumir el cargo. En el marco de las Elecciones Regionales y Municipales 2022, pide a los alcaldes que enfoquen bien su plan junto a los profesionales con experiencia.

“Hay alcaldes que contratan al que está pegando su publicidad como gerente de Seguridad Ciudadana, pero eso es un crimen. No puedes poner a una persona que no tiene las capacidades, habilidades ni destrezas para que manejen la tranquilidad de un distrito”, exhortó el exdirector de Diseño y Evaluación de Políticas Públicas de Seguridad Ciudadana.
Inseguridad ciudadana.
Foto: Andina
Inseguridad ciudadana. Foto: Andina

Retos de la inseguridad

Existen diferentes puntos claves que las autoridades deben trabajar en conjunto. En este caso, se recopiló algunos de los mencionados por los profesionales expertos en seguridad ciudadana.

Labor coordinada: es importante que la Policía Nacional, la Fiscalía de la Nación y el Poder Judicial estén en constante coordinación para disminuir estas cifras.

Enfocarse en el delito más común: robo de celulares. Las autoridades deben identificar en qué lugares se cometen estas faltas con mayor frecuencia, con la finalidad de que estas zonas estén supervisadas.

Comercialización: otra clave para combatir con la delincuencia es desarticular los locales en donde se comercializan estos artículos de manera informal.

Reforma de la PNP: los agentes policiales trabajan en un ambiente precario, por lo que necesitan una respuesta urgente para obtener respuestas efectivas. Menos del 1% de los inmuebles que tiene la Policía están debidamente saneados, muchos de ellos corresponden a comisarías”, revela Zevallos.

Capacitación: las autoridades necesitan estar capacitados de manera permanente y entiendan de la inseguridad ciudadana mediante la prevención, según Marín. “La prevención no es fácil, eso significa plantear estrategias en el corto, mediano y largo plazo, sobre todo pensando en el mediano plazo, porque en el corto solo se puede hacer control para que no se desborde la delincuencia”, sustenta el también oficial Superior de la Policía Nacional del Perú (r).

En el mes de marzo
En el mes de marzo de 2022, se robaron 4 mil 529 celulares a diario.

FF. AA. y PNP

El pasado 31 de agosto, el presidente del Consejo de Ministros, Aníbal Torres, indicó que las Fuerzas Armadas acompañarán a la Policía Nacional a patrullar las calles para combatir la delincuencia. En este sentido, pidió al Congreso de la República revisar los proyectos presentados por el Ejecutivo.

Sin embargo, qué tan viable sería esta propuesta. Para Zevallos las Fuerzas Armadas son muy importantes para la seguridad, pero no están preparadas para estar en las calles junto a los agentes de la Policía.

“Las fuerzas armadas cumplen una función realmente importante en la seguridad nacional, pero no están entrenadas para la seguridad ciudadana. En algunos escenarios, han brindado el soporte operativo no menos importante, porque lo hacen en el contexto donde las fuerzas criminales tienen una potencia de fuego muy alta y se ubican en lugares que son muy complicados para la labor policial; es decir, en la Selva o en la producción de drogas. En el caso urbano se requiere de un trabajo más articulado y presente de la Policía Nacional”, sustenta el exviceministro de Seguridad Pública.

Policía Nacional del Perú y
Policía Nacional del Perú y la Fuerzas Armadas saldrían a patrullar las calles. Foto: Agencia Andina.

En este caso, Marín coincide con Zevallos porque ambas instituciones tienen diferentes funciones e incluso puede llegar a ser un conflicto para los ciudadanos.

El militar no está preparado para controlar a la comunidad, porque esa no es su función. El soldado está entrenado para matar en la guerra, tienen otra vocación. El ejército es más radical y lo único que generaría es más problemas. La solución está en mejores tácticas operativas y mayores herramientas legales (…) se debe empoderar más a la Policía Nacional. No existe prevención en el Perú. Estamos sacando al ejército para controlar, pero eso no es prevención”, señala el exdirector.

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