Tras desatarse una batalla campal entre la Policía Nacional y un grupo de ronderos, los agentes del orden lograron rescatar con vida a dos colegas que fueron privados de su libertad por esta organización del caserío Riurin, distrito de Pueblo Libre, provincia de Huaylas, en la región Áncash.
Según fuentes oficiales, el rescate se realizó tras iniciar un operativo en horas de la madrugada del último sábado. La PNP tuvo que hacer uso de bombas lacrimógenas para frenar a los ronderos. Una vez rescatados los miembros de este escuadrón, fueron conducidos al hospital de Huaylas para ser revisados por los médicos y así priorizar su integridad.
¿Por qué los ronderos secuestraron a los policías?
Según el testimonio de los PNP, identificados como Manrique Romero y Quijano Bedón llegaron el viernes 9 de setiembre a dicho sector con autorización de sus superiores y un plan para arrestar a Juan Lorenzo Pizan Tamariz y Pedro Espinoza Granados. Sin embargo, los familiares de estos delincuentes complicaron la captura, ya que impidieron que los miembros del orden realizaran su trabajo, es ahí que llamaron a los ronderos de la zona y los acusó de haber atropellado a una persona y de ser asaltantes de carreteras.
A pesar de que los policías se identificaron y que tenían la orden para proceder con la detención, fueron acusados sin pruebas y secuestrados por un grupo de ronderos. Además, se conoció que los efectivos policiales fueron golpeados, amarrados y torturados por esta comuna.
Al tener conocimiento de lo sucedido, de inmediato la Policía Nacional del Perú, montó un operativo con el apoyo del Ministerio Público para rescatar a sus colegas, que tenían más de 24 horas secuestrados y en estado de salud vulnerable por el trato de los ronderos.
Agentes de la comisaría de Casma desplegaron esta operación para traer con vida a los agentes del orden.
En las imágenes difundidas por los medios de comunicación locales, se puede observar cómo la policía se enfrentó con estos ronderos porque no querían liberar a los agentes. Incluso, la PNP tuvo que realizar varios disparos al aire para controlar la gresca.
Luego de más de dos horas de enfrentamiento, se conoció que Frank Manrique e Íker Quijano fueron puestos a buen recaudo y que para una mejor atención fueron conducidos al nosocomio mencionado.
Por otro lado, los funcionarios del Ministerio Público no descartaron abrir una investigación contra estos ronderos que privaron de la libertad a estas dos personas, desacatando los principios y valores que se debe tener al respeto por la vida. Además, señalaron que no pueden actuar sin pruebas fehacientes, menos contra dos efectivos policías, ya que ellos son autoridad.
En esa misma línea, aseguraron que esclarecerán este caso, porque los ronderos no pueden defender a dos presuntos delincuentes y oponerse o resistirse al mandato de detención contra personas que han sido investigadas y sindicadas, porque estarían cometiendo el delito de obstrucción a la justicia y complicidad.
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