Encontraron de todo, como si se tratara de una feria. Efectivos policiales llegaron hasta el penal de Ancón I para realizar un operativo sorpresa, y quedaron impactados con los artículos que incautaron en los diversos pabellones del centro penitenciario y escondidos dentro de los objetos personales de los internos.
Desde hace algunos meses, el INPE coordinó con la Policía Nacional del Perú para organizar intervenciones a los reclusos y decomisar todo material que tienen prohibido utilizar mientras cumplen condena, pero que muchas veces sus familiares o amistades que los visitan se las “ingenian” para entregárselos durante sus breves encuentros.
La tarde del último miércoles 7 de setiembre, se trasladaron fuera de Lima, 35 efectivos del Grupo de Operaciones Especiales (GOES) y 59 de la División de Investigación de Secuestros y Extorsiones de la PNP.
De manera inmediata, intervinieron los pabellones 1 y 6 de ese recinto carcelario, logrando encontrar alrededor de 52 teléfonos celulares (todos con línea), un grupo de cargadores móviles, USB (el contenido aún no ha sido revelado), paquetes de droga y hasta la famosa “chicha canera”.
Según información revelada por la PNP, los equipos serán revisados y analizados, para conocer su procedencia y el fin que tenían dentro del penal, ya que como se sabe, muchos ciudadanos reciben llamadas amenazantes y hasta de extorsión, desde los penales de Lima y provincias.
Como si fuera poco, también encontraron una serie de escritos y agendas que contenían números telefónicos, los cuales son investigados para concluir por qué estaban en la lista de los apuntes personales de los reclusos.
“Guardaban sus celulares en algunos huecos que hicieron en la pared. Incluso dentro de sus prendas íntimas, como medias, para no levantar sospecha del personal que los vigila. Por eso este tipo de intervenciones que se realizan de manera sorpresiva, siempre nos permite incautar objetos que no pueden usar, incluyendo drogas y tragos”, reveló un vocero del INPE.
Detalles del operativo
De acuerdo a información remitida por el INPE, estas actividades se realizan de manera coordinada con la PNP en cumplimiento a las normativas de seguridad.
“El objetivo es mantener el orden y la disciplina en los establecimientos penitenciarios del país. También estamos trabajando para los ciudadanos se sientan más seguros e impedir que reciban algún tipo de extorsión desde cualquier penal del Perú”, informaron en su comunicado de prensa.
La intervención de este miércoles 7 de setiembre se inició a las 15.30 horas y duró aproximadamente hasta las 6 de la tarde. El operativo estuvo a cargo de la Dirección General de Seguridad del INPE y supervisadas por el presidente del Consejo Nacional Penitenciario (CNP), Omar Méndez Irigoyen.
También participaron activamente y desde el lugar de los hechos, el General PNP, Carlos Céspedes Muñoz, director de Investigación Criminal y el coronel PNP, Jhony Huamán Mariano, jefe de la División de Investigación de Secuestros y Extorsiones.
Como se recuerda, el Instituto Nacional Penitenciario (INPE) y la Policía Nacional del Perú (PNP) anunciaron que continuarán interviniendo diversos centros de Lima y provincias para recaudar objetos que tienen prohibidos usar los reclusos.
Penal en Tumbes
Hace algunas semanas, tras varios años de estafa a centenarios de usuarios con el cuento de haber ganado un sorteo de una canal de televisión local, la Policía Nacional logró desarticular la organización criminal “Los broches de Puerto Pizarro”.
“Es una organización criminal que ha venido operando durante muchos años sobre una estafa agravada en agravio de una empresa televisiva, con el cuento de que habían sido ganadores de una camioneta Hilux 4 x 4″, reveló el coronel PNP Franco Moreno, jefe de la División de Investigación de Delitos de Alta Complejidad (Diviac).
Los delincuentes estafaban al público haciéndoles creer que trabajaban en conocidos medios de comunicación, como el canal ATV. Hasta le fecha de la intervención existían más de 600 denuncias realizadas a nivel nacional.
“Se ha trabajado arduamente y se encontró que la central operativa de estos delincuentes era el penal de Tumbes. Habían instalado pequeñas cabinas y modulaban la voz como si fueran personas de la empresa y extorsionaron a 610 víctimas registradas”, concluyó el coronel PNP.
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